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Aaron 'Baby Stanton' Judge: el más destacado de los novatos en 2017

Butch Dill/USA TODAY Sports

Apártate a un lado, Andrew Benintendi y ábrele paso a Aaron Judge.

El jardinero derecho de los Yankees de Nueva York se ha robado el show entre todos los novatos de las Grandes Ligas, a pesar de que la clase del 2017 está pletórica de debutantes brillantes.

Lo de Judge ha sido sensacional y desde ya, a fuerza de batazos (y espectaculares fildeos) se ha posicionado como el principal aspirante al premio de Novato del Año de la Liga Americana.

Luego de una breve estancia en las Mayores en el 2016 que no afectó su estatus de novato (no sobrepasó los 130 turnos al bate ni estuvo 45 días en el róster activo), el gigante de 6 pies 7 pulgadas de estatura y 282 libras de peso ha sido todo un espectáculo esta vez, opacando las buenas actuaciones de Benintendi, prospecto número uno de todo el béisbol, y de otros principiantes igualmente sobresalientes.

Por su cierto parecido físico con el también jardinero derecho de los Marlins de Miami Giancarlo Stanton y el poder de sus muñecas ya le llaman 'Baby Stanton', aunque el muchacho de 25 años poco a poco se va labrando su propio nombre en el mejor béisbol del mundo.

Sus diez jonrones en el mes de abril igualan el récord para un novato en su primer mes, que comparten el cubano José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago (2014) y Trevor Story, de los Rockies de Colorado (2016).

Bastaron dos días del mes de mayo y ya despachó otros dos bambinazos, para colocarse como líder absoluto de ese departamento en ambos circuitos.

Además, exhibe un average de .313 y ya suma 25 carreras impulsadas, segundo en la Americana, circuito que lidera en anotadas (26), slugging (.795) y OPS (la suma del promedio de embasamiento y el slugging), con 1.219.

De mantener este paso, las proyecciones lo señalan con 78 vuelacercas al concluir la temporada, aunque, lógicamente, el béisbol no es una ciencia exacta y en la medida en que los pitchers lo vayan conociendo mejor harán sus ajustes para limitar el daño de su bate.

Pero sin dudas estamos en presencia de un talento especial que se ha metido a palo limpio en un bolsillo el corazón de la exigente afición de la Gran Manzana.

Y no sólo con su madero. Se lanzó hacia los graderíos del Fenway Park a capturar un elevado de foul e inmediatamente llegaron las comparaciones con aquella emblemática jugada del Gran Capitán Derek Jeter precisamente contra los Boston Red Sox en los playoffs del 2004.

Pero Judge no es el único debutante que ha brillado en este mes y días que llevamos de contienda.

Benintendi, a quien muchos daban como principal candidato al Novato del Año en la Americana, ha cubierto todas las expectativas en un equipo que extraña al retirado David Ortiz.

Hasta los juegos del martes, el muchacho de los Medias Rojas exhibía un robusto average de .330 y sus 32 hits representaban la cifra máxima entre todos los jugadores de primer año.

Suma cuatro dobletes y tres jonrones entre sus imparables y lleva 15 carreras remolcadas, con un OBP de .391.

Al igual que Judge, Benintendi estuvo en las Mayores en el 2016, pero una lesión lo dejó fuera de acción después de 34 partidos.

Desde Cuba llegó a los Astros de Houston Yulieski Gurriel, bastante a destiempo, pues está próximo a cumplir 33 años.

Desde el primer Clásico Mundial en el 2006, cuando contaba con 21 primaveras, Gurriel deslumbró a los cazatalentos, a quienes tuvo salivando por diez años, hasta que finalmente decidió tomar el destino en sus manos.

Se tomó un cafecito en las Grandes Ligas en el 2016 y tras unos días malos, logró hacer los ajustes y despejar las dudas que existían sobre si a su edad podría adaptarse al mejor pitcheo del mundo.

A eso súmenle que al cubano se le exigió un cambio de posición y tras pasar toda su vida entre la antesala y la intermedia, los Astros lo destinaron a la primera base.

Gurriel lo ha hecho todo bien. Se le ve sólido a la defensa y con el madero, con average de .314, siete dobletes, par de vuelacercas, ocho remolcadas y slugging de .465.

Y no saquen de la ecuación a Mitch Haniger, quien se adueñó del jardín derecho de los Marineros de Seattle, aunque ahora mismo se encuentra en la lista de lesionados.

Haniger tiene el average más alto entre todos los novatos, con .342, con siete biangulares, un triple, cuatro cuadrangulares, 20 anotadas y 16 empujadas, con un OPS de 1.054.

Y mientras los debutantes de la Liga Americana sobresalen por su ofensiva, en la Nacional destacan dos lanzadores de los Rockies: el diestro venezolano Antonio Senzatela y el zurdo Kyle Freeland.

Ambos han sido piezas clave en la rotación de Colorado, que contra todo pronóstico disputa cabeza a cabeza con los Diamondbacks de Arizona el liderazgo de la división Oeste del viejo circuito.

Ambos tienen números muy parecidos, pues los dos tienen cinco aperturas y récord de 3-1.

El venezolano trabaja para efectividad de 2.81 y Freeland lo hace para 2.93.

Senzatela, de 22 años, suma 18 ponches en 32 episodios de labor, con siete boletos y un WHIP de 1.00.

Freeland, de 23, ha abanicado a 16 en 27.2 capítulos, aunque ha regalado 12 pasaportes y su WHIP es más alto, de 1.45.

Y aunque apenas ha visto acción en ocho juegos, Cody Bellinger tiene encantada a la fanaticada de Los Angeles.

Prospecto número uno de la organización de los Dodgers, Bellinger ha dejado números sólidos en su estreno, con average de .345, un doble, un triple, dos bambinazos, siete anotadas y cinco impulsadas en sus primeros 29 turnos al bate.

Todavía falta mucho camino por recorrer, pero estos chicos han comenzado a escribir ya su historia.