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Con estos Marlins, se vale soñar

El toletero Giancarlo Stanton ha sido una de las estrellas de los Marlins gracias a que ha podido mantenerse saludable toda la temporada. Jeff Curry/USA TODAY Sports

Aunque todavía la tienen difícil, si los Marlins de Miami consiguen colarse en la postemporada habrán protagonizado uno de los mayores milagros deportivos de todos los tiempos.

No comparen a estos Marlins con los del 2003, aquellos que empezaron con el pie izquierdo y terminaron ganando la Serie Mundial.

Aquellos rebosaban talento (Iván Rodríguez, Miguel Cabrera, Mike Lowell, Dontrelle Willis, Josh Beckett, Brad Penny, Derrek Lee, Luis Castillo, Alex González, Ugueth Urbina, Jeff Conine) y sólo necesitaban de una mano que los guiara al éxito, como ocurrió con la llegada de Jack McKeon al puente de mando.

No, el equipo de este año es distinto. Ni el presidente del partido de los optimistas hubiera apostado un centavo por los Marlins del 2017, que con una guerrilla llena de remiendos tiene soñando a sus fanáticos en el sur de la Florida.

Un equipo que comenzó la temporada tratando de recoger todavía los pedazos de la tragedia de la muerte de su astro José Fernández y con más interrogantes que respuestas no era favorito ni para sus propios aficionados.

Rosario de calamidades

La desesperanza se agudizó pronto, cuando comenzaron a caer como moscas varias piezas supuestamente claves dentro del equipo, algunas por lesiones, otras por bajo rendimiento, que llevaron a los Marlins a tener un mes de mayo infame, de los peores de su historia, con 18 derrotas en 28 juegos.

Su capitán Martín Prado, el antesalista de excelsa defensa, empezó en la lista de lesionados y poco después de regresar se despidió por el resto de la campaña.

El primera base Justin Bour, en la que parecía su temporada de consagración, también lleva tiempo fuera, aunque hay una esperanza ligera de que regrese en septiembre.

Tres de los cinco integrantes originales de la rotación abridora en el inicio de la temporada tampoco están.

El veterano dominicano Edinson Vólquez, contratado en el invierno para ser el primer pitcher del staff abridor, no ganó su primer juego hasta el 29 de mayo, después de siete derrotas seguidas.

Y cuando empezaba a encontrar su paso, con un juego sin hits ni carreras, incluido, se lesionó el codo y posiblemente este sea el final de su carrera.

Además de Volquez, no están más el zurdo taiwanés Wei-Yin Chen y el derecho Tom Koehler, dos de los cinco integrantes de la rotación original al inicio de la campaña.

Chen se lesionó desde el 5 de mayo y Koehler fue dado de baja por pobre rendimiento.

Adam Conley, otro de los abridores del quinteto original, tuvo que ser bajado a las Menores y sólo después de su regreso se ha comportado a la altura de las circunstancias.

Solamente Dan Straily ha estado a tiempo completo como puntal de una rotación improvisada que ha deparado más de una grata sorpresa.

El derecho dominicano José Ureña, un hombre que ni siquiera se sabía en los entrenamientos primaverales si comenzaría la temporada en el equipo o si era enviado a las Menores, suma 12 victorias, entre los mejores de la Liga Nacional.

Vance Worley, el cubano Odrisamer Despaigne, Justin Nicolino, Chris O´Grady (también lesionado tras causar muy buena impresión) y Jeff Locke han sido varias de las "curitas" para remendar la rotación abridora, en el cuerpo de relevistas también ha dado alguna que otra grata sorpresa, como el diestro Drew Steckenrider o el zurdo dominicano Jarlin García.

Ante semejante panorama, la gerencia empezó a desprenderse de algunas piezas para aligerar la carga de cara al proceso de venta que está casi finiquitado.

El cubano Adeiny Hechavarria, campocorto titular en los últimos años, fue enviado a cambio de casi nada a los Rays de Tampa Bay, pero cuando parecía que el equipo había encontrado a su sustituto en el novato J.T. Riddle, este también quedó fuera hasta el 2018 por una lesión, quedando la posición en manos del venezolano Miguel Rojas.

El cerrador A.J. Ramos fue canjeado a los Mets de Nueva York y David Phelps a los Marineros de Seattle, con lo que el bullpen perdió a sus dos hombres de los innings finales.

Las esquinas del cuadro también han sido remendadas con Derek Dietrich en la antesala, mientras que Tyler Moore y el venezolano Tomas Telis, tercer cátcher del equipo, se comparten la defensa de la inicial.

Pasito a pasito, suave, suavecito

Sólo su trío de jardineros (Giancarlo Stanton, Christian Yelich y Marcell Ozuna), su segunda base Dee Gordon y el receptor J.T. Realmuto se han mantenido saludables a lo largo del año.

Tras un comienzo lento, en que debió ser movido del cuarto al segundo turno, y tras un pequeño ajuste en el plato con inmensos dividendos, Stanton se ha convertido en una máquina infernal de conectar jonrones, justificando finalmente su megacontrato de 325 millones de dólares.

El dominicano Ozuna ha tenido la mejor campaña de su carrera y ya superó por primera vez los 30 jonrones y las 100 remolcadas.

En torno a los oportunos batazos de estos dos hombres, comenzó un proceso de recuperación a partir de junio, imperceptible en sus inicios, hasta que finalmente los Marlins volvieron a tener hace apenas una semana atrás, récord ganador por primera vez desde abril.

Brad Ziegler asumió el papel de cerrador tras la partida de Ramos y desde entonces ha convertido sus nueve oportunidades de salvamentos sin permitir carreras en 12 salidas en todo el mes de agosto, para liderar a un bullpen que ha trabajado más de 480 innings, el segundo en todas las Grandes Ligas.

De pronto, las cosas empezaron a salir bien y desde el 1 de junio, Miami ha jugado para balance de 46 victorias y 35 derrotas.

A falta de dos juegos en agosto, los Marlins exhiben balance de 66-65 y podrían entrar a septiembre con récord positivo por primera vez desde el 2009.

Calendario favorable en la recta final

De los 31 partidos que les restan en el calendario, 17 son en casa y 18 son contra equipos de récord perdedor: Filis de Filadelfia (7), Bravos de Atlanta (8) y los Mets (3).

Les quedan duras porfías como visitantes en Arizona y Colorado, pero son los Diamondbacks y los Rockies justamente los dos equipos que ahora mismo comandan la lucha por los comodines, así que esos enfrentamientos, así como tres pendientes contra los Cerveceros de Milwaukee en Miami, podrían ser la clave en el destino final del equipo.

Además, Rockies y Diamondbacks tienen seis juegos pendientes entre ellos, en los que pueden despedazarse entre sí para beneficio de los Marlins.

A eso súmenle que a Colorado le restan siete encuentros contra la aplanadora de los Angeles Dodgers, el equipo con mejor marca en todas las Grandes Ligas, que también deberá jugar seis veces ante Arizona.

Los Cerveceros, en tanto, también por encima de Miami en la batalla del wildcard, deberán chocar cuatro veces con los Nacionales de Washington, el equipo con el segundo mejor récord del viejo circuito, siete con los Cachorros de Chicago, líderes de la división central, y tres contra los Cardenales de San Luis, otro que no ha tirado la toalla y tiene probabilidades de clasificación.

El camino para la tropa de Don Mattingly es cuesta arriba, como si se tratara de una guerrilla que lucha contra ejércitos bien armados.

Pero con los jonrones de Stanton y una resistencia a prueba de balas hasta el último out de cada juego, estos Marlins han hecho tanto ruido ya que son plato obligado en el menú de cualquier conversación beisbolera.

Entonces, se vale soñar.