<
>

¿Quién dijo gripe?

El drama extradeportivo en torno a la decisión de quién debía abrir este miércoles por los Washington Nationals en el cuarto partido de la serie divisional ante los Chicago Cubs se solucionó de la mejor manera.

Stephen Strasburg tomó finalmente la pelota, tras acusar supuestos síntomas de gripe y recibir duras críticas por una presunta falta de compromiso, y superó su propia actuación del primer día, al abanicar a 12 bateadores en siete entradas y llevar a los Nacionales a triunfo de 5-0, con lo que se empató la serie a dos victorias por bando.

Hizo 106 lanzamientos, 72 por la zona de strikes, nada mal para alguien con su salud quebrantada.

Sólo el venezolano Willson Contreras y el puertorriqueño Javier Baez se salvaron de ser ponchados por Strasburg, quien dejó a la alineación de los campeones en tres imparables, uno de ellos por dentro del cuadro.

La suspensión del juego por lluvia el martes le dio al manager Dusty Baker un día más, para poder usar a Strasburg con el debido descanso, en lugar del derecho Tanner Roark, quien era el abridor designado originalmente.

Ante los síntomas gripales de Strasburg, Baker estaba decidido a mantener su decisión respecto a Roark, pero los señalamientos al pitcher en varios medios de prensa, incluido el influyente The Washington Post, lo hicieron recapacitar y pedir la pelota.

Hizo bien el manager en cambiar de opinión. Si Roark venía en su mejor noche y dominaba a Chicago, Baker, frecuentemente criticado por sus erráticas decisiones, habría quedado como un genio.

Pero si por el contrario, el serpentinero recibía una lluvia de palos, posiblemente este hubiera sido el último juego que dirigía el mentor con los Nacionales.

Si Strasburg hubiera venido mal, nada se le podría criticar a Baker, pues decidió morirse con su mejor caballo disponible.

Entretanto, los Nacionales sacaron provecho de un error del campocorto Addison Russell para fabricar la primera carrera que hubiera sido suficiente para la victoria.

La defensa de Chicago lleva seis marfiladas en cuatro partidos, demasiados en una serie tan cerrada, que no se ha ido de un solo lado en ninguno de los encuentros.

El tiro de gracia lo dio Michael Taylor con su jonrón con bases llenas ante Wade Davis en el octavo.

El quinto y decisivo partido se jugará en el Nationals Park de Washington, cuyo ganador avanzará a enfrentar a Los Angeles Dodgers a la serie de campeonato de la Liga Nacional.