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El campeón a punto de entregar la corona

Todo parece indicar que es cuestión de tiempo para que los Cachorros de Chicago entreguen su corona de campeones de Serie Mundial que ganaron en el 2016.

La manera ridículamente errática en que se mostraron ante su propia fanaticada en el Wrigley Field en el tercer juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional hace presagiar una barrida a manos de Dodgers de Los Ángeles, que mantuvieron marca perfecta en la postemporada.

Antes de que se completara la derrota de Chicago 6-1, ya muchos empezaron a abandonar el parque, como si intuyeran que este podría ser el primero de los próximos 108 años que faltan para volver ganar un nuevo título de Serie Mundial.

Nada le está saliendo bien a los Cachorros. La ofensiva padece de anemia, la defensa también ha sido desastrosa y el pitcheo, sobre todo el de relevo, ha sido una caricatura.

El manager Joe Maddon intentó todas las fórmulas posibles, pero a la larga, esa multifuncionalidad forzada que intentó imprimirle a casi todos sus peloteros terminó pasándole factura, pues hizo muchos tenientes en todo y capitanes en nada.

El japonés Yu Darvish los dominó a su antojo. Sólo permitió un jonrón solitario de Kyle Schwarber en el primer inning, pero a partir de ahí fue dueño absoluto de la situación.

Dave Roberts, manager de Los Ángeles, también movió su alineación y desenterró cadáveres de la banca, como Andre Ethier, Joc Pederson y Chase Utley, para colocarle la mayor cantidad de zurdos posibles a Kyle Hendricks, el abridor de los locales.

Ethier bateó dos hits, incluido un jonrón, para exigir al menos una oportunidad más en el siguiente juego, aunque con el impredecible Roberts nunca se sabe.

Pero Utley se fue en blanco en tres turnos y ahora lleva de 23-0 en sus últimas visitas al plato en postemporadas. La última vez que bateo de hit fue en el cuarto juego de la serie divisional del 2016 ante los Nacionales de Washington.

Con esta ventaja ahora de 3-0, va siendo hora de ir comprando pasaje a Los Ángeles, donde sí o sí comenzará el clásico de octubre el próximo martes, por haber terminado los Dodgers con el mejor récord de todas las Grandes Ligas.

Nunca un equipo logró reponerse de un 0-3 para ganar una serie de campeonato de la Liga Nacional.

Sólo una vez ocurrió en la Americana, cuando los Medias Rojas de Boston remontaron ante los Yankees de Nueva York en el 2004 y avanzar a la Serie Mundial y romper 86 años de la Maldición del Bambino.