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Una trampa hipoteca el futuro de los Bravos

La reconstrucción de los Bravos de Atlanta, en busca de recuperar el poderío que exhibió la franquicia en los años 90, acaba de sufrir un duro golpe.

Los turbios manejos en las firmas de agentes internacionales que le costaron la expulsión de por vida del béisbol al ex gerente general John Coppolella han generado una de las sanciones más duras recibidas jamás por equipo alguno.

Una extensa y profunda investigación de las Grandes Ligas encontró que el equipo contrató a cinco prospectos extranjeros por cifras mayores a las que reportaron, con lo que violaron los límites para las firmas internacionales.

Como parte del castigo anunciado por el comisionado Rob Manfred, los Bravos perderán a 13 de sus mejores prospectos internacionales, incluido el cotizado jugador de cuadro venezolano Kevin Maitan, firmado el año pasado por 4.25 millones de dólares.

Atlanta debe renunciar a Maitan, Ji Hwan Bae, Juan Contreras y Yefri del Rosario, Abrahan Gutiérrez, Brandol Mezquita, Juan Carlos Negret, Yenci Peña, Ángel Rojas, Yunior Severino, Liván Soto, Antonio Sucre y Guillermo Zúñiga.

Los 13 jugadores se convertirán en agentes libres y son elegibles para firmar con cualquier equipo.

Manfred también anunció que los Bravos no podrán contratar al prospecto dominicano de origen haitiano Robert Puason, un campocorto de 15 años que ya tenía un pacto de palabra con el equipo para el 2019.

Además, Atlanta estará limitado a contratar a cualquier jugador internacional por más de diez mil dólares durante el período de firma 2019-20 y su fondo de bonificación de fichaje internacional para el período de firma 2020-21 se reducirá en un 50 por ciento.

Además de la expulsión de por vida de Coppolella, su ex asistente especial Gordon Blakeley será suspendido por un año y no se le permitirá trabajar para ningún equipo durante su sanción.

Los Bravos llevan cuatro campañas perdedoras seguidas y habían comenzado un proceso de reconstrucción a partir de la inauguración, la pasada temporada, del nuevo estadio, el Sun Trust Park.

Pero la pérdida de golpe de 13 de sus mejores prospectos desangra la granja de ligas menores y coloca a la organización varios pasos atrás de lo que ya se había adelantado.

Si los Bravos quieren ser, a corto plazo, un equipo ganador, como aquel que dominó el Este de la Liga Nacional en la última década del siglo pasado, tendrán que hacerlo de la manera más costosa, a golpe de billete en la contratación de caros agentes libres.

La otra opción es llenarse de paciencia y calentar el sótano por varios años para poder tener las mejores selecciones en el reclutamiento amateur, arrancando de cero, después de aprender la lección de la manera más dura.