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Yelich quería cambio y lo complacieron

Jim McIsaac/Getty Images

Christian Yelich pidió a los Marlins de Miami que lo cambiaran para no ser parte de la reconstrucción del equipo y la gerencia lo complació: a los inhóspitos parajes helados de Milwaukee, a la orilla del lago Michigan.

Nadie dijo que habría que cambiarlo a un equipo contendiente, a unos Astros de Houston, a unos Yankees de Nueva York o Dodgers de Los Ángeles.

Aunque más adelantados que los Marlins, los Cerveceros son también un equipo en fase de remodelación y aunque en el 2017 mostraron destellos de futuro, nada garantiza que mejoren o incluso repitan su actuación en el 2018.

La pieza principal en el canje fue el jardinero Lewis Brinson, el prospecto número 13 en la lista de los 100 de todo el béisbol y ya medios de prensa en Milwaukee se cuestionan si valió la pena deshacerse del joven de 23 años para obtener a Yelich.

Brinson, nacido en Fort Lauderdale, a un tiro de piedra de Miami, es un fornido jugador de 6.5 de estatura y 210 libras de peso, escogido en la primera ronda de la selección amateur del 2012 por los Rangers de Texas.

Ya tuvo una probadita en las Mayores en el 2017 y aunque apenas disparó cinco hits en 47 turnos, dos fueron jonrones y un triple. Pasó casi toda la campaña en Triple A, en la que despachó 13 bambinazos y promedió .331.

Junto con Brinson llega el jugador de cuadro puertorriqueño Isan Diaz, el patrullero Monte Harrison y el lanzador derecho Jordan Yamamoto, los tres de 21 años.

Brinson podría hacer el grado en las Mayores este mismo año, en dependencia de lo que muestre en el campo de entrenamientos primaverales, mientras que Harrison es el otro que parece más cerca de alcanzar las Grandes Ligas.

Yelich, quien posiblemente habría sido movido del jardín central al izquierdo ante la llegada del dominicano Magneuris Sierra, tendrá competencia en las praderas, donde aparecen Ryan Braun, Keon Broxton y el quisqueyano Domingo Santana.

Incluso, reportes de prensa que han salido poco después de anunciarse el canje indican que los Cerveceros siguen interesados en firmar al agente libre Lorenzo Cain, a pesar de la llegada de Yelich.

Dice un refrán que es mejor ser cabeza de ratón, que cola de león, pero Yelich prefirió irse a jugar a la sombra de Braun y otros, en lugar de aprovechar la oportunidad de convertirse en el líder de los jóvenes que podrían escribir la nueva historia de Miami.