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Del Derby de Jonrones al Derby de los Ponches

MIAMI -- El rey del Derby de Jonrones del reciente Juego de Estrellas llegó a Miami para iniciar la segunda parte de la temporada y lo hizo con el pie izquierdo.

Pete Alonso, el novato sensación de los New York Mets se ponchó en tres turnos en el primer juego de una serie de tres, en que los Miami Marlins se impusieron con pizarra de 8-4.

Muchos toleteros declinan participar en la competencia de jonrones porque alegan que ello les afecta el swing para el resto de la campaña, teoría que a juzgar por lo visto este viernes, podría ser cierta.

Antes del partido, Alonso se escabulló y esquivó a una veintena de periodistas que esperaban conocer sus impresiones de su victoria en el Derby y luego del juego, menos aún, así que nos quedamos con los deseos de conocer por su propia boca si siente que su swing se afectó.

"Fue un solo juego. Un juego malo lo tiene cualquiera. Fue malo para todos. Nunca es bueno perder, pero fue un solo juego", dijo por su parte Mickey Callaway, el manager de los Mets, equipo que dejó su récord ahora en 40-51.

"La pausa (por el Juego de las Estrellas) no tiene el mismo efecto en todos los jugadores. A algunos los beneficia, mientras que a otros les toma un pequeño tiempo para entrar en ritmo", añadió Callaway.

Puede que tenga razón. En su breve carrera de apenas 91 partidos, el debutante primera base ha tenido otras cuatro noches de tres abanicados, incluidas dos consecutivas ante los Washington Nationals el 22 y el 23 de mayo, nada menos que ante Max Scherzer y Stephen Strasburg. ¡Palabras mayores!

Entonces no hay de qué preocuparse por ahora, aunque haya ganado la competencia de ponches entre sus compañeros, que en total se tragaron 11 ante los envíos del abridor Caleb Smith y tres relevistas de Miami.

Alonso llegó a 95 chocolates, la octava mayor cifra del viejo circuito, pero acumula 30 bambinazos, uno menos que el líder Christian Yelich, así como 68 remolcadas, detrás de Josh Bell (84) y Cody Bellinger (71).

Con eso, tiene el Novato del Año en el bolsillo, aunque de vez en cuando pase por una mala noche.