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Nicaragua merece un espacio en la Serie del Caribe

Nicaragua, un país eminentemente beisbolero, que por tradición y resultados, merece también un espacio en el clásico caribeño. Getty Images

La irresponsabilidad ¿deliberada? de Cuba al no tramitar a tiempo las visas para Puerto Rico, le abrió las puertas de la Serie del Caribe a una Colombia que llevaba tiempo levantando la mano en busca de una oportunidad.

Bien por los colombianos, quienes han trabajado muy duro de la mano de los hermanos Edgar y Edinson Rentería por desarrollar su liga profesional.

La excelente impresión que dejó la selección cafetera en su primera incursión en el Clásico Mundial de Béisbol en el 2017 todavía está pagándoles dividendos.

Sin embargo, en toda esta situación hay un gran perdedor y no es precisamente Cuba, que a decir del comisionado de la Confederación de Béisbol Profesional (CBPC), Juan Francisco Puello, tiene las puertas abiertas para regresar en el 2021, cuando la Serie del Caribe se dispute en la ciudad mexicana de Mazatlán.

El más perjudicado es Nicaragua, un país eminentemente beisbolero, que por tradición y resultados, merece también un espacio en el clásico caribeño.

Ya la situación que se dio el año pasado, cuando Panamá tuvo que salir al rescate de la Serie del Caribe, dejó a los nicaragüenses en total desamparo.

Panamá debía organizar en el 2020 la Serie Latinoamericana, un torneo nacido en el 2013 con los campeones de ese país, Nicaragua, Colombia y de la liga veracruzana de México.

El evento tendía a crecer y ya el año pasado se había sumado Argentina, mientras que la Liga de Béisbol Organizado de Chile (LBOC) y la Liga Invernal de Curazao se habían afiliado a la Asociación de Béisbol Profesional Latinoamericana (ABPL), con planes de participar en un futuro no muy lejano.

De las siete ediciones que se celebraron, los nicas ganaron inobjetablemente las últimas cuatro con los Gigantes de Rivas (2016), Tigres de Chinandega (2017 y 2018) y Leones de León (2019).

Al coronarse los panameños en la Serie del Caribe del 2019 y ganarse el derecho a participar en el venidero evento de San Juan, declinaron organizar la Serie Latinoamericana, que fue definitivamente suspendida.

Y ahora con la invitación a Colombia, que según refleja la prensa de ese país, es extensiva hasta el 2021, la Serie Latinoamericana parece condenada a muerte.

De hecho, ya había un acuerdo preliminar entre la CBPC y la ABPL para que el campeón de cada edición de la Serie Latinoamericana participara a partir de este año en el clásico caribeño.

Pero ese acuerdo se rompió por lógica, cuando Panamá no sólo salvó la Serie del Caribe del 2019 organizándola, sino que la ganó.

Entonces era imposible no tener a los panameños en San Juan para defender su título.

Ahora ya no hay un torneo previo en el que Nicaragua pueda ganarse la invitación.

¿Les tocará a los pinoleros ser convidados en el 2021?

Si como se ha anunciado, Colombia y Cuba estarán en Mazatlán, ¿ocuparía Nicaragua el lugar de Panamá?

¿Y qué pasaría si los panameños vuelven a ganar y obligan a la CBPC a incluirlos para defender nuevamente la corona?

¿Tendrían los nicaragüenses que seguir esperando o estamos a las puertas entonces de una Serie del Caribe con ocho equipos participantes?