<
>

Es hora de creer en Kyle Schwarber y la ofensiva de los Cachorros

CHICAGO -- ¿Cómo les gustaría tener un bateador que se ha embasado en cada partido que ha sido titular desde el 2 de mayo? ¿Qué tal un bateador que ha recibido más boletos que cualquier otro bateador en el equipo y que está a un cuadrangular del liderato del equipo? Quizás se sorprendan al conocer que esas etiquetas le aplican a Kyle Schwarber.

Las señales que el jardinero izquierdo de los Cachorros de Chicago se está calentando han estado ahí, aunque pocos fuera del equipo han estado prestando atención. La situación provocó que el presidente del equipo Theo Epstein lanzara una de las mejores citas del año.

"Si alguien quiere vender sus acciones de Kyle Schwarber, nosotros las estamos comprando", dijo Epstein antes de comenzar su estancia en casa el martes.

Considerando el historial de Epstein, no sería una mala idea escucharle cuando da consejos sobre acciones.

Los jugadores que tienen graves problemas no llegan a base en 11 partidos consecutivos, como lo ha hecho Schwarber. Sí, muchos de esos viajes a las bases han llegado por la vía del boleto gratis, pero que el primer bate se embase es exactamente lo que necesita una alineación en problemas.

"Casi ninguno de estos chicos están bateando a su potencial, y comoquiera estamos OK", dijo recientemente el manager Joe Maddon. "Cuando lo logren, entonces realmente despegaremos".

No se puede negar que la ofensiva no ha comenzado como lo hizo la temporada pasada. De acuerdo al Departamento de Estadísticas e Información de ESPN, hasta el 17 de mayo del año pasado, los Cachorros promediaron 5.9 carreras por juego; este año, están promediando 4.82. Su OPS era el cuarto mejor en todo el béisbol al 17 de mayo de 2016; ahora está en el 13.

Si bien todo esto ha contribuido a un record alrededor de los .500, una estadística se mantiene igual: los boletos.

Los Cachorros lideran la Liga Nacional en esa categoría, al igual que lo hicieron la temporada pasada, y ellos creen firmemente que esos corredores en base se convertirán en carreras una vez los hits comiencen a caer.

"Eso no va a durar, en absoluto", dijo Epstein sobre la mala racha de bateo de los Cachorros. "Lo que eso me dice que es vamos a tener cinco o seis chicos calientes al mismo tiempo".

Eso incluye a Schwarber, quien batea .188 pero todavía se merece un 'gracias' de cualquiera que batee detrás de él. Ha recibido gran parte de los ataques, aunque jugadores veteranos que estuvieron saludables toda la temporada pasada - no solo por un puñado de partidos, como en el caso de Schwarber - también están teniendo problemas. ¿Sabían que Anthony Rizzo batea .221? ¿O qué Javier Báez promedia .228? Ben Zobrist y Addison Russell tampoco han encendido el pizarrón, pero el escrutinio mayor ha sido a Schwarber y su ajuste al rol de primer bate.

"Eso va a venir", dijo Maddon en el fin de semana en San Luis. "No está muy lejos de calentarse. Me gusta como luce".

Hay un refrán que Maddon suele repetir con frecuencia: Si recibes boletos, estás bateando. A los Cachorros le gusta cuando los jugadores aceptan sus boletos. Ahí es cuando los lanzadores comienzan a tirarles strikes, y eventualmente los errores comenzarán a batearse. Schwarber estaba expandiendo demasiado su zona temprano en la temporada, pero ahora le está haciendo swing a los lanzamientos correctos.

"Si me mantengo con ese tipo de enfoque, van a ocurrir cosas buenas", dijo Schwarber. "Uno tiene que aprender a no cambiar nada y mantenerse con ese proceso".

Schwarber prefirió ser políticamente correcto cuando se le preguntó que sentía al ser cuestionado todos los días por su mala racha de bateo.

"No los culpo", dijo sobre los fanáticos. "Yo quisiera que ellos sintieran lo que yo siento. Me siento terrible cuando no puedo ayudar a mi equipo. Salgo allá afuera todos los días porque quiero ayudar a mi equipo a ganar".

Los Cachorros confían que Schwarber va a poder hacer eso y que sus compañeros le seguirán. Las señales han estado ahí.

Ahora tienen que llegar los hits, como llegaron el miércoles, cuando los Cachorros anotaron siete carreras sin la ayuda del cuadrangular.