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Contratar a Aaron Boone es otra movida audaz de Brian Cashman

NUEVA YORK - Brian Cashman pasó las primeras horas de la mañana del viernes practicando el descenso de un edificio de 22 pisos, utilizando una cuerda por una de las paredes laterales, para su aparición anual en un festival navideño en Stamford, Connecticut. En los últimos años, Cashman ha hecho el EdgeWalk en lo alto de la Torre CN de Toronto y saltó de un avión para sentir la emoción. Cashman es un temerario, a quien le gusta vivir peligrosamente.

Para su próximo truco, Cashman tiene preparada la presentación de Aaron Boone como el mánager número 35 en la historia de los Yankees de Nueva York.

Boone nunca ha manejado un juego de béisbol. Nunca ha sido entrenador en las Grandes Ligas. Pero Cashman, el gerente general de los Yankees, decidió que es la mejor opción para sustituir al removido Joe Girardi.

Podría decirse que el trabajo más prestigioso en el deporte ahora está en manos de alguien que nunca ha escrito una hoja de alineación. No cabe duda que Cashman ama el cable alto.

A Boone, de 44 años, se le confiará una gran oportunidad como líder de Aaron Judge, Gary Sánchez, Luis Severino y el resto de los talentosos Baby Bombers. Los Yankees podrían tener el mejor sistema de granja en el béisbol y esperan firmar al Babe Ruth de Japón, Shohei Ohtani, este invierno, mientras se sumergen bajo el umbral de impuestos de lujo, posicionándose para gastar a lo grande si eligen contender la próxima temporada baja por Manny Machado y Bryce Harper, quienes estarán junto a los agentes libres disponibles. Después de hablar con Boone durante la postemporada, él sabe que este trabajo viene con más de unas pocas ventajas.

Boone es agradable y querido, pero incluso con esas cualidades, no es difícil preguntarse: ¿si él no hubiera conectado ese jonrón en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana 2003 para extender la maldición de los Medias Rojas, hubiera sido considerado para el trabajo? Hal Steinbrenner, el propietario de los Yankees, dijo que favorecía a alguien con experiencia. Boone dijo inteligentemente que era una solicitud válida, pero teniendo en cuenta su herencia familiar, su abuelo, padre y hermano fueron jugadores de Grandes Ligas, y su padre, Bob Boone, se convirtió en mánager después que terminó su carrera como jugador -él expuso que por estas razones ha estado entrenando para el trabajo desde que estaba en pañales.

Fuentes dijeron a principios de esta semana que Boone la sacó del parque en su entrevista. Dos personas con conocimiento de las conversaciones dijeron que pensaban que Boone sería el hombre, superando a un grupo que incluía a Hensley Meulens (el subcampeón), Carlos Beltrán y el veterano empleado de los Yankees, Rob Thomson. Cashman se enamoró de Boone debido a sus habilidades de comunicación, que los Yankees esperan encajar en el molde del mánager actual, al estilo del timonel de los Astros de Houston A. J. Hinch y de Dodgers de Los Ángeles, Dave Roberts.

Boone parece tener muchos de los rasgos para tener éxito, pero aún se desconoce cómo reaccionará ante la angustia y la rutina del trabajo. Es especialmente difícil con las expectativas tan altas. Con el mánager anterior liberado después de quedar a un juego de la Serie Mundial, esas expectativas no están disminuyendo en el corto plazo.

Boone debería poder conectarse con los jugadores. Él tiene una buena lectura sobre la analítica. Y debería poder manejar las sesiones de medios.

Lo que más lo ayudará es un roster cargado y con mucho más talento todavía en camino.

Pero Boone tiene que ganar, y ganar a lo grande. Los Yankees necesitan evitar la presión de un juego de comodín, algo a lo que sobrevivieron este año. Necesitan ganar campeonatos de división y liga y la Serie Mundial. No puede haber ningún contratiempo. Es el campeonato o el fracaso.

Y todo está en manos de Boone, gracias a Cashman. El GM es un tomador de riesgos. Él estudió a Boone y decidió que es el mejor hombre para dirigir lo que podría ser una dinastía de los Yankees. No hay red de seguridad.