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Impunidad gangsteril en Dorados y Chiapas

LOS ÁNGELES -- Pongámoslo así, pongámoslo en voz de quien ostenta el poder de pelear por el poder ajeno.

"Hay quienes debemos limpiar la maleza para que personas como usted disfruten de las flores", Doug Stamper en House of Cards.

1.- Un pelotón de empleados, futbolistas entre ellos, tienen hasta dos meses y medio de sueldos sin cobrar con Dorados de Sinaloa, equipo que duró en Primera División menos que Marco Fabián en su sueño de ser titular en Alemania.

Un equipo que pertenece a un ¿empresario?, que durante años, cotizó entre los millonarios mexicanos en Forbes. De entre sus mil 400 millones de dólares de fortuna, ¿a Jorge Hank Rhon no le sobran centavitos para saldar cuentas?

Ojo: habrá futbolistas en Dorados que pueden llegar a fin de mes, pero habrá otros empleados, que no pueden llegar al final del día.

De hecho, Dorados adeuda el finiquito al técnico colombiano Luis Fernando Suárez. Y adeuda los premios por ascenso a algunos jugadores, esto, según versiones que publica Grupo Reforma.

"Estamos investigando minuciosamente la solvencia y seriedad de cada uno de los propietarios de equipos de Primera División", aseguró en su momento el artífice del espejismo de la Liga Premier mexicana, Decio de María.

2.- Ricardo LaVolpe cobró la temporada por adelantado, pero Jaguares de Chiapas adeuda salarios a jugadores. A algunos de ellos, hasta dos meses y medio.

Los futbolistas se niegan a entrenar, a concentrarse, a hacerle caso al técnico, y a confrontar a compañeros que con el buche lleno reclaman solidaridad a los que tienen la barriga vacía.

"En su momento, si los clubes no son capaces de pagar sus deudas, en especial salarios, podemos desafiliarlos y absorberlos la misma FMF", dijo en su momento, hace un par de años, Decio de María.

¿Los López Chargoy son indigentes? No. Tiene propiedades en Islas Mujeres, sin dejar de lado decenas de viviendas y condominios en fraccionamientos de todo tipo en Puebla.

En un estado donde la lucha política es sucia y obscena, la gestión encima se ve manchada por problemas fiscales, denuncias de empleados, y hasta por la ilegalidad del uso del nombre Puebla en negociaciones vinculadas al futbol.

Sí, queda claro, si el futbol mexicano fuera saneado estrictamente por turbias situaciones, tal vez el edificio de la FMF sería una casa abandonada. El Castillo de la Corrupción.

Pero, hagamos referencia a la frase de arranque de este artículo: hay quienes limpian la maleza para que otros disfruten de las flores.

1.- ¿Y la hipocresía suprema de la Comisión del Futbolista? Claro respira y se mueve, sólo si Decio se lo permite.

Su existencia ha sido -- y será --, sin duda, un monumento a la corrupción laboral del futbol mexicano. Y los que ostentan cargos, ex jugadores o jugadores en funciones, son cómplices esclavizados y sumisos, que traicionan lo que fueron o lo que aún son.

2.- ¿Y qué tal una cartita, Rafa Márquez? Uno de los pocos jugadores con voz y personalidad, con ascendencia en el medio, que alguna vez provocó la renuncia, emboscada y entrampada de Néstor de la Torre, decide guardar silencio.

Y no sólo él. Otros con cierto liderazgo. ¿Cuauhtémoc Blanco? ¿Pável Pardo? O los exjugadores que hoy son directivos de equipos.

La sabiduría popular mexicana es exquisitamente exacta: "Hágase la voluntad de Dios... pero en los bueyes de mi compadre".

3.- Los futbolistas en México mejor pagados, mejor protegidos, que viven con estabilidad, deberían recordar que alguna vez fueron parte de esa maleza. Y que en algún momento pueden volver a ser parte de esa maleza.

Protegiendo a sus compañeros en desgracia en Dorados y Chiapas, están defendiendo su futuro y el de otros, y estarían agradeciendo que pudieron dejar de ser maleza, para ser parte del arreglo floral.

4.- Y en la pregunta más idiota de la jornada: los promotores que esquilman a clubes y jugadores, ¿no son capaces de proteger a su mano de obra?

Viven a costa de los futbolistas y después los abandonan. Para ellos, es mercancía prescindible, pisoteable. Los usan como papel higiénico.

Y el mismo futbolista es cómplice. Porque el jugador sabe que si lleva este fraude, este saqueo, esta ilegalidad de salarios impagos, ante un tribunal civil, y hasta penal, quedan marcados y no volverían a jugar al futbol.

Pruebas hay de ello: ¿acaso LaVolpe no debió tragarse el orgullo junto con la toalla de la podóloga, renunciar a la denuncia contra Chivas para poder volver a dirigir, otra vez dirigir mal, pero volver a hacerlo?

Cerremos con otra frase de House of Cards, esta de Carrie Underwood, que aplica a la perversa complicidad tripartita: federativos mezquinos, directivos malsanos y jugadores sin escrúpulos.

"Él (ellos) no (sólo) mide(n) su riqueza en jets privados, sino en almas compradas".