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Concacaf, el mejor amaño de la Selección F de México

LOS ÁNGELES -- Curazao y Jamaica. Dos espléndidos paraísos turísticos en el destino de México. El Salvador, siempre belicoso es el tercero en la reyerta.

Mediante la prestidigitación vulgar y macuarra de un tahúr artrítico con reúmas incluidas, la Concacaf organizó, bajo su voraz apetito fariseo, los grupos de la Copa Oro 2017.

Queda claro que la Concacaf orquestó su "sorteo" para que México sobreviva limosneando la mayor cantidad de dólares posibles en la Copa Oro.

Consciente la Concacaf de que México envía a una Selección F de Frankenstein a su torneo estelar, decidió que era urgente poner a bailar con la más fea, a ese bailarín torpe cuya coreografía dirigirá Pompilio Páez, mientras Juan Carlos Osorio busca "jugar la Final de la Copa Confederaciones", según lo dijo él mismo.

Y mientras Osorio enfrentará a una Rusia, local pero débil, y a un Portugal, en transición, avejentado y con Cristiano Ronaldo exhausto de Liga y Champions, el Tri versión arrejuntado tratará de llenar estadios, avanzar en el certamen y ganar medio boleto a la Copa Confederaciones.

Ojo, la descripción anterior obedece al plan maestro de la FMF y su Comisión de Selecciones Nacionales: finalista de la Confederaciones y campeón de la Copa Oro, y para eso Osorio realiza el peregrinar más extenso de un entrenador mexicano becado por la FMF, incluyendo el viaje del Sao Paolo a Sampaoli.

México es el único seleccionado que enfrenta a tres adversarios que no están en el Hexagonal Final de la Concacaf, dentro de su vecindario en la Copa Oro.

Clasificados, según FIFA en los últimos escalones de su cadena alimenticia en el listado de febrero, México como lugar 17, encarará al 73 (Curazao), 77 (Jamaica) y 114 (El Salvador).

Esa distancia en la voluble, tendenciosa y misteriosa clasificación de FIFA sería un referente determinante, pero a esta Selección Mexicana AV (Al Vapor) que enviará al torneo tal vez apenas con uno o dos jugadores de militancia, aunque no de trascendencia europea, cualquiera de los tres contendientes lo puede meter en problemas.

Mientras Osorio busca enfrentar en semifinales en Rusia, a la Alemania B que acudirá a la Confederaciones, y al terror psicológico del 7-0 con Chile, para la Copa Oro, Pompilio Páez, su brazo derecho, intentará darle forma y fondo a jugadores que se concentrarán después de vacaciones, y para tratar de entender la Filosofía Osorio, esa misma que incluso los referentes europeos, aún no descifran.

Queda claro que para muchos de los futbolistas mexicanos, tras numerosas concentraciones con el técnico colombiano, la mentada Libreta de Osorio les parece más confusa y compleja que el Ulises de James Joyce.

Sin tener la certeza de que sus aliados arbitrales Mike Geiger, Aguilar Chicas y Walter López comparezcan en sus partidos, México entonces deberá lidiar en el mano a mano futbolístico con las batallas inmediatas, además sin contar para entonces con jugadores como 'Conejito' Brizuela y la duda sobre el 'Chucky' Lozano.

En una logística innecesariamente exhaustiva, entre bochornos de verano y tormentas de la temporada, el Tri tendrá a Osorio en la semana previa a su debut, dependiendo claro está, de que cumpla su promesa de jugar la Final de la Confederaciones en Rusia. Emprendería entonces un vuelo el 3 de julio para enfrentar a El Salvador en San Diego el 9 de julio.

La opción que reflotó de manera saludable, en el sentido de que Chivas compareciera, con refuerzos a la Copa Oro, fue abortada por celos, inseguridades, miedos, rencores, venganzas e intrigas, aunque se mantiene una versión de que si queda campeón el Guadalajara en la Liga, sí se le utilizaría como base absoluta del Tri... pero dirigida por Osorio y no por Matías Almeyda. Complicado que se apruebe de esta manera.

Lo cierto es que la Concacaf cumple su primer objetivo: llenos absolutos en San Diego, Denver y San Antonio con la esperanza de que se trasladen luego a Phoenix, Pasadena y finalmente Santa Clara, el templo de los horrores y de los errores del Tri en aquel 7-0 ante Chile.

Lo cierto es que a la FMF no le preocupa en extremo que esta Selección SQP (Sálvese Quien Pueda) no sea campeón en esta Copa Oro, mientras llene las cajas de caudales de Concacaf, porque aún le quedaría la posibilidad de disputar la otra parte del boleto, en la siguiente Copa Oro para merecer otra repesca.

Insisto: la Concacaf orquestó su "sorteo" para que México sobreviva la mayor cantidad de dólares posibles en la Copa Oro.