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Raúl Jiménez, el todo terreno del 'Piojismo'

Miguel Herrera lo confesó cuando lo convirtió en el mil usos del América en la primera etapa del Piojo en El Nido: "No es el mejor futbolista que tengo, pero es el jugador más completo que tengo".

Y Raúl Jiménez no lo ha decepcionado. Su traslado de un futbol competitivo para saltar a una Liga mucho más exigente, como la Premier, con la Cenicienta de ocasión, el Wolverhammpton, se convierte en la magnífica oportunidad de madurar.

No ha sido fácil para Jiménez. Miguel Herrera lo convirtió en un todo terreno, pero en el resto de sus equipos lo han querido ver como un centro delantero estrictamente.

Alguna vez se tocó el tema con él. Jugando para el América y la selección, bajo la gestión de Miguel Herrera en ambos casos, Raúl Jiménez explicaba la afanosa asignación de ser un jugador de pujanza en ambas áreas.

Y para eso, había que estar consciente de dos riquezas: concentración y resistencia. Y, como lo dijo, había que correr y recorrer, "un chingo de kilómetros".

"Es cierto que tengo que hacer funciones diferentes que sólo estar en el área o ayudar al ataque. Miguel quiere que sea un jugador más completo, más útil. Sí, corro mucho en cada partido, no sé cuántos kilómetros, pero sé que son un chingo de kilómetros, ja, ja, ja, ja", explicaba.

"Lo interesante con lo que quiere (El Piojo) es que no se trata de correr detrás de la pelota, sino de estar concentrado en los recorridos que me pide. A veces son sobre un jugador o a veces sobre una labor específica, pero en este América hay que correr un chingo... no sólo yo, todos", agregó Jiménez en la charla con este reportero.

Además de su letal efectividad para cobrar penaltis en cualquier escenario, Raúl Jiménez ha debido adaptarse a diferentes exigencias de diferentes entrenadores, bajo perfiles de diferentes equipos, pero ahora en la Liga Premier le espera una nueva experiencia.

Con un físico que ha fortalecido, pero que evidentemente aún no ha aprendido a usarlo a plenitud, su llegada a un equipo con la exigencia de supervivencia, todo indica que con Wolverhampton tendrá la oportunidad de tener consistencia.

La Premier es determinante en ciertas enseñanzas, especialmente por esa mezcla demencialmente fascinante del futbol físico, vertiginoso y técnico.

Curiosamente, sin contar con la habilidad estrambótica de Javier Hernández -tal vez su mejor compañero en la selección mexicana--, ni con esa lectura de cazador del ex chiva, Raúl Jiménez lo supera en la capacidad técnica y en recursos colectivos para manejo de pelota.

Seguramente por esa afinidad, ya el mismo Chicharito debe haber orientado, y hasta advertido, al igual que Miguel Layún, de esa implacable lucha muscular y competitiva que le espera en las áreas.

Por lo pronto, ya sabe que tiene su propia doctrina. "Hay que correr un chingo, siempre", que es una doctrina ineludible para ser asiduo cada siete días a la cancha.