Sin otra alternativa que no sea una victoria, Leo Santa Cruz (32-1-1- con 18 KOs) enfrenta este sábado a Carl Frampton (23-0 con 14 KOs) en una revancha de la pelea que ambos celebraron el pasado 30 de julio y que terminó con la victoria del irlandés. La batalla encabezará una cartelera que tendrá lugar en el MGM Grand de Las Vegas y estará en juego el cinturón de súper campeón pluma de la AMB en poder de Frampton. Para el campeón, la batalla -en caso de repetir la victoria - le servirá para consolidarse como una de las grandes figuras de la división y le abrirá el camino hacia una pelea contra Lee Selby, Abner Mares y hasta Oscar Valdez, quienes también poseen títulos en 126 libras.
El caso de Santa Cruz, sin duda, es más dramático: está obligado a vencer. Ganar alejaría las dudas que dejó su desempeño en la pelea anterior y le daría solidez a su figura boxística y comercial. Una derrota, sería lo opuesto con todas sus consecuencias: perdería dinero, perdería su espacio en las expectativas de los fanáticos y perdería tiempo, ese tiempo que deberá dedicarlo a recuperar la imagen triunfadora para volver al primer plano.
Pero si ganar es una necesidad para el mexicano, muchas cosas deberán cambiar en su desempeño para que la victoria sea posible. La primera y más importante es el plan de pelea. La segunda, aceptar que para enfrentar a un rival de las características de Carl Frampton, hay que hacer ajustes.
Los errores cometidos en la primera pelea, tienen que ser tomados en cuenta a la hora de establecer una estrategia adecuada. Ese plan tendrá que tener en cuenta la especulación como medida inteligente si se busca controlar la ansiedad de un púgil que por primera vez enfrenta urgencias en su carrera. Y cuando decimos especular, nos referimos a que esta vez no podrá Leo Santa Cruz responder a sus instintos cuando se juegue la pelea en el intercambio. Frampton le demostró que tiene el antídoto para minimizar sus ímpetus y desnudar sus carencias cuando Santa Cruz trata de atropellar a sus rivales.
El mexicano deberá ser muy inteligente a la hora de elegir esos momentos para evitar un susto en la respuesta. O sea, algún golpe que lo tome mal parado y lo mande a la lona. Agresividad controlada parece ser la definición exacta para el código con el que Santa Cruz deberá congelar su temperamento.
Los otros ajustes pasan por el golpeo. Deberá ser metódico, concentrado en enviar sus mejores impactos por la zona central y evitando abrir los brazos para impedir ese paso adelante del irlandés que tan bien suele hacer para romper la distancia enemiga.
Mantener la distancia, trabajar la pelea larga y apostar al acierto en los golpes de poder son las premisas en el boxeo que necesita Santa Cruz. El contragolpe, podría ser un as bajo la manga. Se supone que esa herramienta es más apropiada a Frampton, sin embargo, el paso atrás y la respuesta a contrapié ante un rival rápido, puede producir efectos devastadores. Santa Cruz, tendrá que buscar esa opción, también.
¿QUE SE ESPERA DE FRAMPTON?
Cuando hablamos de que el mexicano necesita realizar ajustes, no hay garantías de que Frampton repita el mismo guion de la pelea anterior. El irlandés, también hará ajustes basado en la casi certeza de que el Santa Cruz de la revancha será muy diferente al del primer combate.
La velocidad es la principal característica del campeón y eso no cambia, por el contrario la presunción es que tratará de poner el pie en el acelerador a fondo en esta oportunidad. Ese aspecto fue el que más complicó a Santa Cruz en la primera pelea. Es obvio imaginar que lo repetirá en doble dosis y en base dupla: desplazamientos y golpeo.
Frampton saldrá a pasear a Santa Cruz, se moverá hacia izquierda y derecha tomando en cuenta las dificultades del mexicano para contrarrestar el boxeo rival cuando procede de los ángulos o entrará a la zona corta sin permiso, sorprendiendo con la izquierda en punta y machacando con golpes de poder a la zona alta o media en esos segundos en que Santa Cruz se desconcentra cuando le llegan en velocidad.
Si cada uno cumple con las previsiones, la pelea que veremos, en cierta medida, será muy diferente a la anterior. Frampton incrementará el vértigo de su boxeo y Santa Cruz le pondrá un freno a su explosividad para valorizar su mejor distancia y la potencia mediante el acierto en sus golpes de poder. ¿Qué puede ocurrir en ese escenario? Es natural imaginar que aparecerán errores. Algo normal cuando los ajustes se hacen por obligación, no por convicción.
Seguramente, habrá momentos en que Santa Cruz perderá el rumbo y volverá a sus instintos con la carga de peligrosidad que ello acarrea. Habrá momentos de confusión por causa de los nuevos planes de pelea y los rivales caerán en momentos de poca acción, mucho estudio y especulación. O sea, uno esperando por el otro, apostando al error y dándole importancia al acierto, por lo que ello suma en el puntaje considerando que otra vez la pelea termine cerrada en los doce asaltos.
¿QUIÉN GANARÁ?
Mi predicción es que Leo Santa Cruz podrá maquillar su boxeo y esos ajustes le darán mejor desempeño. Asimismo la realización de la pelea en Las Vegas, con el peso de la fanaticada mexicana desde la platea, será un factor a su favor que influirá en los jueces. Lo veremos arriesgar menos y acertar más, le pondrá énfasis a su defensa y la distancia como barrera que impida las combinaciones de muchos golpes de Frampton, que no dañan, pero suman en las tarjetas. Santa Cruz no tendrá esta vez el KO como premisa y si como una posible consecuencia de las oportunidades. No dudo que bajando los decibeles de su ritmo, hay posibilidades de frustrar a Frampton y que en ese escenario la velocidad del irlandés, bajo la influencia de la frustración, se convertirá en ansiedad. En esos casos aparecen los errores y las oportunidades de colocar golpes de KO, pero, repito, no aparece en mis presunciones el KO como algo posible. Esta batalla, nuevamente, apunta a terminar en las tarjetas y con una victoria clara en los números de Leo Santa Cruz.
Como sea, es una revancha atractiva, que a los buenos intercambios esta vez suma el choque de estrategias, un lugar que permitirá a las dos esquinas demostrar quien mejor trabajó en sus planes de pelea. El trabajo en equipo y el valor de la disciplina a la hora de cumplir esos planes, pueden ser la clave que le dé la victoria a uno y a otro. Si gana Leo, será inevitable la trilogía. Si gana Frampton, la riqueza en nombres de la división nos permite seguir avizorando grandes batallas en el futuro cercano. Sin duda, este es un gran año para el boxeo de primer nivel. Especialmente para la división pluma.