Gronholm, nacido en Espoo el 5 de febrero de 1968, ya unió su nombre en 2000, el año de su primer título, a los de otros tantos conocidos ya tópicamente como "finlandeses voladores": Juha Kankkunen fue campeón en 1986, 1987, 1991 y 1993, Tommi Makinen en 1996, 97, 98 y 99, Ari Vatanen en 1981, Hannu Mikkola en 1983, Timo Salonen en 1985 y Markku Alen, aunque éste último ganó el campeonato cuando se llamaba Copa FIA y aún no había ganado el rango de Mundial.

Marcus es hijo de Ulf Gronholm, un antiguo piloto de rallys que murió en un accidente cuando se entrenaba para una prueba. Empezó su carrera deportiva en 1987 al volante de un Ford Escort de 1.300 cc, y dos años después lo cambió por un Lancia Integrale, con el que llegó al Mundial, en el entonces llamado Rally 1.000 Lagos, en su país.

Durante los nueve años siguientes Marcus Gronholm, casado y con tres hijos, pilotó numerosos coches de la marca Toyota, con los que logró dos títulos nacionales consecutivos, en 1997 y 1998.

En 1999 fue contratado por el equipo oficial Peugeot para disputar algunas carreras concretas del Mundial al volante del nuevo 206 WRC, que compaginó con otras con el equipo español Seat.

Sus buenos resultados ganaron la confianza de la casa francesa, que para la temporada de 2000 le fichó para seguir todo el campeonato.

Ese año tardó poco en demostrar que la elección de los responsables de Peugeot había sido la acertada. Su primer triunfo con la marca del León llegó en la nieve y el hielo de Suecia. Después se mostró intratable en pruebas rápidas de tierra como Nueva Zelanda, Finlandia y Australia y supo aprender a ir rápido sobre asfalto. Un segundo puesto en la última cita del certamen, el Rally de Gran Bretaña, le bastó para lograr la primera de sus coronas.

En 2001 las cosas no le salieron como él había querido, a causa de numerosos abandonos, y no pudo luchar por un título que fue a parar a las manos del inglés Richard Burns, entonces en Subaru y hoy su compañero de escudería. No obstante, se impuso en los rallys de Finlandia, Australia y Gran Bretaña. Acabó cuarto al final del año.

Gronholm ha sabido aprovechar las tremendas virtudes del 206 WRC de Peugeot, un coche intratable todo el año, para hacer de 2002 su temporada. Sus victorias en Suecia, Chipre y Finlandia le permitieron llegar a Nueva Zelanda con el título prácticamente en el bolsillo. No desaprovechó la oportunidad y, a falta de dos carreras para acabar, ha sumado su segundo título mundial.

En total, Marcus Gronholm, un piloto que destaca entre los mundialistas por su carácter afable, ha disputado 66 pruebas del Mundial, de las que ha ganado 10 hasta llegar a Nueva Zelanda, donde el domingo, en la última etapa del rally puede sumar una más, ya que saldrá como líder.