Panizzi, que regresó al Mundial en esta prueba tras estar ausente en las dos anteriores carreras por la fractura de su clavícula derecha, demostró que pese a no estar al ciento por ciento en el aspecto físico sigue siendo el "rey del asfalto".

El piloto galo supo controlar en todo momento a sus adversarios, aunque la verdad es que en la segunda especial del día pasó por un susto, cuando su compatriota Philippe Bugalski (Citroen Xsara WRC) se salió de la pista y bloqueó la carretera.

El Peugeot 206 de Panizzi, que llegó al lugar al poco tiempo, tuvo que esperar ocho minutos para pasar, lo que necesitaron los espectadores en retirar de la carretera el vehículo de su oponente, que era segundo en la general y su principal amenaza al triunfo.

Bugalski tuvo que decir adiós al San Remo y el camino quedó más claro para Panizzi, que pasó a controlar con más calma, lo que fue aprovechado por el finlandés Marcus Gronholm, también piloto de Peugeot 206 y cada vez más sólido líder del Mundial, para acortar algo las distancias y situarse al finalizar la jornada a 22.1.

El dominio de la escudería del león se completaba con la actuación del británico Richard Burns, pero este cedió la tercera plaza al noruego Petter Solberg (Subaru Impreza WRC 2002) en la última especial, la más larga del día junto a la segunda (42,31 km.).

No obstante, Peugeot está en una situación envidiable para adjudicarse el mundial de marcas este mismo domingo, puesto que su rival, Ford, tiene colocados a sus pilotos en los puestos quinto (el estonio Marko Martin) y octavo (Colin McRae).

El español Jesús Puras, que llegaba a San Remo tras haber sumado su octavo título nacional, se mantiene en la sexta posición gracias a su regularidad y a su magnífica última especial, en la que marcó el tercer mejor crono.

Puras está a 1:52.0 de Panizzi y podría acercarse incluso a luchar por subirse al podio, aunque el tercero, Solberg, está a casi un minuto.