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¿Ahora que Russell Wilson fue canjeado, qué deben hacer los Seahawks?

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Para Ciro Procuna, Denver ganó en el trade de Russell Wilson (2:06)

Nuestro especialista considera que el equipo de Seattle tuvo que haber pedido, mínimo, 3 picks de primera ronda por el mariscal de campo. (2:06)

¿Reclutar un quarterback en el draft, adquirir un veterano o esperar que Deshaun Watson pueda jugar? Seattle enfrenta una gran interrogante sin respuesta clara

SEATTLE -- Canjeen a Russell Wilson... ¿y después qué?

Por los últimos 13 meses, esa ha sido la respuesta obvia a la persistente especulación que los Seattle Seahawks podrían separarse de su mariscal de campo estelar, una razón para pensar que existía una posibilidad remota, incluso con la tensión de la temporada baja pasada.

Porque si fueran a canjear a Wilson y separarse del jugador más importante en la historia de la franquicia, entonces, ¿qué harían los Seahawks --un equipo que tiene planeado ser contendiente en el 2022-- en la posición más importante del fútbol americano?

El "¿Después qué?" se convirtió en un "¿Ahora qué?" el martes, con el reporte de Adam Schefter de ESPN que Seattle enviará a Wilson a los Denver Broncos en uno de los canjes más grandes que la NFL haya visto.

Y la respuesta a esa pregunta es incluso menos clara ahora de lo que habría sido en esta época el año pasado, cuando los Seahawks --de acuerdo a una fuente-- estuvieron más cerca de lo que muchos creen de un acuerdo que habría enviado a Wilson a los Chicago Bears. Canjear a Wilson entonces podría haber puesto a Seattle en posición de encontrar a su posible reemplazo en una sólida generación de quarterbacks en el draft del 2021 que vio a cinco pasadores siendo elegidos en los primeros 15 turnos.

Canjear a Wilson ahora los deja con un vacío tan grande como la interrogante de quién lo llenará.

Porque a diferencia del año pasado, se considera ampliamente que este draft carece de talento de primera línea en la posición de quarterback. "Sí y sí" es lo que un evaluador de talento de otro equipo le dijo a ESPN a finales de la temporada pasada cuando se le preguntó si la clase de quarterbacks de este año es tan poco impresionante como la describieron los analistas.

Las señales tanto antes como después del Combinado de Talento de la semana pasada han sido que los Seahawks no están lo suficientemente convencidos con ninguno de los prospectos de este año para tomarlos en la primera ronda y que reemplacen de inmediato a Wilson.

Además, es difícil imaginar que el entrenador en jefe de los Seahawks, Pete Carroll, quien cumple 71 años de edad en septiembre y tiene la última palabra sobre los movimientos de personal, estaría dispuesto a comenzar de nuevo con un novato poco pulido que necesitaría años para desarrollarse antes de ser capaz de llevar a los Seahawks a otro Super Bowl. Eso también iría en contra de las palabras pronunciadas contantemente por el gerente general John Schneider de querer ser un "equipo consistente con calibre de campeonato".

"Es casi como canjear a Joe Montana", indicó un evaluador de talento de la NFL la temporada baja pasada cuando se le preguntó si los Seahawks en realidad se desprenderían de Wilson. "Es mejor que tengas a Steve Young en tu bolsillo trasero".

Una vez que el canje con Denver esté finalizado, los únicos quarterbacks en la plantilla de Seattle serán Jacob Eason (un prospecto en desarrollo de tercer año que ha aparecido en un partido en la NFL) y Drew Lock, la selección de segunda ronda del draft del 2019 que los Broncos están enviando a Seattle. Lock tiene un índice total de pasador por debajo de 40 en tres temporadas de la NFL jugando con un buen elenco a su alrededor en Denver, así que no ha demostrado lo suficiente como para convencer a nadie que es una respuesta a largo plazo.

Geno Smith, programado para convertirse en agente libre, demostró durante tres inicios en el lugar de Wilson la temporada tampoco que tampoco lo es.

Todo parece apuntar a la posibilidad de que llegue en canje otro quarterback a Seattle.

Tal vez los Seahawks exploren un canje por Deshaun Watson, siempre que el mariscal de campo de los Houston Texans sea absuelto de sus problemas legales con 22 demandas civiles presentadas en su contra por mujeres que lo acusan de acciones que van desde acoso hasta agresión sexual. No hace falta decir que eso sería extremadamente complicado y no hay garantías de que Watson esté disponible en el 2022.

Tal vez Seattle tenga sus ojos puestos en otro quarterback en el mercado de canjes como Kirk Cousins de los Minnesota Vikings, Derek Carr de Las Vegas Raiders o Tua Tagovailoa de los Miami Dolphins.

Sin embargo, esos mariscales de campo representarían una caída masiva respecto a Wilson, quien tiene 33 años de edad y deberían quedarle varios años en plenitud, sobre todo con lo dedicado que está en el cuidado de su cuerpo. Wilson lució en gran forma al final de la temporada pasada, sugiriendo que sus problemas de media campaña fueron el resultado de su lesión en el dedo y no una señal de un declive mayor.

No es que los Seahawks no hayan tenido tiempo para prepararse para la partida de Wilson. Estaba claro mucho antes de que las frustraciones de Wilson con la organización salieran a flote en febrero pasado que el matrimonio estaba en un momento complicado.

Pero incluso si Wilson hubiera querido salir, hay indicios de que fue así, ¿realmente habría sacrificado su imagen pública y forzado la mano de Seattle? Si los Seahawks estuvieran decididos a hacer que funcionara, probablemente podrían haberlo hecho, tal como han hecho los Green Bay Packers con su alguna vez inconforme quarterback Aaron Rodgers.

Los Seahawks debían tener sus propias motivaciones para canjear a Wilson, y un mercado de quarterbacks al alza probablemente esté cerca del tope de su lista. Wilson tiene dos años restantes en su contrato actual, lo que significa que la próxima temporada baja se perfilaría para un aumento masivo de los 35 millones de dólares promedio de su extensión del 2019. Su próximo acuerdo probablemente costaría más de 50 millones por año.

Tal vez los Seahawks consideraron insostenible seguir desembolsando esa cantidad de dinero mientras aún les faltaba demasiado para presentar un equipo con calibre de campeonato a su alrededor. Antes que le dieran a Wilson su primer megacontrato en el 2015, disfrutaron los beneficios de su acuerdo casi nulo de novato durante tres temporadas. Esa podría haber sido parte de la razón por la que mostraron interés antes del draft en Patrick Mahomes en el 2017 y Josh Allen un año después, y una fuente del equipo cree que los Seahawks habrían tomado a Mahomes si hubiese llegado hasta ellos.

Entre el dinero y la relación tensa, canjear a Wilson nunca pareció estar fuera de discusión para los Seahawks. La sorpresa es que está sucediendo ahora, en una temporada baja en la que no hay un camino claro hacia un reemplazo viable.

Entonces, ¿ahora qué?