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Ron Rivera espera "ascenso" de Washington Commanders, con Carson Wentz a bordo

La tercera temporada de Rivera como head coach en Washington develará la real dirección que lleva la franquicia

PALM BEACH -- Desde la conclusión de la temporada del 2021, el head coach de los Washington Commanders, Ron Rivera, ha apuntado al 2022 como una campaña clave. Se trata del tercer año de su programa en Washington, y fue el tercera año cuando se destapó en Carolina.

Luego, los Commanders adquirieron en canje al quarterback Carson Wentz, y este año se convirtió instantáneamente en la necesidad de dar un paso mayor. Ya no es un tema de "¿Podrán?". Ahora, es "Tienen que". Hay una presión distinta.

"Sí, lo siento", dijo Rivera respecto a esa presión. "Este es el año que dice, 'Vamos a ascender'. Y debemos estar ascendiendo".

Rivera ha aceptado esa presión. Washington conquistó la NFC Este en su primer año con una marca de 7-9. Comenzó con registro de 2-6 la temporada pasada, con una defensiva decepcionante, en ruta a una marca final de 7-10.

"Lo que sucedió en mi primer año fue una anomalía", manifestó Rivera. "No me dejo atrapar demasiado en eso. Mi segundo quizás estuvo a la par, quizás un paso en retroceso porque, aunque sentí que fuimos inmaduros, esperaba que pudiéramos rectificar y trabajarlo y tomar la dirección correcta".

El ex presidente de los Philadelphia Eagles, Joe Banner, dijo que el tercer año es el definitorio para un régimen.

"He dicho desde el día en que contrataron a Ron que pensé había sido una gran contratación, y pienso que así lo probará al final", explicó Banner. "Para mí, el tercer año, si eres un [gerente general] o head coach, es cuando, si has estado haciendo bien las cosas, empieza a notarse. Esta es la prueba. Este es el año en que esos tipos, y Ron en particular, deben mostrar que la base que han estado colocando ahora empieza a mostrarse sobre el campo, y comienzan a ganar más partidos".

Washington no ha terminado con una marca ganadora desde el 2016, y no ha ganado un partido de playoffs desde la campaña del 2005. En Carolina, los Panthers se fueron con un combinado de 13-19 en sus dos primeros años, antes de conseguir un 12-4 en el tercero (2013). Ese plantel del 2013 contaba con el quarterback de tercer año Cam Newton, quien se convirtió en Jugador Más Valioso de la NFL en el 2015.

"La tercera temporada es cuando das otro paso", refirió Rivera durante el actual receso de temporada. "Está área está hambrienta por un ganador. Desean a un ganador y yo deseo ganar".

Intentará hacerlo con Wentz. En Washington, es considerado como una mejoría, no solamente sobre Taylor Heinicke --un jugador que les gusta, pero a quien ven como suplente de primera línea--, sino sobre el nivel de quarterbacks que han tenido a lo largo de las cuatro temporadas pasadas. Algunos en la NFL señalan a Wentz más como un riesgo, apuntando al hecho de que ha sido canjeado dos veces en un año. De cualquier modo, el futuro de Rivera está ahora atado al segundo recluta global del draft del 2016.

"Nos avanza algunos pasos en la dirección adecuada", dijo Rivera de la adquisición de Wentz.

No es que todos crean que la presión se ha intensificado en Washington.

"Siempre hay presión", dijo el gerente general de Washington, Martin Mayhew. "Estamos en esto para ganar. Cada equipo está en esa situación, por lo que respecta a la presión. No cambia nada para nosotros".

Los Commanders canjearon una selección de tercer año de este año, además de una condicional de tercera ronda del 2023 --que puede convertirse en una de segunda ronda con base en minutos de juego-- además de asumir el salario completo de Wentz. No van a reclutar a un quarterback con el undécimo turno global del próximo draft. Se trata de Wentz, para bien o para mal, en Washington.

Wentz es el mejor quarterback que ha tenido Washington desde que emigrara Kirk Cousins al término de la campaña del 2017. Desde entonces, Washington posee el peor Total QBR de la NFL (36.7) y ha lanzado la menor cantidad de pases de touchdown (71). No es coincidencia, entonces, que los Commanders han recopilado una marca de 24-41 en ese lapso.

Se fueron con registro de 13-36 en los partidos en que Alex Smith no inicio durante ese periodo. Su liderazgo y gestión de partido ayudaron, y fue una inspiración en el 2020 regresando de una dramática lesión en la pierna que casi todos pensaron acabaría con su carrera. Pero, en sus 16 inicios, tiró 16 pases de touchdown y 13 intercepciones, y marcó un Total QBR de 38.1.

Mientras tanto, a lo largo de las últimas cinco temporadas, Wentz posee el duodécimo mejor Total QBR (60.4), y se ubica octavo en pases totales de touchdown (124).

Cuando persiguieron a Wentz, los coaches elogiaron su habilidad de lanzar el ovoide a todas las partes del campo. También, les gustó su trabajo en rutas cortas sesgadas y cruzadas, por su tamaño (6 pies con 5 pulgadas) para ver por encima de la línea y desprenderse rápidamente del ovoide.

Rivera ha hablado con el receptor abierto Terry McLaurin, quien puede ganar profundo o en pases rápidos, acerca de estar listo. Rivera dijo que ha hablado con jugadores defensivos que sueñan con un ataque capaz de anotar más puntos y brindarles más oportunidades de jugar con la ventaja. Ha hablado con el coordinador ofensivo Scott Turner, quien estudia cintas y responde con emoción a Rivera, "¿Ves ese pase que lanzó allí? Mira su sincronía en ese pase".

Rivera apunta a jugadores como el corredor Antonio Gibson y McLaurin como motivos para una mayor esperanza ofensiva de la mano de Wentz. Y, apunta a una defensiva que todavía puede ascender, gracias a una línea que cuenta con Chase Young, Montez Sweat, Jonathan Allen y Daron Payne.

Los Commanders finalmente deben convertir la promesa en realidad. Por ahora, hay esperanza renovada en el complejo.

"He visto elevarse el nivel de energía", dijo Rivera. "Cuando hablo con los nuevos compañeros [de Wentz], hay emoción en sus voces ... Se puede sentir cómo sube esa energía".

Rivera duró casi nueve temporadas completas en Carolina, porque aquella tercera campaña catapultó a la franquicia a cosas más grandes. Dos años después del 12-4 de su tercer año, los Panthers se fueron 15-1 y perdieron en el Super Bowl. Dos años después de eso, ganaron 11 partidos. Washington no ha ganado más de 10 en una temporada desde el 1991.

"El tiempo que duras en un lugar depende de ganar", admitió Rivera. "Eso nunca va a cambiar. Si eres exitoso, tendrás una larga y agradable estadía. Si no, será tiempo de cambio. Es el meollo de este negocio".

Para Rivera y Washington, la próxima temporada aportará un sentido claro de la dirección.