De pedir un cambio y tener una relación, al menos distante con la dirigencia, ahora el corredor se prepara para ganar tiempo de juego
INDIANAPOLIS -- El corredor de los Colts, Jonathan Taylor, tuvo un buen paso el miércoles por la tarde con su primera práctica equipada de la temporada.
Fue un gran día porque pasó el primer obstáculo hacia el tiempo de juego que se espera reciba contra los Jacksonville Jaguars el domingo cuando aumente su participación en su segundo juego de la temporada.
"Otro paso", relfexionó Taylor, todo sonrisas ante la perspectiva jugar más tiempo. Tuvo siete toques de balón en su debut en la Semana 5. "No puedo esperar para entrenar hoy".
La escena parecía improbable no hace mucho. El entusiasmo de Jonathan Taylor, su mera presencia en la plantilla y, sobre todo, su nuevo contrato de tres años no eran certezas antes de que todo se convirtiera en realidad.
Hace seis semanas, el gerente general de los Colts, Chris Ballard, describió la complicada disputa contractual de Taylor con el equipo con rara transparencia, comentando: "No me voy a sentar aquí y darles una imagen color de rosa como, 'Oh, todo está bien'. Apesta para los Colts. Apesta para Jonathan Taylor. Y apesta para nuestros aficionados".
Entonces, ¿cómo es posible que un enfrentamiento contractual que condujo a una petición de intercambio y frustración en ambas partes dio paso al tipo de progreso que llevo a la extensión por $42 millones que Taylor firmó la semana pasada?
Como resumió una fuente del equipo, todo se reducía a un concepto simple: "Ego versus resultado". En otras palabras, para ambas partes, los objetivos inflexibles tenían que ceder para lograr el mejor resultado.
"Hubo mucho trabajo tratando de reparar el espíritu y el corazón", señaló el propietario de los Colts, Jim Irsay. "Todo el mundo tiene su corazón en el lugar correcto, pero no siempre sale así".
Esto resultó muy cierto en los últimos meses. Una situación provocada por la decisión de los Colts de negar la solicitud de Jonathan Taylor de una extensión de contrato en la primavera se convirtió en una avalancha pública en toda regla después de que el jugador se presentara al campo de entrenamiento en julio. Taylor pidió ser intercambiado el día que llegó. Más tarde, Irsay y el agente de Taylor, Malki Kawa, intercambiaron palabras hostiles en las redes sociales. Taylor incluso abandonó el campamento en dos ocasiones distintas.
Después de permitir brevemente a Jonathan Taylor buscar un intercambio, pero finalmente rechazar las ofertas disponibles, los Colts colocaron a Taylor en la lista de incapacidad física para desempeñarse debido a una lesión previa en el tobillo. La decisión, que significó que Taylor se perdería los primeros cuatro juegos, les dio tiempo a las partes para descubrir cómo proceder. Pero el progreso aún dependía de que las partes superaran resentimientos.
Lentamente se fueron tomando medidas en esa dirección, dijeron múltiples fuentes.
Primero, Ballard se acercó a Kawa en un esfuerzo por bajar la temperatura. Tenga en cuenta que esto sucedió incluso después de que a Ballard le hubieran dicho en múltiples ocasiones que Taylor ya no quería jugar para los Colts. El rompehielos de Ballard, contaron varias fuentes, ayudó a mejorar la comunicación.
Aún así, Taylor no estaba realmente integrado en el equipo en ese momento. Estaba en rehabilitación en las instalaciones del equipo antes de las prácticas diarias, luego se marcharía sin asistir a reuniones ofensivas (una situación acordada con el equipo, dijeron fuentes del equipo). Ni siquiera asistía a los partidos locales de los Colts.
Pero cuando estuvo en las instalaciones, Taylor comenzó a tener conversaciones más profundas con el entrenador Shane Steichen. Esas conversaciones, dijo Taylor, resultaron fundamentales. A través de sus charlas, descubrieron sus puntos en común.
"Ambos queríamos ganar", subrayó Jonathan Taylor.
Cada uno de ellos se maravilló del potencial del mariscal de campo novato Anthony Richardson, y Taylor quería ser parte del éxito del joven mariscal de campo. Richardson fue colocado en la reserva de lesionados esta semana, pero tuvo un comienzo brillante antes de sufrir un esguince en el hombro.
"Teníamos el mismo tipo de sentimientos hacia [Richardson]", aceptó Taylor. "Quiero estar aquí para A.R. Quiero ayudarlo a crecer en el futuro. Él es el futuro de esta organización".
Las conversaciones de Jonathan Taylor con Steichen fueron refrescantes para el líder terrestre de la NFL de 2021. Su situación contractual había dictado durante meses el estado de su relación con el equipo, pero sus conversaciones con Steichen le permitieron dejar de lado temporalmente el aspecto comercial. Ballard notó un cambio en el comportamiento de Taylor.
"Con todo el asunto del negocio sucediendo, simplemente sentarme y realmente conectar con alguien en las instalaciones fue algo muy importante", recordó Taylor. "Ese es un lado estresante. Pero pude sentarme con Shane y hablar sobre cómo será el futuro. No sólo para mí, sino para todo el equipo. Sólo su visión. Y él quiere dominar legítimamente".
Mientras tanto, los Colts fueron sorprendentemente competitivos en el campo. Comenzaron 2-1 y una imagen interesante estaba tomando forma: el corredor Zack Moss estaba disfrutando de cierto éxito inicial y la idea de emparejarlo con Taylor se volvió aún más atractiva, apuntaron fuentes del equipo.
Los Colts, que muchos habían pronosticado estarían entre los peores equipos de la AFC, comenzaron a ver su temporada de manera diferente.
"Todos vemos el tipo de potencial que tiene este equipo", dijo Irsay.
En los días previos al juego de la Semana 4 de los Colts contra Los Angeles Rams, Ballard se acercó aTaylor y expresó su disposición a discutir un acuerdo, según una fuente cercana al jugador.
La semana siguiente, Jonathan Taylor fue designado para regresar de la lista PUP y comenzó a practicar el 4 de octubre. Al día siguiente, apareció en una conferencia de prensa que se sintió incómoda en ese momento pero que tiene sentido en retrospectiva. El acuerdo se estaba negociando y nunca se cierra ningún acuerdo hasta que se cierra. Eso podría explicar por qué Taylor mostró reticencia a hacer declaraciones contundentes. Entre sus respuestas cuando se le preguntó sobre su futuro, dijo: "Estoy aquí ahora mismo".
Al día siguiente, 6 de octubre, había un contrato sobre la mesa. Los cabos sueltos se ataron al día siguiente y Taylor firmó en la línea de puntos. Se hicieron todos los esfuerzos posibles, contaron las fuentes, para incorporar a Taylor antes de su primer juego de elegibilidad. Taylor, según una fuente, no quería jugar sin un nuevo contrato en mano.
Pero después de dejar de lado las emociones y encontrar áreas en las que estaban alineados, Taylor y los Colts lograron una hazaña que alguna vez pareció inverosímil, si no imposible.
"Si hay problemas con un jugador, hay que superarlos como franquicia", enfatizó Irsay. "Pero es mejor cuando todo, todo el mundo va en la dirección correcta".