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Ofensiva y defensiva se congelan fuera de casa y los Cowboys son dominados por los Bills

Los Cowboys lucieron como un equipo equipo errático y ordinario a la ofensiva y defensiva en su visita a los Bills.


La defensiva de los Dallas Cowboys tuvo uno de sus desempeños más vergonzosos que se recuerden, quizá, desde el partido que perdieron ante los Arizona Cardinals.

Sí, la defensiva de los Cowboys lució carente de energía y no mostró ganas de jugar en la derrota que sufrieron ante los Buffalo Bills con marcador de 31-10, el cual ni siquiera refleja el dominio que los locales mostraron durante el juego.

Este partido pudo terminar con un resultado más escandaloso si los Bills hubieran jugado con titulares todo el partido.

La realidad es que la defensiva de Dallas (10-4) es demasiado inconsistente e incapaz de jugar contra equipos capaces de dominar la línea de scrimmage con corredores físicos que no temen al contacto.

Lo mismo sucedió en Arizona y también fue el caso en la derrota ante los San Francisco 49ers. Los equipos que tienen un estilo físicamente agresivo han evidenciado a una defensa de los Cowboys que, en el juego en Buffalo, se vio tibia.

Los Bills (8-6) ni siquiera necesitaron arriesgar el balón por aire. Josh Allen sólo sumó 15 envíos de los que completó siete para 65 yardas, pero James Cook corrió para 179 yardas y un touchdown en 25 carreras para encabezar una ofensiva terrestre que generó 266 yardas.

Cook es el primer jugador que suma 200 o más yardas totales y dos touchdowns contra los Cowboys desde que Alfredo Morris lo hizo con Washington en diciembre de 2012.

Buena cantidad de las yardas que consiguió Cook fueron después del primer contacto con esfuerzos individuales y grupales a los que Dallas jamás equiparó.

“No jugamos bien hoy. Así de sencillo”, reconoció Mike McCarthy, entrenador en jefe de los Cowboys, tras la derrota en Buffalo. “Simplemente hay una brecha demasiado grande cuando jugamos fuera que cuando jugamos en casa. Tenemos que ser mucho mejores fuera”.

Para la ofensiva de los Cowboys, el duelo en Buffalo fue una pesadilla similar: Dak Prescott y compañía fueron incapaces de generar ritmo con una línea frontal que permitió cualquier cantidad de presión a su quarterback, quien en la segunda mitad, y con el partido decidido por completo, sufrió su primera intercepción después de 199 envíos.

Dallas llegó al último cuarto con sólo tres puntos por el gol de campo de Brandon Aubrey a la mitad del segundo cuarto y con sólo 92 yardas totales, su menor cantidad después de tres cuartos en más de una década.

Al final, los Coswboys sumaron 195 yardas totales, gracias a una última serie de 15 jugadas y 80 yardas que culminó con el touchdown de CeeDee Lamb en jugada reversible, pero ya ante los defensivos suplentes de los Bills.

Los Cowboys volvieron a ser el equipo que comete castigos en los momentos más trascendentes, incluidas tres faltas personales, algunas de ellas marcaciones cuestionables, pero, al final, marcadas por los árbitros cuando el partido aún era competitivo en la primera mitad.

Para colmo, el mejor liniero ofensivo de Dallas, el guardia derecho Zack Martin, dejó el juego con una dolencia en el cuadríceps derecho en el primer cuarto. Los Cowboyes esperan que esté disponible la próxima semana para visitar a los Miami Dolphins.

Tal vez, la única buena noticia que tuvieron los Cowboys en Buffalo fue que antes de comenzar el partido, ya habían clasificado a la Postemporada, gracias a las derrotas de los Green Bay Packers y los Atlanta Falcons, que se sumaron a la victoria de los Detroit Liones el sábado por la noche sobre los Denver Broncos.

Los Cowboys tienen marca de 3-4 como visitantes y amanecerán en el segundo lugar de la NFC Este, detrás de los Philadelphia Eagles (10-3) que visitan a los Seattle Seahawks en el duelo de lunes por la noche.