DALLAS -- Dak Prescott y Ezekiel Elliott ya probaron una dosis de realidad NFL.
Han comenzado a aprender que cada movimiento, acción o jugada será motivo de escrutinio, análisis y comentario, dentro y fuera del campo. En especial, si juegan para los Dallas Cowboys.
Prescott niega vivir un sueño, ya que dijo su buen arranque de temporada es producto del trabajo de años y en particular de su preparación desde que llegó a Dallas.
“Siempre he tenido grandes, muy grandes expectativas de mi mismo”, dijo Prescott este miércoles en el vestidor de The Star, el nuevo complejo de entrenamiento. “Mis expectativas incluso son más grandes del buen momento por el que estoy atravesando en el campo de juego”.
“Con esto, quiero decir que pretendo mejorar y jugar a un nivel más alto”, agregó. “Quiero darles más historia que escribir”.
Prescott vive el mejor arranque de temporada en la historia de los Cowboys, que incluye 62.7 por ciento de sus pases completos, 519 yardas y suma 75 pases lanzados sin intercepción aún en la NFL.
“Todo es circunstancial”, dijo. “Tienes que jugar al nivel de tu preparación y capacidad. Yo no estoy pensando en récords ni números, porque cuando más cuidas que no te intercepten, es cuando te interceptan más. Simplemente, hay que aplicar todo el aprendizaje de los entrenadores”.
El egresado de Mississippi State en la cuarta ronda del draft colegial se autocalificó como un mariscal de campo completo, que primero intenta pasar el balón y, si hay libertades defensivas, capaz de correr.
“Hay momentos, en que debes aprender a leer lo que el rival te da”, explicó. “Es más fácil poner todo eso en práctica aquí con receptores como Dez Bryant, Cole Beasley y Jason Witten, protegido por nuestra línea ofensiva. Son grandiosos”.
Dijo que una de las situaciones que aprovecha es que Beasley siempre está descubierto. El receptor interno de los Cowboys suma 13 recepciones para 140 yardas en los dos primeros juegos; su mejor arranque como profesional.
“Quizá no siempre estoy descubierto”, dijo Beasley con una gran sonrisa. “Pero quiero pensar que son más las ocasiones en que estoy abierto que cubierto”.
Elliott, en cambio, consideró que por momentos es más cuestionado de lo necesario, incluso con situaciones fuera de su carrera profesional.
“Sé que conmigo las expectativas son muy altas, fui seleccionado entre los primeros cinco del pasado draft”, comentó Elliott. “Pero nadie tiene las expectativas tan altas como yo mismo”.
Elliott suma 141 yardas en 41 corridas para promedio de 3.3 yardas por acarreo. El domingo pasado, soltó dos veces el balón, de las que los Cowboys perdieron uno.
“Me han criticado muy fuerte en los medios y redes sociales”, reconoció. “Trabajo fuerte para que eso no vuelva a suceder”.
El entrenador de los Cowboys, Jason Garrett, envió a la banca a Elliott después del segundo balón suelto y corrió con Alfred Morris.
Garrett ha reiterado que Ezekiel Elliott tiene que cuidar más el balón, aunque nunca ha dicho si será retirado de la titularidad rumbo al partido del próximo domingo por la noche contra los Chicago Bears.
“Nunca había sido enviado a la banca. Eso es nuevo para mi”, dijo. “Pero tienes que responder trabajando más fuerte al día siguiente. Eso lo único que puedes hacer y dejar eso atrás. Es la única manera de mejorar como jugador”.
LOS LASTIMADOS
- El esquinero Orlando Scandrick entrenó de manera limitada este miércoles debido a molestias musculares en las dos piernas, informó el entrenador Jason Garrett.
- El tackle derecho Doug Free también practico limitado por molestias en el cuadriceps derecho.
- Igual el ala defensiva Jack Crawford, quien tiene molestias en un hombro, de acuerdo al reporte oficial que envió el equipo a la liga.