EAST RUTHERFORD -- La reacción de Odell Beckham Jr. azotando su casco contra la red donde practican los pateadores, los saltos en la banca, la molestia y los reclamos a nadie en particular son demasiado para el entrenador en jefe de los New York Giants, Ben McAdoo.
El coach quiere ver a su receptor estelar "convertirse menos en una distracción" así los esfuerzos y energía del equipo pueden enfocarse en ganar partidos.
McAdoo tuvo conversaciones dos veces con Beckham durante la derrota del domingo, 29-27, ante los Washington Redskins en el MetLife Stadium. Beckham se enfrentó contra el esquinero Josh Norman la mayor parte del partido en su primer enfrentamiento desde su accidentada confrontación del año pasado.
"[Beckham] tiene que controlar mejor sus emociones y convertirse menos en una distracción para sí mismo y para sus compañeros", declaró McAdoo este lunes en una conferencia telefónica con los reporteros. "Es nuestro trabajo ayudarlo con ese proceso y a madurar".
Beckham tiene al menos cinco multas conocidas en menos de tres temporadas y una suspensión por sus acciones el año pasado contra Norman. McAdoo cree que depende de él, sus entrenadores y los compañeros de Beckham ayudarle a enfocar esas emociones en la dirección adecuada.
Es un trabajo complicado que no parece tener solución rápida.
"Se necesita mucha gente", sentenció McAdoo. "Se necesita tiempo".
Beckham tuvo siete recepciones en 11 pases enviados en su dirección para 121 yardas frente a los Redskins. Pero pareció estar llorando después del partido.
El receptor de Pro Bowl ha admitido ser un jugador emocional. Recientemente se comparó con la estrella de la NBA, Russell Westbrook, y cree que esa energía es parte de lo que lo hace uno de los mejores receptores abiertos de la NFL.
"¿Alguna vez han visto a Russell Westbrook jugar baloncesto? Juega con mucha emoción o pasión, como quieran llamarlo", indicó Beckham la semana pasada. "Es lo que es mejor para algunos jugadores y lo que no es mejor para otros jugadores. Lo usas y eres inteligente. Juegas de manera inteligente. Es fútbol americano al final del día".
Puede convertirse en una distracción. McAdoo y el mariscal de campo Eli Manning pasaron parte del domingo ocupándose de Beckham en la banca. Ese tiempo quizás pudo haber sido mejor utilizado revisando fotografías, discutiendo jugadas pasadas o futuras o cualquier tema relacionado con el partido en lugar de calmar a su principal arma ofensiva.
Beckham estalló después del campo el domingo luego de una intercepción en el último cuarto y azotó su casco contra la portería donde practican los pateadores. Beckham terminó golpeándose un lado del rostro y tenía un golpe después del partido y dijo que no recordaba cómo sucedió.
McAdoo refirió que ha lidiado con jugadores emocionales en el pasado. Los equipos en los que ha estado han podido cubrir esas emociones.
"De la misma manera. Comunicación. Tener a diferentes personas, entrenadores, asistentes para comunicarse", sentenció McAdoo. "Ayudarle a dirigir su atención".
Beckham no vio ningún problema con sus emociones el domingo. No pensó que estuviera exagerado. "Igual que siempre", dijo. "Igual que siempre ha sido".
Y su entrenador piensa que ese es un problema.