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Shayne Skov nació en EEUU, pero afirma que sus raíces están en Guadalajara

El linebacker de 49ers, Shayne Skov, nació en Estados Unidos y cumplió su sueño de jugar en la NFL, pero asegura que su corazón y sus raíces están en México, a donde planea volver cuando termina su carrera profesional. Getty Images

SANTA CLARA, California -- Gusta de las tortas ahogadas y la música de banda; vive en Guadalajara y habla español a la perfección. Pero su apariencia y apellidos están lejos de ser los de un típico hispano.

El linebacker de los San Francisco 49ers, Shayne Skov, es más mexicano por convicción que muchos que lo son por nacimiento. Y por supuesto que festeja el Mes de la Herencia Hispana en plan grande.

“Mis raíces vienen de México, aunque mi sangre no sea mexicana. Hay raíces y es mi hogar”, afirma Skov, ya naturalizado mexicano, en referencia a ser un representante de los hispanos en la NFL.

“Cuando tengo mis campamentos de instrucción de futbol americano, lo hago en México, no en Estados Unidos. La idea es compartir mis experiencias. Todo lo que he recibido de México es regresar un poco el favor (...). Siento que parte de lo que soy es México y yo soy mexicano”, agrega el linebacker.

Skov se mudó con sus padres y hermanos a Guadalajara cuando tenía 8 años desde el Área de La Bahía para tratar de sobrellevar mejor la esclerosis múltiple que sufría su mamá.

Pronto se adaptó a las costumbres, a las escuelas, los deportes y, en general, a las costumbres de su nuevo hogar, como cualquier otro niño en México.

Empezó a jugar futbol americano en las categorías infantiles en el club Carneros de Guadalajara, donde despegó para regresar solo a la preparatoria en Estados Unidos y luego convertirse en estrella del futbol americano colegial en la Universidad de Stanford.

De Stanford sólo cruzó La Bahía para iniciar su carrera como profesional tras ser contratado por los 49ers en la NFL en 2015.

Su hermano Patrick, otra estrella del futbol americano colegial que comenzó su carrera deportiva también en Guadalajara con los Carneros, radica en Atlanta, donde termina su postgrado en Georgia Tech, gracias a la beca que consiguió por practicar el deporte de las tacleadas.

El casco, las hombreras y las fundas le permitieron también a Patrick jugar y hacer la licenciatura en la Universidad de Stanford.

Shayne aún considera a Guadalajara su hogar primario, el lugar donde viven su papá y hermanas menores.

“Ahí vivo, ahí está mi familia. Ahí llevan ya más de 15 años en Guadalajara. Ese es mi hogar”, reiteró el linebacker gambusino.

Como cualquier joven de 26 años, Shayne visita a su familia cada vez que sus obligaciones profesionales lo permiten.

“Dos o tres veces al año”, comentó. “Durante la temporada es complicado, por nuestro horario no tenemos mucho tiempo y luego tenemos mini campamentos fuera de temporada, así que nos quedan como dos o tres meses de los cuales visito al menos un mes en total”.

Su familia lleva también una vida normal como cualquier otra.

“Mis hermanas van a la escuela y creo que van a clases de combate. Seguro mi papá las tiene muy ocupadas. Y mi papá tiene su restaurante de hamburguesas, así que están allá muy ocupados con sus vidas”, relata Shayne.

“Durante los veranos me visitan aquí en Estados Unidos y cuando tengo tiempo libre, yo voy a visitarlos”, agrega el defensivo que usa el número 56 con los 49ers.

Los Skov viajan al menos un par de ocasiones para ver jugar a Shayne, como cuando era niño en los campos de futbol americano al sur de la frontera.

“Para mí sigue siendo mi niño que juega y alcanzó su sueño de llegar a la NFL”, afirma Peter Skov, padre de Shayne, en entrevista telefónica con ESPN Digital. “Gozo mucho con él, pero también sufro como con cualquier hijo por la distancia.

“(Shayne) es un niño mexicano, hispano, como cualquier otro. Extraña venir con la familia, extraña Guadalajara, a sus amigos, su comida. Pero es feliz alcanzando sus objetivos allá en San Francisco”, agrega el orgulloso padre.

Skov reconoció que es afortunado de jugar para el equipo del que fue aficionado desde muy pequeño en el área donde vivió antes de mudarse a México; la misma zona en la que estudió, jugó y se convirtió en uno de los mejores linebackers en la historia de Stanford.

Pero, también reconoce que extraña muchas cosas de su Guadalajara querido.

“No sé cómo explicarlo, pero la manera de vivir es diferente (en Guadalajara). Es una cultura completamente diferente y la verdad, la veo más relajante. Extraño tener comidas con mis amigos, con mi familia. Las reuniones de los sábado eran especiales”, recuerda.

Para revivir esos momentos y llevarse con él gratos momentos de sus visitas a Guadalajara, Shayne procura reunirse con sus amigos cada vez que visita la Perla Tapatía.

Y a largo plazo, esas reuniones quizá sean cosa de todos los días, pues Shayne señala que considera regresar a vivir a México con su familia una vez que termine su carrera en el futbol americano.

“Aparte, tengo mi fundación en Guadalajara y varias cosas que estoy intentando hacer en México. Siempre México va a ser parte de mi”, reiteró.

Mientras eso sucede, Shayne aprovecha su posición como una figura hispana importante en los 49ers y el Área de La Bahía para acercarse a los latinos, incluso apoyando la formación educativa de los miembros de esa comunidad.

“Estoy involucrado con varias amigas de Stanford que tienen empresas que tratan de educar a la comunidad latina. Educan a algunas minorías en programación de computadoras y matemáticas”, relata Skov.

ES BUENO SABER QUE...
Shayne Skov está enlistado de manera oficial en la guía de prensa de los San Francisco 49ers como “miembro de una exclusiva lista de jugadores Hispanos que han llegado a la NFL”.