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Osweiler acapará la atención, pero el partido se decidirá por tierra

HOUSTON -- Aún cuando es seguro que la atención estará sobre el actual quarterback de los Houston Texans (y ex mariscal en Denver) Brock Osweiler, la preocupación más grande que tienen los Broncos para su partido ante los Texans el lunes en la noche es buscar la manera de recobrar el moméntum que los llevó a un arranque invicto tras las primera cuatro semanas de la temporada regular.

La liga pasó de estar moderadamente sorprendida a sencillamente aceptar el gran arranque de los Broncos, simultáneamente sorprendida con el buen rendimiento de Trevor Siemian en sus primeras semanas como quarterback titular en la NFL y seguir impresionados con una defensa que continuó sometiendo a la obediencia a los oponentes tal y como lo hizo hace un año en ruta hacia un campeonato del Super Bowl.

Pero tras derrotas consecutivas ante los Atlanta Falcons y los San Diego Chargers en un espacio de cinco días, el brillo sobre los Broncos (4-2) ya no es el mismo. Tan rápido como los observadores llenaron de loas a los Broncos tras vencer a los Tampa Bay Buccaneers el 2 de octubre, así de rápido ha cambiado la apreciación de las fisuras sobre su armadura.

"Los últimos dos partidos para nosotros ha lucido desgraciadamente iguales", dijo el entrenador en jefe de los Broncos, Gary Kubiak, quien regresó esta semana tras una semana fuera por una enfermedad. "Hemos comenzado lento. Lo hemos corregido con la defensa, pero ofensivamente, estamos enfrentando problemas en la línea. Tenemos que jugar mejor".

Como se esperaría de un equipo con aspiraciones de campeonato, los Broncos se han enfocado en como la auto-crítica, discutiendo la manera en la cual la responsabilidad y la comunicación son la clave para reconstruir su barco ganador. Desde un punto de vista técnico, los Broncos podrín mejorar su ataque por tierra, algo que hicieron particularmente bien en sus victorias ante los Panthers y Colts para abrir la temporada.

Los Broncos acumularon 282 yardas y tres touchdowns por tierra en esas dos victorias. En los cuatro partidos desde encontes, han perdido su eficiendo, bajando su promedio por acarreo de 4.7 yardas a 3.3, totalizando apenas un touchdown y 309 yardas en 95 intentos.

C.J. Anderson, el líder en yardas por tierra de los Broncos con 330 yardas y tres touchdowns en 94 intentos tendrá la oportunidad para reencontrar su paso contra los Texans, quienes entran al partido con la defensiva por tierra en la 29na posición en la NFL.

"Definitivamente que las últimas cuatro semanas no han sido las mejores, especialmente las últimas dos semanas", dijo Anderson. "Pero eso está en nosotros en buscar la forma de hacer más jugadas. En mí, yo tengo que lograr obviar algunas tacleadas y hacer esas jugadas en grande.

Obviamente, Osweiler será la atracción principal en el Sports Authority Field en Mile High. Osweiler intentó 30 pases en tres temporadas como suplente de los Broncos antes de finalmente ganarse tiempo de juego la temporada pasada, convirtiendo una marca de 5-2 como titular a un contrato de $37 millones con los Texans como agente libre en la temporada muerta.

En términos estadísticos, Osweiler ha sido inferior a Siemian, quien en última instancia se ganó la posición que había sido envuelta en papel de regalo para Osweiler una vez Peyton Manning anunció su retiro. Y, como los Broncos, los Texans han estado descansando en su juego por tierra para estabilizar lo que de otra manera sería una defensa inestable.

El running back Lamar Miller quien, como Osweiler, firmó un contrato con los Texans como agente libre, acarreó para 149 yardas con un touchdown en la victoria ante los Colts el pasado domingo por la noche. Está tercero en la AFC con 520 yardas por tierra y concretizó su estatus como la punta de lanza del ataque de los Texans con su gran partido en la victoria en tiempo extra contra los Colts.