Este artículo aparecerá el 2 de enero en ESPN The Magazine: Anything is Possible Issue.
BRISTOL -- Podría parecer que hay más separación que nunca entre los buenos y malos equipos en la NFL. Mientras escribo esto, los Dallas Cowboys y New England Patriots tienen la posibilidad de terminar 14-2, mientras los Cleveland Browns podrían acabar 0-16.
Pero a medida que la temporada regular de la NFL se acerca a su final, una mirada más cercana a los números revela lo contrario: los equipos acumulan talento más cerca de lo que parece. La liga está en una encrucijada y los próximos años determinarán cuáles franquicias contendientes ascenderán a un nuevo dominio, o si eso incluso aún es posible.
La manera técnica de expresar cómo se ha reducido la brecha entre los equipos es por los diferenciales de puntos de los equipos. Eso es 16.3 por ciento esta temporada (hasta la Semana 14) que ha llegado a su punto más bajo en al menos cinco años, lo que quiere decir que incluso los mejores equipos no sn fantásticos e incluso los peores no son históricamente malos. Los Patriots, por ejemplo, están en camino para superar a sus rivales por 146 puntos, que sería el mayor margen en la NFL pero es el tercero menor para liderar la liga en una temporada de 16 partidos. Detrás de ellos, los Kansas City Chiefs y Detroit Lions han ganado más de dos terceras partes de sus partidos derrotando a sus rivales por menos de 100 puntos combinados. Por su parte, los Browns serán superados por 207 puntos, seguramente horribles, pero no están entre los peores 40 desde 1940 y ni siquiera cerca de los Lions del 2008 que terminaron 0-16 (-249) o los Tampa Bay Buccaneers que tampoco ganaron ningún partido en 1976 (-287).
Es muy probable que los equipos luzcan menos malos juntos de lo que realmente son. Por un lado, los peores equipos de la liga han sido bastante malos pero también han sido desafortunados. Hasta la Semana 14, Cleveland, San Francisco 49ers, Jacksonville Jaguars y Chicago Bears se han combinado para 3-19 en partidos decididos por un touchdown o menos. Y del otro lado, un puñado de equipos ganadores han pasado por encima de sus rivales. Los Dallas Cowboys y Oakland Raiders podrían ser los favoritos para enfrentarse en el Super Bowl, pero ambos equipos están en ritmo para superar sus estadísticas de fondo pr más de dos victorias esta temporada. Los Cowboys y Raiders son contendientes dignos, pero sn más similares a equipos de 10 u 11 victorias en el pasado que a una aplanadora de 14 o 15 triunfos.
Es entre estos extremos que uno puede ver realmente la compresión de la NFL: con dos partidos por jugar, 12 equipos estaban en ritmo para ganar de ocho a 10 partidos y por consiguiente estaban en la parte baja de la contienda por los playoffs. Ese es un grupo grande; sólo nueve equipos registraron de ocho a 10 victorias en cada una de las últimas dos temporadas. Y creo que una razón para la gran cifra es que muchos de esos equipos tienen plantillas desbalanceadas.
Consideren a los Atlanta Falcons, empatados en la cima de la NFC Sur y ganando más yardas por jugada y anotando más puntos que cualquier otro equipo en la NFL. La ofensiva de los Falcons de hecho está 11.1 puntos por partido encima del promedio luego de ajustar para sus rivales, de acuerdo al sistema de clasificación sencilla de Pro Football Reference y su defensiva está 3.5 puntos por partido por debajo del promedio. La diferencia es la más grande desde los Denver Broncos del 2013 y ese tipo de disparidad se ha vuelto más común. Piensen en los Houston Texans, Indianapolis Colts, Seattle Seahawks. En total, ocho equipos tienen una brecha de más de un touchdown por partido entre sus unidades ofensiva y defensiva esta temporadas, el doble de las últimas tres campañas.
Así que bienvenidos a la temporada, y posiblemente la era, del equipo de la NFL B+. Mientras un puñado de franquicias del fondo y otras, como los Carolina Panthers y Cincinnati Bengals, se caen inesperadamente, ha habido victorias inesperadas para equipos como los Miami Dolphins y Buccaneers. Pero ninguno de los equipos que ha registrado victorias esta temporada ha sido fantástico y algunos literalmente sólo son medio buenos.
Cualquier miembro del club de equipos bastante decentes podría seguir avanzando bien y convertirse, por ejemplo, en los próximos Pittsburgh Steelers. Pero existe otra posibilidad. Del 2010 al 2015, el número de partidos que jugadores clave de los equipos de la NFL se perdieron por lesión aumentó en un 36 por ciento, de acuerdo a Football Outsiders. Las lesiones podrían estar tan descontroladas ahora que es prácticamente imposible construir unidades completas de gran calidad que sobrevivan intactas por 16 semanas. Después de todo, los Green Bay Packers no planearon una nómina desbalanceada este año como tampoco los Minnesota Vikings; las lesiones destruyeron la defensiva de los Vikings y golpearon gravemente a la ofensiva de los Vikings. Sólo se necesitan uno o dos nombres importantes --como Clay Matthews, Teddy Bridgewater y Adrian Peterson-- para caer. A medida que las estrellas pasan más tiempo en la banca, es más probable que las clasificaciones se agiten un poco.
No podemos estar seguro aún de lo que demostrará ser el 2016. Pero podemos estar listos para ver a la NFL dirigirse a un lugar diferente.