FRISCO. Texas -- Los Dallas Cowboys quieren que Ezekiel Elliott demuestre mayor madurez. Y mientras más pronto, mejor.
Pero esto no es un tema nuevo.
Elliott, el cuarto jugador reclutado en el Draft de 2016, se involucró a sí mismo en una controversia cuando jaló la blusa de una mujer y expuso sus senos en una fiesta la semana pasada.
No se han presentado cargos y la mujer no se ha quejado públicamente por las acciones de Elliott.
Aun así, esas acciones muestras falta de juicio, considerando que la NFL aún debe cerrar su investigación por un presunto incidente de violencia doméstica el verano pasado entre Elliott y su ex novia.
Entiendan, un jugador no tiene que cometer un crimen para ser suspendido por el comisionado Roger Goodell. Todo lo que tiene que hacer es violar la política de conducta de jugadores de la liga.
Hablen con él número suficiente de gente en la organización de los Cowboys y es claro que esperan que el mensaje que le envían de madurez llegue a Elliott antes de encontrarse a sí mismo en una reunión con Goodell.
Cuando se le pregunta a miembros de la organización de los Cowboys sobre las acciones de Elliott, se nota exasperación en sus respuestas, aunque no creen que Elliott actúe con malicia, pero el club quiere que el jugador de 21 años tome mejores decisiones.
Más de una vez, Elliott ha sido sermoneado sobre la importancia de entender que va a estar bajo el escrutinio cada vez que se dirija a casa. Cuando lo reclutaron, los Cowboys sabían que al corredor le gusta ir de fiesta y han hablado con él sobre cómo conducirse con seguridad en esas reuniones, ya sea usando seguridad privada o llegando a esos lugares por entradas privadas.
Los mensajes, dicen en los Cowboys, siempre son bien recibidos por Elliott, pero sus acciones no muestran que el cambio en su comportamiento sea constante.
Este equipo está construido alrededor de la habilidad de Elliott de la misma forma en que los equipos campeones de los Cowboys de los años 1990 fueron construidos alrededor de Emmitt Smith. Elliott hace que la línea ofensiva sea mejor, que los receptores sean mejores y que el quarterback Dak Prescott sea mejor.
Los Cowboys no pueden darse el lujo de que lo suspendan porque el comisionado crea que atrae atención negativa a la NFL.
El coach Jason Garrett platicó con Elliott en agosto, cuando el entonces corredor novato visitó una tienda de mariguana el día de un juego de pretemporada ante Seattle. La visita no fue ilegal, pero no fue bien visto que uno de los jugadores más visibles de la NFL la hiciera.
“No fue una buena decisión . (Ezekiel) y yo platicamos sobre el tema”, dijo Garrett en ese momento. “Fue sólo una pobre decisión de Ezekiel y los jugadores jóvenes algunas veces deben entender que la percepción puede ser realidad.
“Uno debe entender que está bajo el microscopio las 24 horas del día”, agregó el estratega.
En febrero, Elliott estaba en un bar en Columbus, Ohio, cuando uno de sus amigos más cercanos fue arrestado por introducir un arma al establecimiento. No fue culpa de Elliott, pero atrajo atención negativa hacia él.
Elliott fue líder de la NFL en yardas por tierra en 2016 con 1,631 y 15 touchdowns para ayudar a los Cowboys a tener marca de 13-3 y ganar la NFC Este.
El corredor es una estrella y, esencialmente, lo ha sido desde su último año de preparatoria. Los Cowboys dicen que también sufre de los problemas naturales que plagarían a un millonario de 21 años.
Los Cowboys aseguran que serán consistentes y pacientes en su intento por ayudar a Elliott a mejorar como jugador y persona.
Más de una vez, Garrett ha dicho que entiende que los jugadores cometen errores, pero desea que acepten la responsabilidad por ellos y que tomen las acciones necesarias para rectificarlos.
Garrett te dirá que establecer una cultura de equipo es una tarea diaria. El proceso para que Elliott desarrolle algo de madurez es igual.