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Todd Bowles alza las cejas con preguntas sobre la puntualidad de Jets

El head coach de los Jets justificó la indisciplina de sus jugadores y envió un mensaje incorrecto. USA Today Sports

Todd Bowles, el hombre en la silla caliente, está abrazando lo que muchos sentirían como un reto insorteable.

Está saboreando la competencia en cada posición, incluida la de quarterback. Está tratando de expandir su repertorio como coach, diciendo que se involucrará en la ofensiva. Está hablando de la juventud de su roster, quizá, deseando que la nueva energía pueda compensar la deficiencia de talentos.

Hablando en la reunión de dueños de la NFL, el martes, Bowles no sonó como un 'Dead Coach Walking', como algunos lo han calificado. Incluso, ha usado la palabra "emocionado" un par de veces, y cualquiera que lo haya visto en las diagonales sabe que no es la clase de tipo que se emociona.

Sí, el coach de los New York Jets habló de todas las notas correctas en una sesión de 60 minutos con los reporteros... hasta que lo cuestionaron sobre las tardanzas de los jugadores, en obvia alusión a los episodios de Sheldon Richardson y Muhammad Wilkerson la temporada pasada. Ambos fueron a la banca durante un cuarto por su retraso para llegar a los meetings y, en el caso de Wilkerson, por perderse una caminata en la práctica.

Bowles minimizó el problema de los tardanzas desde el punto de vista del equipo.

"Siempre vas a tener retrasos con los jugadores. Es parte de esto", dijo. "Algunas veces vas tarde al trabajo. Es la vida. No amenazas la vida de nadie. Esos chicos, después de eso, fueron puntuales y estuvieron bien, no tuvimos un problema con ellos después de eso. Algunas veces, la alarma de tu reloj no funciona como debe".

Un presentador de un show de radio en Nueva York fue más allá de los comentarios hasta cuestionar su habilidad para mantener la disciplina del equipo. Relájense, amigos, apenas estamos en marzo.

Miren, fue una respuesta decepcionante por parte de Bowles, una oportunidad perdida. Pudo dejar un tono para la temporada -- un nuevo tono -- diciendo: "Reglas son reglas, y habrá consecuencias si se rompen". No fue su intención, pero sonó como si los estuviera justificando.

Algunas veces, parece que Bowles deja que el ex jugador le dé forma a sus opiniones. Cuando jugaba, probablemente fue testigo de incontables ejemplos de jugadores que llegaban tarde a una reunión por un error honesto, es decir, la falla de una alarma. Así que, sí, en el gran esquema de la vida, no es un asunto grave. Pero éste no es el mundo real, es la NFL. Y él ya no es más un jugador, es la figura de autoridad, cuyas palabras y acciones repercuten en una percepción. Sus palabras también establecen la agenda de sus jugadores.

Bowles ofreció una respuesta similiar cuando se le preguntó sobre una pelea en el vestidor, la temporada pasada, que incluyó un argumento en el sentido de que Brandon Marshall había dejado una "nube negra" sobre el equipo, de acuerdo con Darrelle Revis.

"He estado en equipos en los que había preocupaciones de vestidor y auténticas peleas", dijo Bowles. "El año pasado no fue nada, fue sólo el sentimiento de la derrota. Pareció que la gente lo hizo ver como lo más importante y lo hizo peor de lo que en realidad era".

Una vez más, Bowles sonó como un ex jugador, al decir, básicamente: "Los chicos serán chicos". Claramente, el tema fue mucho más serio que eso, basado en los comentarios de sus mismos jugadores.

El DNA de Bowles puede estarle diciendo que esos fuegos de la temporada pasada no fueron un problema mayor, pero es su trabajo apagarlos. Uno de sus mentores, Bill Parcells, siempre sintió que una de sus responsabilidades como head coach era darle forma a la percepción que se tenía de su equipo. Era un maestro usando a los medios para hacer llegar su mensaje a los fanáticos, y lo más importante, a sus jugadores.

El martes, Bowles envió el mensaje incorrecto.