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La paradoja de ser corredor de NFL

Esta historia aparece en la edición del 8 de mayo de ESPN The Magazine.

Leonard Fournette, el corredor de LSU seleccionado cuarto global en el draft por los Jacksonville Jaguars, corre de un modo que suele describirse como castigador. La palabra puede interpretarse de dos modos. Cuando Fournette acarrea el ovoide, es menos proclive a danzar alrededor de sus oponentes a tratar de atravesarlos. Esencialmente, los castiga, pero también castiga a su propio cuerpo, el cual, como todo cuerpo de corredor, carga con una inexorable fecha de caducidad.

Cuando Fournette firme su contrato de novato en esta primavera, esa fecha, que refleja todas las temporadas, juegos y acarreos que acumuló como atleta colegial no remunerado, llegará como un alivio importante. Probablemente firmará un contrato por unos 6.7 millones de dólares al año, pero podría tratarse de su única oportunidad real a la recompensa. Tiene 22 años de edad, y no llegará a la agencia libre hasta que haya cumplido al menos 26, y probablemente 27 si el equipo ejerce una opción al quinto año de contrato.

Sucede que 27 también es la edad en la que el desempeño de la mayoría de los corredores se desvanece.

La escala de paga a novatos de la NFL, la cual fue creada en el 2011, ofrece a los propietarios un mecanismo para evitar pagar de más por fiascos de draft e, idealmente, redistribuye el dinero a los veteranos. Ha sido una bendición para los administradores del tope salarial y una maldición para muchos corredores. Como todos los jugadores reclutados deben firmar contratos pro cuatro años que no pueden ser renegociados hasta su receso de temporada final, son mano de obra barata y de bajo riesgo, una de las razones por las que la edad promedio de los jugadores de NFL está cayendo. Pero mientras todos los jugadores deben esperar para alcanzar la agencia libre, la demora golpea a los corredores especialmente fuerte. Según ESPN Stats & Information, las yardas terrestres del corredor promedio empiezan a descender dramáticamente en cuanto cumple 28 años de edad; receptores abiertos, por el otro lado, continúan desempeñándose al mismo nivel hasta que llegan a los 32. "Es una posición instintiva: les das el ovoide y los dejas correr", dijo el analista de draft para ESPN, Mel Kiper. "Un corredor en su año de novato o segundo año puede ser mejor de lo que será a su quinto o séptimo año con los pros".

Como resultado, los jóvenes corredores pasan sus años más productivos como empleados mal remunerados, y la mayoría no ganará ni cerca lo que cobrará Fournette. La temporada pasada, cuatro de los cinco mejores corredores estaban jugando sus contratos de novato. Solamente uno, Ezekiel Elliott de los Dallas Cowboys, fue seleccionado en la primera ronda. El segundo corredor más prolífico, después de Elliott, fue Jordan Howard de los Chicago Bears, un poderoso y elusivo corredor de la Universidad de Indiana que corrió para 1,313 yardas. Como Howard no fue elegido hasta la quinta ronda, tiene programado cobrar un salario promedio de apenas 647,006 dólares a lo largo de su contrato (también recibió un bono por desempeño de 169,845 dólares el año pasado).

Esto crea una dinámica preocupante: Entre mejor juegue Howard ahora, más desgaste acumulará, lo que podría arriesgar su potencial futuro para cobrar. Consideren el caso del ex corredor de los Washington Redskins, Alfred Morris, un recluta de sexta ronda que sumó 1,613 yardas como novato. En años subsecuentes, sus números se colapsaron, y cuando Morris se convirtió en agente libre en el 2016, firmó un acuerdo de bajo costo con Dallas.

Al tiempo que el incremento en el énfasis respecto al juego aéreo de la NFL probablemente ha lastimado el valor de los corredores, su uso de hecho no ha declinado demasiado. El equipo promedio corrió el ovoide 26.02 veces por partido, de acuerdo a ESPN Stats & Info, por debajo de los 27.55 del 2001. La posición sigue siendo valiosa; simplemente es vista ahora como reemplazable. "No me gusta firmar a corredores", dijo un agente. "Son demasiado baratos".

Conforme los gerentes generales apuesten más y más en novatos como Howard, menos probable es que paguen a agentes libres veteranos. Un barómetro es la etiqueta de jugador franquicia, que impone un salario con base en el promedio de los cinco jugadores mejor pagados de cada posición. En el 2006, los mejores corredores ganaban casi tanto como los receptores abiertos y más que los tackles defensivos y esquineros. En el 2017, los corredores etiquetados ganarán un 26 por ciento menos que los receptores, 9.9 por ciento menos que los tackles defensivos y 16 por ciento menos que los esquineros. En la actual temporada baja, más de 20 contratos por un valor combinado de 26.4 millones de dólares en dinero garantizado fueron entregados a corredores. En el 2008, solamente tres jugadores --Marion Barber, Steven Jackson y Michael Turner-- ganaron casi el doble de eso.

Tales contratos espléndidos probablemente jamás volverán. A diferencia de las Grandes Ligas del Béisbol, donde los equipos supervisan de manera detenida la cuenta de lanzamientos para prolongar las carreras de sus jugadores, los equipos de la NFL no lo piensan para recargarse en sus corredores novatos, y pelean por mantener bajos los costos. Por lo tanto, corredores talentosos seguirán sufriendo de una dolorosa paradoja: cuando son jóvenes, son más valiosos que nunca. Pero probablemente jamás recibirán el pago que merecen verdaderamente.