Un equipo de futbol americano juvenil cuya temporada fue cancelada como castigo por protestar durante el himno nacional tendrá un nuevo comienzo y con el apoyo de una coalición de jugadores de la NFL.
Malcolm Jenkins y Torrey Smith, de los Philadelphia Eagles; el profundo defensivo de los New England Patriots y el ala abierta agente libre Anquan Boldin lideran un grupo de jugadores que han donado $20,000 para ayudar a subsidiar la temporada inaugural de los Southeast Texas Oilers, una organización compuesta por los líderes de los Beaumont Bulls, que causó revuelo cuando su equipo de jugadores de 11 y 12 años protestaron al arrodillarse durante el himno nacional en septiembre.
El entrenador del equipo, Rah Rah Barber, fue suspendido poco después de la protesta y el Bay Area Football League canceló el resto de la temporada y número de niños optó por mantenerse fuera en apoyo a su entrenador.
Los padres y entrenadores crearon una nueva organización y se unieron a una nueva liga; la Texas Youth Football Assocaition, la más grande en Texas y la segunda más grande de la nación. Los Southeast Texas Oilers ya tienen 140 niños entre las edades de 4 a 13 años en el programa, incluyendo más de 50 que salieron de los Beaumont Bulls, según Barber.
Jenkins y Boldin conocieron sobre la iniciativa mientras participaron en un panel organizado por el Ross Initiative in Sports for Equality durnate la semana del Super Bowl en Houston. Tras reunirse con Barber y miembros del equipo, los jugadores de la NFL ayudaron a asegurar que tuvieran los recursos que necesitarían para levantar el programa.
"Lo que queríamos era enviarle un mensaje a esos niños de que está bien el levantarse por lo que uno cree", dijo Jenkins a ESPN. "No queríamos que ellos terminaran su temporada sintiendo que fueron castigados por hacer lo correcto. Queríamos asegurarnos que fueran recompensado, reconocidos y que se le diera aliento a sus intenciones, esa fue nuestra motivación en ayudarlo".
El dinero donado por los jugadores de la NFL cubrió el costo de los cascos, equipo, muñecos de tacleadas, un estación de hidratación, y balones, entre otras cosas. Se espera que el equipo sea entregado en los próximos días.
La vicepresidenta de los Southeast Texas Oilers, April Parkerson, estimó que se hubieran tardado un año y medio en levantar el dinero, más $10,000 de sus propio dinero para levantar la organización si no fuera por la ayuda de la coalición de jugadores.
"Ellos hicieron posible que mis niños puedan jugar futbol americano", dijo Barber.
Parkerson dijo que su hijo de 11 años, Jaelun, se acercó a Barber sobre seguir el ejemplo sentado por el entonces quarterback de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, y arrodillarse durante el himno nacional para crear consciencia tras la muerte de Philandro Castile, quien fue baleado por un agente de la policía en Minnesota.
"Lo pensamos mucho y por mucho tiempo porque somos una familia militar", dijo April Parkerson. "Teníamos el apoyo de amigos y familia y todos pensaban que estábamos haciendo lo correcto y todos nos arrodillamos juntos. Seguimos adelante después de eso".
Tras una reunión, el equipo decidió hacer su protesta antes de un partido el 10 de septiembre. Le notificaron a los oficiales sobre sus intenciones y parecía que que tenían el apoyo del Bay Area Football League, pero Parkerson dijo que el apoyo se esfumó rápidamente con la controversia que siguió.
Amenazas de muerte llegaron a través de las redes sociales. Según el diario The Washington Post "los padres, entrenadores y oficiales pelearon en las reuniones cuando discutieron cómo manejar los mensajes amenazantes".
Barber alega que sus suspensión fue directamente relacionada a la prostesta del equipo. El director atlético DeCarlos Anderson dijo a KBMT que el entrenador fue suspendido por intentar despedir a dos asistentes cuando estos dijeron que no quería continuar con la protesta. A medida que el número de jugadores cayó tras la suspensión de Barber, el resto de los juegos del equipo fueron cancelados.
Al salir de los titulares y ya no tener una manera de jugar futbol americano, los niños "se sintieron olvidados", dijo Parkerson. Sin embargo, las cosas mejoraron cuando fueron invitados al planel en Houston con el apoyo de los jugadores de la NFL.
"Yo creo que es importante que nuestra juventud tenga una voz. El intentar callarlos es un flaco servicio para todos", dijo Smith en una declaración escrita. "Tenemos que continuar educándolos y darle el poder que necesitan para ser los líderes del mañana. Ellos necesitan saber que su influencia va más allá del terreno de juego. Protestar de una manera no tradicional no debe ser razón para impedir que nuestra juventud juege el deporte que todos amamos".
El equipo senior de los Southeast Texas Oilers ha estado en entrenamiento de fortaleza y acondicionamiento desde febrero. La organización, liderada por Barber, tiene campamentos gratis para niños de todas las edades. Las prácticas oficialmente comienzan el 10 de julio con la temporada lista para inaugurarse en el Día del Trabajo.
Se espera que la protesta tome una forma diferente cuando los juegos comiencen, ya que el equipo ha decidido no tocar el himno nacional antes de los partidos.
"No es una canción que vamos a tocar al comienzo de nuestros partidos", dijo Barber. "Quizás toquemos 'God Bless America' o 'America the Beautiful'. Como organización, como junta, todos estuvimos de acuerdo que no era una canción apropiada. Esa una canción que degrada".
Barber citó una tercera estrofa del himno nacional que no se canta que hace referencia a los esclavos.
La decisión de Kaepernick de hacer una demostración durante el himno nacional ha tenido un efecto profundo. Otros jugadores en la NFL, como Jenkins, quien levantaron un puño al aire durante todos, menos uno, en el 2016, se unieron a la protesta. Jugadores a nivel colegial y a nivel juvenil también se unieron a la protesta.
"Como modelos, cuando uno sale y demuestra algo, especialmente algo tan grande como lo que ocurrió con las protestas en la NFL. Yo pienso que definitivamente es responsabilidad de aquellos en el frente en pensar sobre el impacto que eso tiene en todos los que están siguiendo", dijo Jenkins. "Porque algunos de esos niños y entrenadores no tienen las protecciones que nosotros tenemos. Así que pienso que definitivamente tenemos una responsabilidad de al menos explicar completamente las razones por las que protestamos, el por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo, para que la gente entienda los riesgos y consecuencias, y que uno los aliente y los apoye".