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Browns construyen bases para ser exitosos y en 2017, el cambio podría iniciar

Los aficionados más pacientes en la NFL han esperado que algo suceda desde 1999.

La transformación de los Cleveland Browns aún no se concreta y las pocas veces que algo positivo ha sucedido, la impaciencia y malas decisiones han descarrilado al equipo.

Sin embargo, la temporada 2017 quizá sea distinta. Es algo riesgoso de decir, pero esta campaña en realidad sea en la que las cosas comiencen a cambiar.

La temporada inicia el jueves para los Browns con la primera sesión de práctica en el campamento de entrenamiento. Cuando la campaña concluya, los Browns esperan poder mirar atrás y decir que este fue el año en el que se sentaron las bases para el éxito futuro del equipo.

Esto no quiere decir que se deben esperar muchas victorias de los Browns en 2017. Hay dudas importantes en áreas clave. En una época en la que el juego aéreo predomina, no tienen un quarterback ni receptores confiables; el inicio del calendario regular es brutal (Pittsburgh, Baltimore, Indianapolis y Cincinnati en las primeras cuatro semanas) y Cleveland viene de una campaña de un solo triunfo.

Sin embargo, los Browns deben ser más competitivos y mostrar mejoría en varias posiciones y no es algo aventurado creer que tendrán cinco o seis victorias al final de la próxima temporada y en el Draft de 2018 tienen cinco selecciones colegiales en las primeras dos rondas.

La mayoría de los equipos estarían agradecidos por tener seis victorias. Para los Browns sería una mejoría del 500 por ciento y una señal contundente de madurez.

En este punto, los aficionados de los Browns parecen comprender que no pueden esperar milagros: simplemente no desean sentir que desperdician su tiempo y malgastan su dinero para ver a un equipo que saben que va a perder.

El éxito los ha eludido por mucho tiempo.

El coach Butch Davis llevó a los Browns a Playoffs en 2002, pero desmanteló al equipo luego de esa temporada. En lugar de construir a un equipo ganador, Davis quiso iniciar un proceso a su manera y terminó por ser despedido en 2004.

El coach Romeo Crennel y el gerente general Phil Savage quedaron a la orilla de los Playoffs en 2007 cuando le dieron a los Browns su primera campaña con 10 o más triunfos desde 1999, pero el equipo hizo implosión la siguiente campaña y al entonces dueño Randy Lerner se le acabó la paciencia y despidió a todos.

El coach Mike Pettine inició la temporada 2014 con marca de 7-4, pero la paciencia se le agotó con los problemas del quarterback Brian Hoyer y mandó a un inmaduro Johnny Manziel al campo a ocupar el puesto de quarterback titular. El equipo terminó con marca de 7-6. Para 2016, Manziel, Pettine y el gerente general Ray Farmer ya no estaban más en la franquicia.

En lugar de convertirse en ganadores constantes, los Browns no han sido competitivos con nueve campañas perdedoras consecutivas y ocho de ellas con al menos 11 descalabros. El año pasado, Siri, la herramienta de voz de iPhone, mostraba el camino al estadio de Cleveland al responder la pregunta, “¿Dónde queda la tristeza?”.

El nuevo régimen de los Browns, con Hue Jackson como coach y Sashi Brown como vicepresidente deportivo, se comprometió inmediatamente a seguir un plan centrado en mantener a veteranos clave, en construir al equipo con el Draft y armarlo con la agencia libre.

El plan pareció enfilarse mal cuando dejaron que cuatro titulares se fueran el primer día de la agencia libre en 2016. Después siguió una temporada de un triunfo, lo que provocó mayor desesperanza.

Sin embargo, la temporada de un triunfo les dio la primera selección colegial y la posibilidad de agregar al liniero defensivo Myles Garrett. También añadieron dos selecciones de primera ronda más, recontrataron a tres jóvenes jugasores y añadieron cuatro o cinco potenciales titulares vía la agencia libre.

Los equipos, como las capitales imperiales ancestrales , no se construyen en un día. Los Browns están comprometidos a transformarse de una forma lenta con jóvenes jugadores madurando en una cultura que apenas comienza a desarrollarse bajo las órdenes de Jackson.

¿Cuáles son las señales de que se construyen cimientos sólidos?

Los Browns tienen un ataque terrestre arriba del promedio, una línea ofensiva con profundidad, más piezas defensivas (especialmente en la trinchera) y, quizá, la oportunidad de tener al quarterback franquicia que tanto han buscado tras reclutar a DeShone Kizer en la segunda ronda del Draft.

Los Browns están comprometidos con Jackson como su coach y Jackson está tan comprometido con Cleveland que junto a su esposa Michelle recientemente creó una fundación en la ciudad para ayudar a las víctimas del tráfico de personas.

El talento en lo general es mejor y más profundo, incluso cuando aún quedan áreas por cubrir.

El realismo no debe perderse. Los Browns no tienen la apariencia o la sensación de ser un equipo de Playoffs, ni siquiera tienen la apariencia o la sensación de ser un equipo que pueda terminar con marca de 8-8.

Pero lo que sí tienen los Browns es la apariencia y sensación de un equipo mejorado y en proceso de maduración.

Cuando la temporada 2017 termine, el equipo y los aficionados deben poder mirar atrás y decir que esta fue la campaña en la que dio inició la transformación.