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Mike Zimmer vive un año clave al frente de los Minnesota Vikings

Los Minnesota Vikings tuvieron un inicio que ilusionó a sus aficionados con cinco triunfos consecutivos en la temporada 2016 y posteriormente tuvieron una seguidilla similar pero de descalabros y cualquier ilusión de estrenar su flamante estadio US Bank Stadium con una visita a los playoffs se esfumó de inmediato.

Mike Zimmer y compañía viven su cuarta campaña con la franquicia púrpura y le han brindado una considerable estabilidad, pero algunas voces empiezan a surgir si es el entrenador en jefe con el que darán el siguiente paso y máxime cuando serán anfitriones de la edición LII del Super Bowl.

No, tampoco estoy diciendo que serán el primer equipo en la historia en disputar el Vince Lombardi en casa, pero sin duda son un dolor de cabeza para dos franquicias que parecen estar un escalon por encima de ellos y bien podrían pelear por un boleto como comodín y ser el caballo negro si Sam Bradford encuentra consistencia en su juego.

La defensiva se ha establecido como una de las mejores de la liga y es un espectáculo ver sus partidos, algo que quedó en evidencia el año pasado cuando fueron capaces de 'presumir' el peor ataque terrestre y aún así aparecer en el Top-3 de yardas permitidas.

Su ofensiva es todo lo contrario, pero confían en el explosivo novato Dalvin Cook para dar vuelta a la página detrás de una línea ofensiva que sufrió con las lesiones.

CARAS NUEVAS A SEGUIR

El hombre más electrizante que poseen aún no tiene su primer juego de temporada regular en el profesionalismo, pero ha dado buenas señales en el campo de entrenamiento y los partidos de preparación que tuvo.

Los signos de interrogación que acarreaba por su conducta fuera del campo lo llevaron a salir de la primera ronda del draft donde los Vikings se frotaban las manos cuando lograron reclutarlo en la posición N°41.

Dalvin Cook bien podría ser el nuevo rostro de la franquicia ante las dudas que todavía existen alrededor de la disponibilidad del mariscal de campo Teddy Bridgewater por una lesión en la rodilla que bien pudo haber terminado por su carrera pese a que él y su equipo se niegan a creer que así es y están haciendo todo lo posible para que vuelva a jugar los domingos.

Con la experiencia que vivieron el año pasado ante las lesiones de Adrian Peterson y varios de sus integrantes en la línea ofensiva, la gerencia general volteó a la agencia libre para sumar a Latavius Murray para pelear el puesto con el novato, así como a los tackles Mike Remmers y Riley Reiff.

Su ofensiva por aire también se verá beneficiada con el receptor Michael Floyd si logra alejarse de los problemas extracancha que lo llevaron a vestir el uniforme de los Arizona Cardinals y New England Patriots en menos de un año.

VETERANOS QUE ECHARÁN DE MENOS

El nombre lógico en este departamento debe ser el hombre con más yardas por tierra en la historia de una franquicia que surgió en el lejano 1961 al prácticamente superar por el doble a su más cercano perseguidor (Robert Smith).

Adrian Peterson dejó la gélida Minnesota para enrolarse con los New Orleans Saints, equipo que sintió tiene una mejor oportunidad para obtener el anillo que se la ha negado, aunque no estoy de acuerdo con esta decisión.

Ahora armarán un comité Cook-Murray para reemplazar su producción, aunque también es algo que ya pudieron experimentar el año pasado con una lesión que lo marginó por 13 compromisos y en 20 de los últimos 48 por otros temas.

Otro de los veteranos que decidieron llevar su talento a otra franquicia fue el esquinero Captain Munnerlyn, quien alineaba del lado opuesto a Xavier Rhodes, quien se ha convertido en uno de los mejores de su posición.

Munnerlyn funcionaba como un buen complemento y ahora le ha cedido su puesto a Trae Waynes, quien parece haberle ganado la batalla a Terence Newman.

¿LA SOLUCIÓN EN EL PUESTO DE QUARTERBACK DE LOS VIKINGS ESTÁ EN LA ACTUAL PLANTILLA?

Sam Bradford impuso marca al completar 71.6% de sus envíos en 2016 y estableció nuevo registro personal con 3,877 yardas. Agregó 20 pases de anotación a cambio de sólo cinco intercepciones, lo que debió elevar sus bonos en la liga, pero también fue castigado en 37 ocasiones y soltó nueve veces el ovoide.

Pese a los intentos que realiza Bridgewater por volver a los emparrillados parece complicado que Zimmer y compañía decidan remover a Bradford de la posición titular cuando ambos estén listos, aunque eso no significa que el veterano de ocho temporadas sea la respuesta o quien pueda guiarlos a un partido que se les ha negado desde 1976 cuando Bud Grant aún estaba al frente del equipo.

Si hablamos del egresado de Louisville, la historia es aún más complicada. Es un milagro en sí que siquiera esté pensando en volver a jugar tras dislocarse la rodilla y dañarse múltiples ligamentos previo a la temporada 2016, pero hay que reconocerle el gallardo esfuerzo que está realizando. Si los doctores le dan el visto bueno para regresar, entonces porque no darle el voto de confianza para que luche por el puesto.

Si llegamos a ese punto, entonces volveremos a encontrarnos por aquí para analizar sus actuaciones y ver la confianza con la que se desenvuelve en el campo.

EL PRONÓSTICO

Los Vikings tendrán un inicio complicado de calendario por los rivales que tienen en el mismo, pero cuatro de sus primeros cinco partidos serán en casa y su duelo más difícil se disputará en patio ajeno (Pittsburgh Steelers).

Entre septiembre y octubre sólo saldrán tres veces de Minnesota por lo que no debe sorprendernos si aparecen en los primeros puestos de la división con una marca de 5-3 o 6-2 en el mejor de los escenarios, no, no es un error, pero el problema vendrá tras su semana de descanso ya que visitarán a los Atlanta Falcons, Carolina Panthers y Green Bay Packers en diciembre, equipos que estarán luchando por los playoffs y ahí tendrán que demostrar su verdadero nivel cuando las lesiones se presentan.

Un nuevo colapso en el cierre del calendario regular los dejará al margen de la postemporada con un registro de 8-8, lo que no incrementará las dudas que ya existen en torno a la labor de Mike Zimmer.