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En semana de la NFL, C.U. pone el ejemplo en la Ciudad de México

MÉXICO -- La ocasión no era menor y la espera de tres años quizá nos llevó a vivir un marco único en el Estadio Olímpico Universitario. Pumas CU recibía una nueva final de la ONEFA ante el mismo rival que se ha visto la cara en esta instancia por nueve campañas consecutivas: los Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

La semana anterior, el recinto del Pedregal vivió una 'batalla' de porras con el Politécnico, pero el canto era unísono esta vez con el Goya retumbando en el pebetero y la tribuna del Palomar. El boletaje se agotó en los días previos al choque y ya no hubo forma de conseguir entradas en las taquillas, aunque siempre hubo opción con la reventa.

Por supuesto que no faltaba quien acudió al compromiso con algún elemento alusivo a algún equipo de la NFL, pero el color predominante era el azul y oro del equipo local o el jersey de la preparatoria que en algún momento defendieron.

Los filtros de seguridad transcurrieron con más calma que la semana anterior y los encargados de la misma tenían la clave de esto "las porras saben que salen perdiendo si vienen", comentó en el anonimato un elemento de seguridad interna, pero la realidad era que predominaban las familias y el principal problema se presentaba cuando alguien no quería dejar el cinturón.

El ambiente fue una fiel estampa de lo que presume la liga estudiantil en nuestro país, aunque no dejaba de sorprender el hecho que, de nueva cuenta, el Estadio Olímpico Universitario mostraba sus mejores galas, tal y como lo ha conseguido el fútbol americano en la máxima casa de estudios por 90 años.