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Derek Carr, agradecido con Raiders por creer en él y contratar a Jon Gruden

NAPA, Calif. -- Mientras varios se preguntaban cómo se ajustaría Derek Carr a Jon Gruden, quien es duro con sus quarterbacks, en el regreso del coach con los Oakland Raiders, Carr no pudo haber pedido por una mejor situación.

De hecho, con dos semanas del campamento de entrenamiento juntos, Carr está agradecido de que Gruden esté detrás de él.

Tan agradecido, que recientemente agradeció al dueño de los Raiders, Mark Davis, por la contratación de Gruden.

“Sólo le dije gracias por creer en mí”, dijo Carr a ESPN luego de la práctica conjunta del martes con los Detroit Lions. “Luego de que dejas ir a un coach, siempre es difícil, porque amo al coach (Jack) Del Rio, amo al coach (Todd) Downing y uno piensa, ‘Demonios. ¿Qué sigue?’.

“Así que para (Davis) obtuviera al coach Gruden, debemos dar el siguiente paso (…), así que, gracias por traer a alguien que cree en mí, que quiere enseñarme, quiere hacerme mejor. Abosultamente le agradezco al Sr. Davis y al Sr. (Reggie) McKenzie”, agregó el pasador.

Carr, quien firmó una extensión de contrato en ese entonces récord por cinco años y $125 millones con los Raiders el receso de temporada de 2017 tras ser el tercero en la votación a Jugador Más Valioso del Año en 2016, viene de una campaña irregular.

Su Rating de QB total cayó de 54.6 a 47.2 mientras que su total de pases de touchdown cayó de 28 a 22 y sus intercepciones aumentaron de seis a 13. Lidiar con fracturas en el dedo meñique de su mano de lanzar, la tibia y tres huesos en la espalda en menos de 12 meses tuvo algo que ver con su desempeño.

A escena entró Gruden, quien dejó las transmisiones de “Lunes Por la Noche” en ESPN luego de nueve campañas para dirigir a los Raiders, lo que provocó cuestionamientos sobre cómo reaccionaría Carr a la disciplina de Gruden.

Carr señaló que la relación con el coach es “absolutamente sorprendente”.

“La forma en que me exige, en la que va tras de mí, como con todo el mundo. Si fallo, me lo hace saber en frente de todos y eso sólo hace de éste un equipo más abierto”, explicó Carr. “Si fallé, fallé. No hay problema, pero, al mismo tiempo, le dice lo mismo a todos (…). Si le grita a alguien, los va a tomar y a decirle, ‘Te amo, amigo. La razón por la que te presiono es porque veo esto y esto otro en ti’, y cualquiera que haya jugado para él, cualquiera que lo conozca, desea atravesar la pared por él”.

“Todo empieza con el número 4. Es él quien ha marcado el ritmo detrás de escena en términos del deseo. (Carr) está trabajando. Está metido en todo”, afirma Gruden por su lado. “Tiene un cañón de brazo y entiende lo que está haciendo. No hay mucho que podamos hacer sistemáticamente con él.

Carr representa el primer quarterback franquicia en su mejor etapa que Gruden ha tenido en su carrera como coach, la cual comenzó en 1998 con Oakland e incluyó convertir a Rich Gannon en un suplente confiable a un pasador con calibre de Pro Bowl y, eventualmente, Jugador Más Valioso de la NFL.

Fue luego de la primera reunión de Gannon con Gruden en un restaurante de comida mexicana cuando Gruden le preguntó a Gannon si tenía planes para esa noche. Gannon no los tenía.

“Entonces, fuimos a una tienda, compramos un six de cervezas, nada elegante, seguro fueron unas Coors Light, y regresamos a ver videos de juegos”, recordó Gannon.

¿La primera interacción de Carr con Gruden como su coach?

“Fue como un six, pero de agua”, bromeó el profundamente religioso Carr. “Cuando nos reunimos, era momento de trabajar. No dormimos mucho, pasamos mucho tiempo en el cuarto de video, viendo el libro de jugadas, en los pizarrones. Había días muy pesados luego de un par de semanas.

“Si queremos hacer lo que queremos hacer, se necesitará ese tipo de esfuerzo de ambos. Gruden y yo tenemos que estar en sincronía y mientras lo estemos, eso va a ayudar a nuestro equipo a estar en la mejor posición posible. Va a ayudar a nuestro equipo a creer en nosotros cuando salgamos al campo. Cuando los equipos vean al coach Gruden y a mí salir al campo, dirán, ‘Tenemos un juego mental hoy’”, agregó Carr.

Parte de eso es lidiar con la mentalidad de vieja escuela que tiene Gruden para dirigir y que el coach ya ha manfiestado al mostrarle a los Raiders videos de grandes leyendas.

“Algo de ‘Crazy Legs’ entrenando fuerte. Era un video de la práctica de alguien en los años 50”, recordó Carr, quien buscó en Google para averiguar que se trataba de Elroy Hirsch. “Pensé, ‘¿Cómo consigue el coach esto? ¿De dónde viene?

“Para hacer ver su punto, (Gruden) te muestra cosas grandiosas de gente de la que nadie habla. De esa forma ama el futbol americano y bromeamos todo el tiempo. Le digo que no creo que haya una jugada en la historia del futbol americano que no haya visto. Las ha visto todas. Es un coach con tanta dedicación, mucho interés en sus jugadores que la razón por la que lo hace es porque quiere que sus jugadores vean algo que los inspire y digan, ‘Quiero entrenar de esa forma o quiero lucir como en ese video’, así que la forma en la que nos hace entender, especialmente a los veteranos, es increíble”, sentenció Carr.