Tommy McDonald, el pequeño, veloz y seguro receptor que se unió al mariscal de campo Norm Van Brocklin para ayudar a los Philadelphia Eagles a ganar el campeonato de la NFL en 1960, falleció a los 84 años de edad.
Su muerte fue anunciada este lunes por el Salón de la Fama. Los detalles no fueron dados a conocer.
McDonald fue un dos veces All-American de Oklahoma que jugó 12 temporadas en la NFL para cinco equipos y fue elegido a seis Pro Bowls. Cuando se retiró en 1968, se ubicaba en el segundo lugar en la historia de la liga en recepciones de touchdown, cuarto en yardas recibidas y sexto en recepciones.
Sin embargo, McDonald, de 5 pies con 7 pulgadas de estatura y 175 libras de peso, tuvo que esperar 30 años antes de convertirse en el jugador más pequeño en ser inducido al Salón de la Fama.
"¡Oh, baby!" gritó McDonald en Canton, Ohio, el 1° de agosto de 1998. "¿Parezco emocionado, como si acabara de ganar la lotería?, ¡Sí, estoy en el Salón de la Fama!".
Su discurso de inducción al Salón de la Fama fue hilarante e histriónico. McDonald contó chistes y lanzó por los aires su busto de 25 libras de peso. Sacó un radio y bailó música disco.
"Tommy McDonald vivió la vida como jugó el fútbol americano. Era carismático, apasionado y se divirtió", declaró el presidente y CEO del Salón de la Fama, David Baker. "Era una gran persona. El cielo hoy es un lugar más feliz".
En siete temporadas con Philadelphia, el durable McDonald tuvo 287 recepciones para 5,499 yardas con un promedio de 19.2 yardas por recepción. Tuvo 66 touchdowns en 88 partidos y fue elegido a cinco Pro Bowls consecutivos (de 1959 a 1963).
"Tommy McDonald jugó el deporte con pasión y energía insuperables", indicó el dueño de los Eagles, Jeffrey Lurie, a través de un comunicado. "Será recordado como uno de los jugadores más emocionantes en jugar su posición, pero lo que realmente lo separaba y lo hacía único era su personalidad contagiosa y carisma que le daba a su vida todos los días. Tenía un amor genuino por este equipo, por la comunidad de Philadelphia, por los aficionados y, desde luego, su familia. Era un hombre de carácter dentro y fuera del campo, que ejemplificaba todas las cualidades que esperamos representar como organización.
"Fue un campeón, miembro del Salón de la Fama, y una de las personas más genuinas que he conocido. A nombre de los Philadelphia Eagles, me gustaría expresar nuestras profundas condolencias a toda la familia McDonald".
Fue canjeado a Dallas en 1964 y a la siguiente temporada fue enviado a Los Angeles Rams. Determinado en demostrar que aún podía jugar en la liga, McDonald tuvo una temporada sólida con una marca personal de 67 recepciones para 1,036 yardas y nueve touchdowns, ganándose otro viaje al Pro Bowl.
Corredor en Oklahoma bajo la dirección de Bud Wilkinson, McDonald fue All-American en 1955 y 1956. Nunca sufrió una derrota con los Sooners, ganando 31 partidos conecutivo, parte de la racha de 47 partidos de Oklahoma.
En 1956, McDonald terminó en el tercer lugar en la votación por el Trofeo Heisman detrás de Paul Hornung de Notre Dame y Johnny Majors de Tennessee.
En medio de rumores que era demasiado bajo para jugar en la NFL, los Eagles reclutaron a McDonald en la tercera ronda del draft de 1957.
McDonald y Van Brocklin formaron una gran pareja para los Eagles, combinándose para uno de los touchdowns más memorables en la historia de la franquicia, una recepción de 35 yardas una gélida tarde que ayudó a los Eagles a vencer 17-13 a los Green Bay Packers de Vince Lombardi en el Juego por el Campeonato de la NFL de 1960 en el Franklin Field. Fue el tercer campeonato del equipo y el único juego por el título que perdió un equipo dirigido por Lombardi.