Los Minnesota Vikings le informaron a Everson Griffen y a su agente que no lo aceptarían de vuelta en el equipo hasta que se sometiera a una evaluación de salud mental, de acuerdo a un reporte de la policía que obtuvo Courtney Cronin de ESPN.
Les Pico, director ejecutivo del desarrollo de jugadores de los Vikings, le dijo a la policía de Minnetrista, Minnesota que la directiva del equipo les habían enviado a Griffen y su agente una carta el jueves, dos días antes de su incidente en un hotel de Minneapolis.
De acuerdo al reporte, Pico le dijo a las autoridades que Griffen se había mostrado "explosivo con gritos" en las instalaciones de la franquicia y que había exhibido problemas en semanas recientes. Kim Klawiter, directora de seguridad de los Vikings, agregó que le informaron al ala defensiva que no jugaría el domingo y "pusiera en orden su cabeza". Cuando reportó a la práctica del sábado, optaron por enviarlo a casa.
A pesar que Minnesota le recomendó someterse a la evaluación anteriormente mencionada, Pico agregó con la policía que Griffen no ha hecho o dicho nada para creer que puede ser alguien peligroso para otros o con él mismo.
El jugador de 30 años está siendo evaluado en un hospital del área de Minneapolis, de acuerdo con el reporte del incidente. Una fuente de la liga le dijo a Josina Anderson de ESPN que "está recibiendo asistencia en temas personales" y que la liga está "cómoda porque tiene un buen sistema de apoyo a su alrededor".
Pico ahondó que tenía la intención de reunirse con Griffen el sábado en el hotel Ivy, donde se estaba hospedando el jugador. De acuerdo con otro reporte al que tuvo acceso ESPN el martes, autoridades del Departamento de Policía de Minnesota fueron alertadas el sábado cuando un individuo estaba amenazando con dispararle a alguien si no lo dejaban entrar a su cuarto.
Aunque su nombre fue retirado del informe del incidente, las fuentes le dijeron a Courtney Cronin de ESPN que la persona en cuestión es Griffen.
Pico comentó que tras ver al jugador en el hotel, el ala defensiva dijo que había olvidado porque quería conversar con él y que ya no quería mantener contacto con él.
Tras el incidente en el hotel del sábado, aparentemente Griffen intentó entrar a la casa de su compañero Trae Waynes antes de subirse a la camioneta de un extraño que lo llevó a su hogar en Minnetrista.
Fue entonces cuando la policía lo buscó en su domicilio y le cuestionaron el porqué fue a buscar Waynes, respondiendo que "Dios me hizo hacerlo" y posteriormente accedió a ir a un hospital. El oficial que lo reportó dijo que lo retenían por su bienestar mental y físico "basándonos en sus acciones y la información que he recibido de él".
Mientras esperaban por la ambulancia que lo llevaría al hospital, Griffen aparentemente le dijo a un oficial que había gente que quería matarlo. Se salió de la ambulancia que lo transportaba porque dijo que temía que alguien fuera a dispararle, por lo que tuvieron que calmarlo y trasladarlo.
Los reportes indican que no habrá cargos criminales.
El ala defensiva no entrenó la semana pasada y en el reporte indicaba que tenía una lesión en la rodilla. Lo descartaron para el juego del domingo por ese mismo tema y tras el partido el entrenador en jefe Mike Zimmer señaló que Griffen no había acudido por un tema personal.
Fuentes le indicaron a Anderson que no todos en el equipo estaba enterados del incidente del sábado.
A través de un comunicado, el gerente general Rick Spielman señaló el lunes que el equipo actualmente estaba "enfocado en el bienestar de Everson y brindaremos el apoyo apropiado para él y su familia".
En la conferencia de prensa del martes, Zimmer se limitó a señalar que "con lo único que ahorita estoy preocupado no tiene nada que ver con el futbol americano".
"Él ha sido un gran ejemplo para nosotros y obviamente está atravesando por momentos complicados ahorita", añadió.