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La relación es clara entre los estadios nuevos y el Super Bowl

El flamante Mercedes-Benz Stadium ya se alista para servir como escenario del Super Bowl LIII. AP Photo

Constrúyelo, y el Super Bowl llegará.

Aunque no es así exactamente como se determinan las sedes del extravagante juego por el campeonato de la NFL, con seguridad no duele que se cuente con flamantes instalaciones que superan los mil millones de dólares en tu ciudad.

Incluyendo el partido del 2004 en Houston, la liga habrá celebrado nueve Super Bowls en áreas metropolitanas con estadios nuevos en los últimos 15 años: Detroit, Phoenix, Dallas, Indianapolis, New York, San Francisco, Minneapolis y, ahora, Atlanta. Arizona y Houston de hecho han celebrado el Super Bowl dos veces, pero ninguno de esos edificios era totalmente nuevo en la segunda ocasión.

No hay nada escrito respecto a un plan de juego que garantice tal recompensa por parte de la NFL, sino se trata en realidad de un acuerdo tácito de que sucederá. Y ocurrirá una vez más en Los Angeles, en el 2022, y muy probablemente en Las Vegas antes del término d la próxima década.

"Realmente depende, pero contar con un estadio de clase mundial es crítico, y estamos en medio de una racha con Minnesota y el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta y otros edificios", dijo Peter O'Reilly, vicepresidente senior de eventos de la NFL. "Hay muchos factores que se toman en cuenta cuando se determina el dónde y cuándo vamos, y cuál es la secuencia correcta. Así que no es necesariamente una norma... aunque ciertamente existe el historial de edificios recientes que se han construido y ofrecen instalaciones increíbles".

Atlanta celebró por última ocasión un Super Bowl en el 2000, cuando fue golpeada por un clima severo, incluyendo tormentas de hielo que casi acaban por cerrar la ciudad. La NFL no volvió hasta este año, en parte, porque el Georgia Dome ya no era un edificio de vanguardia, y en parte por los recuerdos del 2000.

Desde que se inaugurara el Mercedes-Benz Stadium en el 2017, Atlanta ha sido la sede de varios eventos deportivos mayores, incluyendo El College Football Playoff. El Atlanta United de la MLS ha impuesto toda clase de récords de asistencia en el edificio.

Esos éxitos importan en la carrera por un Super Bowl.

"Sí asistimos y observamos todos esos eventos cuando vamos a una sede", dijo O'Reilly, quien también supervisa la celebración del draft, un evento que se ha convertido en un espectáculo itinerante y que se dirige a Nashville en el próximo mes de abril, y a Las Vegas para el año que viene.

"Parte de la razón por la que tenemos una política fija de que no jugamos un Super Bowl en el primer año desde que se inaugura un edificio, es que entiendes y aprendes de los eventos y partidos celebrados allí. Uno de los puntos positivos es, claramente, que un número de vendedores que trabajan el Super Bowl también trabajan en otros eventos mayores. Claramente, en esta comunidad, hay realmente un espíritu de colaboración".

Por supuesto, celebrar un Super Bowl requiere algo más que espíritu. Se trata de los dólares, millones de dólares.

Estudios de impacto económico tienden a mostrar que el valor del espectáculo más grande de la NFL tiene un rango de unos 200 millones a 500 millones de dólares para una ciudad. Además, más de 100 millones de televidentes alrededor del país siguen a la ciudad que lo presenta. Minnesota podría no haber sido un destino de vacaciones invernales para muchos antes de que celebrara el juego del año pasado.

Naturalmente, Minneapolis no hubiera obtenido un Super Bowl sin la construcción de un estadio techado ultra-moderno. El único partido en exteriores para una ciudad de clima frío ocurrió en el 2014, en el MetLife Stadium de New Jersey, y ese partido se designó una vez que los Giants y Jets acordaron pagar la mayor parte de las instalaciones.

Con un guiño, Detroit se vio destinado a un Super Bowl una vez que Ford Field estaba listo, y los Lions se mudaron de regreso al centro de la ciudad desde los suburbios. Indianapolis, que celebró una semana de Super Bowl sensacional, nunca hubiera sido considerado sin la construcción del Lucas Oil Stadium.

"No existe nada formal", explica Marc Ganis, presidente de Sportscorp, una firma de consultaría radicada en Chicago, y que sirve a varios propietarios de franquicias. "Es un entendido que si construyes un estadio nuevo y tienes las instalaciones para un Super Bowl y la comunidad te apoya, recibirás un Super Bowl. Quizás solamente recibas uno, como Indianapolis; por bueno que haya sido el trabajo de Indianapolis, está realmente en el límite de una comunidad que puede celebrar un Super Bowl. Ellos lo compensaron con gran apoyo de la comunidad.

"No es un tema respecto a cuán bien se administra una franquicia, tampoco. Es un tema del mercado, los cuartos de hotel y el estadio. Así que sabemos que Miami (2020), Tampa (2021), New Orleans (2024), Texas, Arizona (2023), LA y Las Vegas los tendrán".

El proceso de asegurar un Super Bowl ha cambiado. Ya no pujan unas ciudades contra otras. Ganis notó que el llamado perdedor en este proceso podría verse avergonzado pese a una presentación bastante sólida, y la larga serie de votaciones no lucen bien para nadie.

Ahora, O'Reilly y el comité de Super Bowl de los propietarios, se dirigen a cada club en busca de interés para la celebración del juego. Muchas ciudades saben que no tienen oportunidad, quizás por las preocupaciones de clima en un estadio en exteriores --es improbable que tales sedes en el noreste sean consideradas, fuera de MetLife Stadium-- o la falta de capacidad en el estado, o la insuficiente infraestructura o espacio hotelero.

El comité identifica a una ciudad que se ajustaría bien para un año en particular, y pide detalles específicos respecto al evento.

"Terminamos optimizando las secuencias, evitamos un escenario donde ciudades múltiples están gastando tiempo y recursos significativos en una puja, y que al final no se vean recompensados", explicó O'Reilly.

Sugerencias de que el partido pudiera terminar en Londres parecen descabelladas, y la NFL ciertamente necesitaría allí una franquicia antes de que eso sucediese. Además, Ganis dijo que nunca habrá carencia de ciudades locales interesadas en el juego.

"Me enfoco en la tremenda cantidad de dinero nuevo que llega a la comunidad, y no solamente en la semana del Super Bowl, sino toda la atención y planeación que ocurre, y el dinero gastado desde fuera en ello. Esas cosas son casi imposibles de cuantificar con precio, así como la visibilidad a lo largo de un número de años que proviene de esas dos semanas en tu ciudad. Casi siempre es muy positivo".