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Bill Belichick debería ser el MVP del Super Bowl

ATLANTA -- Bill Belichick se deshizo en elogios para con Sean McVay durante toda la semana.

Los ocho equipos que tuvieron vacantes de entrenador, en su vasta mayoría, hicieron lo posible para conseguir al “próximo McVay”.

Y a no malinterpretarme, los Rams tienen a un gran entrenador, pero hoy fue dominado de principio a fin por el mejor entrenador en la historia de este deporte.

Bill Belichick hilvanó un plan de juego maestro, limitó a una ofensiva que llegó promediando 32.8 puntos por partido a tres tantos, y los Rams nunca supieron adaptarse.

Tal fue el dominio defensivo de los Patriots, que Los Ángeles no supo aprovechar los inusuales errores de ejecución de New England, que tuvo una intercepción y un gol de campo fallado en el primer cuarto.

La diferencia era escasa en el marcador hasta ese entonces, pero el dominio era abrumador, sobre todo en cuanto a las laterales se refiere.

Belichick, en conjunto con Brian Flores, decidió anular el ataque terrestre de los Rams y forzar a Jared Goff a ganar el partido por aire.

Los Angeles totalizó 62 yardas en 18 acarreos, y Goff pareció intimidado desde el minuto cero.

Porque los Patriots dominaron las trincheras, disfrazaron sus cargas, y después de un par de golpes, Goff comenzó a perder la compostura, a lanzar pases predeterminados y a dejar oportunidades en el campo.

La defensiva de New England, con Kyle Van Noy, Danny Shelton y Stephon Gilmore como estandartes, se le metió en la cabeza a Goff y lo hizo tener su peor partido del año.

El ataque de los Patriots no tuvo su mejor día en la oficina, lo cual significó un partido monótono y sin muchas emociones.

Tal es así, que, pese al dominio desde las laterales, el partido llegó igualado al último cuarto.

Fue allí cuando los fanáticos, en su gran mayoría de los Patriots, empezaron a corear el nombre de Tom Brady.

Y nadie se hace más grande a la hora de la chiquita que Brady.

Con dos pases quirúrgicos a Rob Gronkowski, hilvanó la única serie del touchdown del partido, y sentenció el pleito.

Antes de dicha serie, a los Patriots les había costado mover el ovoide, y sólo parecían poder hacerlo mediante el receptor abierto Julian Edelman.

Edelman, quien ahora está en segundo en la historia en recepciones en playoffs, registró 10 recepciones para 141 yardas y fue nombrado el Jugador Más Valioso del encuentro.

No obstante, si se hubiese podido, yo le habría dado ese premio a Belichick, que constantemente coloca a sus jugadores en una posición idónea para tener éxito, que se adapta a su rival como un camaleón, y que hoy dirigió un partido prácticamente perfecto.

Los New England Patriots dominaron de principio a fin y son los merecidos campeones del Super Bowl.

Han ganado seis títulos en los últimos 18 años, y son a mi juicio la mejor dinastía de la historia. Y si bien tienen posiblemente al mejor mariscal de la historia, ésta no habría sido posible sin el capitán del barco.

Belichick igualó a George Hallas y a Curly Lambeau con seis anillos de campeón, y en mi libro saca cada vez más diferencia con el resto.

El Yoda elogió toda la semana a McVay y ahora no puedo parar de pensar que le hizo la psicología a la inversa.

Se dieron la mano después del partido y a Belichick le brillaba el ojo más que de costumbre.

Y cuando veía esa imagen, sólo podía imaginarme en lo que estaría pensando.

“Todavía te falta mucho Sean”.