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En 0-3, se acabó el margen de error para los Steelers

James Conner no ha logrado echar a andar el juego terrestre de Pittsburgh. AP Photo

PITTSBURGH -- Mason Rudolph tiene apenas seis cuartos de experiencia como quarterback titular en la NFL.

Sin embargo, sabe cómo funciona la liga. Cuando las cosas no salen bien, la responsabilidad recaerá principalmente sobre sus hombros.

Así que el quarterback se mostró autocrítico tras la derrota que Pittsburgh sufrió el domingo por 24-20 sobre San Francisco. Los Steelers cayeron a una foja de 0-3, algo que no les ocurría desde 2013.

La realidad es que los problemas de Pittsburgh van mucho más allá del desempeño irregular del joven de 24 años.

"Cometimos muchos errores", reconoció Rudolph luego de completar 14 de 27 pases para 174 yardas, con dos touchdowns y un envío interceptado. Fue su primer partido de inicio como reemplazo del lesionado Ben Roethlisberger.

"No podemos comenzar tan lentos en la primera mitad. Tengo que dar al equipo y a nuestra defensa más oportunidades de hacer algunos puntos al comienzo y de ponerse adelante con todos los balones perdidos que provocaron. Jugaron increíble. Hicieron todo lo que el entrenador les pidió durante la semana, en cuanto a generar balones perdidos y ser veloces. Tenemos que respaldarlos".

Sólo una parte de ese argumento es cierta. Los Steelers sí obligaron a que el errático San Francisco regalara cinco balones. Pero la defensa permitió también que los 49ers acumularan 168 yardas por tierra, y fue incapaz de preservar la ventaja dos veces en la segunda mitad, después de que Rudolph conectó un par de largos pases de anotación para dar a Pittsburgh la delantera.

El mal comienzo de Rudolph puede atribuirse al nerviosismo --hizo algunos pases demasiado largos en la primera mitad-- pero también a un plan conservador de juego que pareció tener como objetivo reforzar su confianza en vez de darle más libertad para avanzar.

Después del descanso, cuando las riendas se relajaron por fin, encontró a JuJu Smith-Schuster para una jugada de 76 yardas, y a Diontae Johnson, para otra de 38.

Entre esos dos envíos llegó un error, en un pase corto que fue interceptado. Los 49ers convirtieron ese obsequio en un touchdown.

El corredor James Conner soltó un balón casi al final del encuentro, en territorio de Pittsburgh. San Francisco acertó un gol de campo corto y tomó ventaja en definitiva.

"Entregamos el balón dos veces", dijo el entrenador Mike Tomlin. "Nos anotaron dos veces en la segunda mitad, y ésa es realmente la diferencia en el partido. En la primera mitad, nosotros recuperamos balones y nos conformamos con goles de campo".

Se trata de una disparidad que evidencia el poco margen de error con el que se han quedado los Steelers, luego que Roethlisberger sufrió una lesión de codo que lo dejará fuera toda la campaña.

QUÉ FUNCIONA

Pittsburgh enfatizó en la necesidad de despojar a sus rivales de más balones, tras lograrlo sólo 15 veces en 2018. Los Steelers acumulan siete en lo que va de 2019.

Aunque algunos ovoides perdidos por San Francisco fueron por errores propios, dos consistieron en intercepciones del linebacker T.J. Watt y del recién adquirido safety Minkah Fitzpatrick.

QUÉ FALTA

La campaña de 2018, en la que Conner despuntó, lo llevó al Pro Bowl y mitigó las preocupaciones por la ausencia de Le'Veon Bell. Luego de tres partidos de la nueva temporada, Conner ha tenido dificultades.

Acumula sólo 97 yardas por tierra. Su número de balones sueltos iguala al de touchdowns.