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Repetición Instantánea: El choque casco contra casco, el problema de nunca acabar

Twitter: @IvisAburto

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Tres fuertes golpes casco contra casco en un mismo día resultaron en dos jugadores conmocionados y una expulsión seguida de una suspensión para el resto de la temporada.

La NFL ha tomado medidas para erradicar el uso del casco como herramienta de tacleo, impopulares en opinión de varios, pero, el problema parece estar lejos de resolverse, si acaso se resuelve.

La expulsión del linebacker de los Oakland Raiders, Vontaze Burfict, del juego ante los Indianapolis Colts fue la decisión correcta, pero, una vez más, la diferencia de criterios de los oficiales quedó en evidencia.

Mientras a Burfict se le expulsó tras bajar la cabeza y golpear con la corona del casco al receptor de los Colts, Jack Doyle, a Donovan Smith, liniero ofensivo de los Tampa Bay Buccaneers, no se le marcó castigo pese a chocar de forma violenta su casco contra el de Marcus Peters, esquinero de Los Angeles Rams que resultó conmocionado en la acción.

Peters regresó una intercepción para touchdown y justo al entrar a la zona final, Smith lo recibe con un golpe que le sacude la cabeza.

Ambas jugadas son equiparables por la fuerza desmedida que Burfict y Smith usaron y por la clara intención de ambos por golpear con el casco. Los dos lanzan su cuerpo con la cabeza hacia adelante: Burfict baja la cabeza para golpear a Doyle con la corona del casco, mientras que Smith, en plena carrera, se inclina hacia adelante y golpea la cabeza de Peters.

Tras marcarse el castigo y mientras se revisaba la acción, Burfict ya se dirigía al vestidor antes de que el réferi anunciara su expulsión. A Smith, los oficiales no le marcaron nada.

Quizá no sea mala idea incluir acciones como la de Smith en las jugadas que puedan ser revisadas automáticamente y de ser necesario, expulsara a quien deba ser expulsado.

Probablemente, la NFL multe a Smith, pero esta multa no será la última que la liga imponga por el mismo problema: golpear innecesariamente con el casco.

Si a la NFL le preocupa el bienestar de los jugadores ante el riesgo de sufrir conmociones, debe hacer más costoso el uso del casco para golpear, al menos en el campo.

En el duelo entre New England Patriots y Buffalo Bills, el quarterback de los Bills, Josh Allen, dejó el juego por conmoción tras ser golpeado con evidente fuerza excesiva por Jonathan Jones, esquinero de New England que salió bien librado del encuentro.

En la acción, los oficiales marcaron foul personal en contra de Jones, pero, también un castigo por sujetar en contra de Bills. La jugada se anuló y como si nada hubiera pasado.

Es probable que Jones también sea multado en los próximos días, pero un golpe casco contra casco no puede quedarse en anécdota.

No es posible que una acción que dio como resultado la conmoción de un jugador se anule por un castigo menor.

Si la NFL realmente desea educar a sus jugadores en usar el casco sólo como protección, el castigo de foul personal por golpear con el casco debe prevalecer por encima de cualquier falta técnica.

A los jugadores les dolerá la cartera cuando caigan las multas, pero, a los coaches les dolerá regalar yardas y poner en riesgo un resultado, por lo que pondrán más énfasis en no golpear con el casco durante las prácticas.

A diferencia de los golpes de Burfict y Smith, no parece haber intención de Jones por golpear con el casco a Allen, pero lo hace. El problema es que el esquinero de los Patriots choca innecesariamente a un jugador que ya estaba en el proceso de ser tacleado y que, al prepararse para el impacto, puso su cabeza en una posición aún más vulnerable.

A excepción de Burfict, quien parece ser ya un caso perdido, las acciones de Smith y Jones son debatibles en relación a si tuvieron o no intención de golpear.

Al ser liniero ofensivo, Smith no tiene desarrollada la técnica para taclear a un rival, mientras que Jones quizá deba aprender a no involucrarse demasiado en acciones ya resueltas.

Sin embargo, una cosa es clara, todos, Burfict, Smith y Jones, saben que usar el casco está prohibido en la NFL y aún así, lo usaron y mandaron a dos jugadores al protocolo de conmoción.

Ni cómo defenderlos.