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De la tragedia hasta el estrellato, el camino de Jerry Jeudy al draft de la NFL

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Jerry Jeudy, una apuesta a las grandes atrapadas en el puesto de receptor abierto (1:03)

El egresado de Alabama ofrece un recorrido de rutas que le permite mostrarse abierto ante defensivas hostiles. (1:03)

LA FIESTA había sido fijada en el Sur de Florida para el 23 de abril, la primera noche del draft de la NFL y las últimas horas antes de que Jerry Jeudy cumpliera 21 años. La idea de estar en Las Vegas para el draft nunca apeló a Jeudy. No había una mesa lo suficientemente grande, ni había suficiente alojamiento en el hotel para toda la gente a la que quería invitar.

Su madre, Marie, haría la comida con un toque caribeño para honrar sus raíces haitianas. También era su noche. Ella había luchado para mantener a la familia a través de los años, vendiendo bolsos y lociones desde su coche para complementar su sueldo. "Cuando sea mayor", le decía Jeudy a su madre, "te compraré una casa". No sabían que el fútbol americano cambiaría sus vidas algún día.

Su hermana mayor, Diane Constant, fue puesta a cargo de la planificación de la fiesta porque, seamos sinceros, Jeudy se siente incómodo poniendo mucha atención en sí mismo, una especie de antítesis de la personalidad típica de un receptor abierto.

Pero Jeudy tiene razones para alardear. Más de 60 receptores abiertos están listos para ser seleccionados en el draft de este año, un exceso de talento sin precedentes, y Jeudy es posiblemente el mejor de ellos. Mel Kiper Jr. de ESPN proyecta que hasta siete receptores podrían ser tomados en la primera ronda, lo que empataría un récord de la NFL en la era común del draft (desde 1967), y eso no está ni cerca de hacerle justicia al gran volumen de talento en la posición. Algunos analistas creen que 20 de los primeros 100 jugadores seleccionados, sí 20 por ciento, serán receptores.

"Estos chicos son un grupo de Randy Mosses", dice un evaluador de talentos de la NFL que desea permanecer en el anonimato. "Sólo atletas fenomenales que van a cambiar el juego desde el punto de vista de cuántos hay". Jeudy, su compañero de equipo en Alabama, Henry Ruggs III, y CeeDee Lamb de Oklahoma se espera sean los primeros receptores seleccionados.

Así que para la familia de Jeudy, había mucho que hacer. Su hermana estaba en medio de la búsqueda de un lugar para la fiesta el 1° de abril cuando vio una alerta en las noticias: el gobernador de Florida, Ron DeSantis, estaba emitiendo una orden de permanecer en casa para el estado, debido a la pandemia del coronavirus. No habría fiesta. Tampoco habrá alfombra roja en las famosas fuentes del Bellagio, después de que la NFL anunciara un formato de draft virtual unos días más tarde.

"Es una pena que no pueda ser tan grande como inicialmente quisimos que fuera", dice Constant, mientras navega por un chat familiar para descubrir un Plan-B. "Pero honestamente, mientras Jerry esté haciendo lo que ama y la gente que más importa esté alrededor, eso es todo lo que importa".

Independientemente de cómo se anuncien los nombres, el Draft 2020 de la NFL ofrece esperanza para una familia que ha luchado y sobrevivido una realidad persistente: No importa cuántas personas los rodean, siempre habrá una persona ausente.

DURANTE LA primera mitad de su vida, Jerry era el bebé de la familia, lo que llevó a sus hermanos a llamarlo hijo de mami. A Jeudy nunca le importó eso. "Soy un hijo de mami", dice.

Sus padres se divorciaron cuando Jeudy era joven y se convirtió en la mano derecha de su madre. Marie vino a los EE.UU. desde Haití cuando tenía 14 años, y cada verano llevaba a sus hijos allí, lo que Constant llamaba "una experiencia de humildad".

"Allá en casa no tienen tanto, pero hacen lo más con lo que tienen", dice. "Sus valores tienen que ver con la familia, la iglesia, el hogar y la escuela". Esos valores llevaron a Marie a mantener un control estricto sobre Jeudy. Ella no quería que jugara afuera y especialmente no quería que su bebé fuera golpeado en un partido de fútbol americano. Así que Jeudy esperó y finalmente se escapó de la casa cuando su madre estaba en el trabajo.

Los niños locales jugaban en una calle estrecha entre las casas que llamaban "Back Street". El espacio era limitado, así que tuvieron que aprender a improvisar. Uno de los jugadores más elusivos de la pelota callejera era un joven llamado Lamar Jackson. El futuro mariscal de campo de los Ravens le enseñó a Jeudy algunos movimientos. Le enseñó a hacer un juke.

"Las mismas cosas que está haciendo ahora las hacía cuando era más joven", dice Jeudy.

Marie finalmente se enteró de las hazañas al aire libre de su hijo. Pero cuando vio lo mucho que le gustaba jugar, cedió. En ese momento, Jeudy ya no era el bebé de la familia. Tenía una hermanita llamada Aaliyah. Nació prematura y tuvo que permanecer en el hospital durante meses después. La primera vez que Constant fue al hospital a verla, la pequeña Aaliyah estaba conectada a las máquinas. Constant le preguntó al médico si su hermana iba a estar bien. El doctor incrédulo le preguntó, ¿No te lo dijo tu mamá?

Aaliyah había sido diagnosticada con trisomía 18, una afección poco frecuente que causa retrasos graves en el desarrollo debido a un cromosoma 18 adicional, y enfermedad por reflujo gastroesofágico. Los bebés con trisomía 18 tienen un 10 por ciento de probabilidades de cumplir su primer año.

"No teníamos una computadora en casa", dice Constant, "así que fui a la biblioteca de la escuela y busqué su condición y vi lo que es y que la mayoría de los niños no viven más allá de un año. Me quebré en lágrimas. Estaba llorando histéricamente".

Marie se negó a creer el diagnóstico sombrío de los médicos. En criollo haitiano, dijo: Ou se yon dokt, men ou pa dye. Eres médico, pero no eres Dios.

Aaliyah eventualmente se fue a casa y venció las probabilidades. Tenía tubos para ayudarla a respirar y comer y enfermeras domésticas para ayudarla a vivir. Pero Aaliyah era feliz y lloraba sólo cuando estaba en dolor. Jeudy llamó a su hermanita "Lulu". Se enamoró de ella. Cuando las enfermeras domésticas no estaban cerca, él le succionaba la mucosidad de un tubo en la garganta.

"Cambió mucho mi vida", dice Jeudy. "Ella me enseñó a luchar a través de la adversidad".

El fútbol americano era una buena distracción para Jeudy y el sur de Florida siempre estaba lleno de competencia. Su primer año, asistió a Monarch High en Coconut Creek. Sus compañeros de equipo fueron Calvin y Riley Ridley, futuros receptores de la NFL. El equipo estaba tan cargado de talento que estuvo en boca de todos en el condado de Broward. Un cambio de entrenador finalmente llevó a Jeudy a transferirse a Deerfield Beach, y ahora le tocaba mostrar lo que podía hacer. Jeudy, de 6 pies con 1 pulgada y 192 libras, no era una gran presencia física en ese momento, más una fina maraña de brazos y piernas largas. Pero su nuevo entrenador, Jevon Glenn, sabía quién era. Y sabía que podía ser grandioso.

Vio a Jeudy detenerse y comenzar sus rutas sin esfuerzo, metiendo el pie en el suelo y acelerando con poco movimiento desperdiciado. "Esa es una habilidad dada por Dios que no puedes enseñar", dice Glenn. Vio a Jeudy sacudir a los defensores con jukes que rompen los tobillos. Pero Jeudy también era joven y tenía un comportamiento relajado.

"Tuvo la suerte de jugar con Calvin Ridley y Riley Ridley y siempre tomó esa mentalidad de Little Jerry", dice Glenn. "Lo más importante era hacerle saber que tenía la oportunidad de ser élite, de que pronto sería Big Jerry".

Antes de su temporada junior, le dijo a Glenn: "Entrenador, quiero ser el mejor receptor del país". Jeudy cambió sus hábitos de nutrición y sueño y estudió recortes de otros receptores. Practicó sus cortes entre clases, cuadrando a los estudiantes caminando en la dirección opuesta como si fueran backs defensivos. "Probablemente asustó a la mayoría de ellos", dice Glenn.

En el primer año, Jeudy fue a la experiencia Under Armour Future 50. Deion Sanders estaba entrenando a los backs defensivos, y Jeudy según Glenn, los estaba "matando". Sanders empezó a provocar a Jeudy.

"Somos un programa duro", dice Glenn. "No exageramos las habilidades de nuestros chicos. Llamé a uno de mis asistentes y le dije: 'Jerry es de verdad. Es el mejor jugador aquí.'"

El ex receptor All-Pro, Chad Johnson, condujo 30 millas a Deerfield Beach un viernes por la noche sólo para ver jugar a Jeudy. Para Johnson, era casi como mirar una versión más joven de sí mismo, desde como corre las rutas hasta el trabajo de pies élite y las manos seguras.

"Hay un factor ahí que ciertos jugadores tienen donde se destacan y se puede decir que van a ser especiales", dice. "Lo tenía desde temprano. Era hielo". Jeudy atrapó 76 pases para 1,054 yardas y 15 touchdowns en su último año y fue un recluta de cuatro estrellas.

Luego, al día siguiente del Día de Acción de Gracias, Deerfield Beach derrotó a Atlantic para llegar a las semifinales estatales de clase 8A. Su hermano mayor Terry, con quien era muy cercano, encontró a Jerry en el campo después del partido. Terry tenía noticias desgarradoras: Aaliyah, de 7 años, que durante tanto tiempo había desafiado las probabilidades de sus dolencias, había muerto. Jeudy se derrumbó y lloró.

En los días siguientes, el entrenador de Jeudy le dijo que estaba bien si no quería jugar en el siguiente juego. La familia primero, dijo Glenn. "Entrenador, esta es mi familia", le dijo Jeudy. Dijo que el fútbol americano era lo único que podía distraer a su cabeza del dolor.

Jeudy publicó una foto de Aaliyah en Twitter. Llevaba una cánula de oxígeno en la cara en la foto. "Juro que lo haré para ti y mamá", tuiteó.

"No fue fácil", dice Jeudy, "pero al mismo tiempo ella estaba sufriendo por todas las cosas que estaba pasando, como las cosas que no puede hacer. No puede caminar, no puede hablar, pero ahora siento que tiene un lugar mejor donde puede hacer lo que quiere hacer.

"Ella puede caminar, puede hablar, puede ser lo que quiera. Ahora no se está sofocando en esta tierra.

CUANDO SE TRATÓ de universidades, Jeudy casi tenía su elección de programas, pero estaba motivado por una cosa. "Quería ser un campeón", dice. La mayoría de los entrenadores le prometían que empezaría como estudiante de primer año; a Jeudy le gustaba que Nick Saban fuera el único que no lo hacía. El entrenador de Alabama le dijo que tendría la oportunidad de jugar como estudiante de primer año.

Irse no sería fácil. Estaba acostumbrado a apoyarse en su familia, especialmente después de la muerte de Aaliyah, pero después de terminar la escuela preparatoria un semestre antes, se dirigía a Tuscaloosa, a 11 horas y media de casa. Jeudy estaría bien. Puso una foto de Aaliyah en un colgante de la Estrella de David (el mismo colgante que causó un revuelo en el Combinado de Talento, en febrero, cuando Jeudy dijo que lo llevaba porque la gente lo llamaba "Jeu", que suena como "judío"). Cuando él lo mira, dice, "ella está justo ahí".

Marie conducía largas horas para ver jugar a su hijo. Sólo que Jeudy no estaba jugando tanto como esperaba. El plantel estaba lleno de jóvenes talentos, pero la persona que tenía la mayoría de los toques era su viejo amigo Calvin Ridley, que ahora era un junior y uno de los receptores más explosivos a nivel universitario. Jeudy había pasado su infancia observando y aprendiendo de Ridley, y ahora tenía que hacerlo de nuevo.

De vez en cuando llamaba a su entrenador de preparatoria para desahogar sus frustraciones. Pero Jeudy estaba principalmente interesado en tratar de demostrar su valor. No fue fácil. Además de Jeudy, Alabama también reclutó a Ruggs III y DeVonta Smith en la clase de 2017, una lista de los futuros abiertos de la NFL.

"Diría que la química con mis receptores se ha desarrollado porque todos llegamos juntos", dijo a los periodistas de la NFL el ex mariscal de campo del Crimson Tide, Tua Tagovailoa. "Habría momentos en los que sólo nosotros tres, Ruggs, DeVonta Smith y Jerry, entraríamos solos y corríamos rutas y nos lanzábamos uno a otro con la esperanza de que tendríamos la oportunidad de jugar nuestro primer año. Lo hicimos y se desarrolló a partir de ahí.

En el tercer partido de la segunda temporada de Jeudy, tuvo tres recepciones para 136 yardas contra Ole Miss. Su espera había terminado. Anotó 14 touchdowns, líder en la SEC y ganó el premio Biletnikoff esa temporada.

La temporada pasada, Jeudy no ganó el Biletnikoff; sus 1,163 yardas y 10 touchdowns bajaron del '18, un subproducto de la cantidad de receptores élite en la plantilla de Alabama. Pero los 26 touchdowns de Jeudy lo pusieron en segundo lugar en la lista de todos los tiempos de Alabama, detrás de Amari Cooper.

Al igual que Cooper y Ridley, Jeudy sabía que estaba listo para seguir adelante.

Tres días después de que atrapó seis pases para 204 yardas en una victoria sobre Michigan en el Citrus Bowl, Jeudy anunció que se declaraba para el draft de la NFL. Ruggs hizo lo mismo unos días más tarde.

Jeudy recientemente trabajó en Fort Lauderdale con Chad Johnson, el receptor de los Ravens, Marquise "Hollywood" Brown, y el primo problemático de Hollywood, Antonio Brown. Jeudy también atrapó pases de su viejo amigo Lamar Jackson.

Un número de jugadores de la NFL residen en el sur de la Florida, y con las actividades organizadas de los equipos suspendidas indefinidamente, muchos de ellos estaban buscando un lugar para entrenar. Miami es un semillero conocido para los receptores y hay camaradería entre ellos.

Johnson deja claro que no está entrenando a Jeudy. "Sólo estamos trabajando", dice. Aunque a menudo son comparados entre sí, sus personalidades son obviamente diferentes. Johnson es un hablador nivel Salón de la Fama. Jeudy dice mucho "señor" y "señora" y lo más cerca que se acerca a hablar basura es en la práctica, es cuando podría decirle a un compañero de equipo en el calor de la competencia, "No puedes cubrirme". Jeudy no sabe por qué es así; hablar simplemente no es parte de su juego.

Johnson dice que está bien: "Eso viene de dentro. Si ese no eres tú, entonces no lo haces".

Pero tiene grandes predicciones para Jeudy, incluyendo que será el primer receptor seleccionado en el draft.

"Ganará el Novato del Año", dice Johnson. "Es diferente. Quiero decir, especial".


JEUDY NO TENDRÁ un salón de fiestas el 23 de abril. Pasará el día del draft con su estrecho círculo familiar. En algún momento, el fútbol americano volverá, y Jeudy planea comprarle a su madre esa casa y un Range Rover blanco.

"Ella es mi mamá", dice. "Ella hace todo por mí. Ahora es el momento de hacer todo por ella”.

Él tiene mucho con que mantener sus manos ocupadas. Su hija nació el 27 de marzo. Compartió una foto de ella recientemente en Instagram. Tiene los ojos somnolientos y va vestida de rosa. A la derecha de la imagen está su nombre.

Journee Aaliyah Jeudy.