<
>

Luis Enrique pasó del derrumbe a la locura colectiva

BARCELONA -- De la rendición y derrumbe de Turín no queda huella en Luis Enrique. Seis días han bastado para que el entrenador del Barcelona devuelva su versión más guerrera al escenario y aventure una noche “histórica” frente a la Juventus en el Camp Nou.

El asturiano lanzó un guiño a los aficionados del Barça incitándoles a una “locura colectiva” para que el equipo ofrezca su mejor versión y avisó que no espera “un partido perfecto porque contra el PSG tampoco lo fue”. La ambición se dibujó este martes en su rostro como pocas veces se había visto porque dio la impresión de ser un Luis Enrique desatado.

El mister llamó al barcelonismo de una manera como no se recuerda en sus tres años al frente del equipo azulgrana. Sin rastro en su discurso del Clásico, mostró estar totalmente centrado en un partido “en el que no tenemos nada que perder” y hasta dribló el choque del Real Madrid de este martes. “¿Juega el Bayern hoy?” preguntó irónico para aseverar que solo “estoy centrado en el Barça”.

Existe la conciencia, dentro y fuera del vestuario, que el Barça se enfrenta mañana a una misión entre imposible y suicida y en este momento sin vuelta atrás Luis Enrique se mostró como un líder indiscutible a través de la palabra, de un discurso arrollador y certero.

Sin ocultar, sin negar, que su Barça debe superar el más difícil todavía, el asturiano ofreció su cara más desatada, furiosa dentro de la calma del discurso que dio a entender que la unidad, fe y ambición será trascendental.

“Vamos a vivir una noche muy especial, eso está claro”, anunció el entrenador dando por hecho que sus hombres están “preparados” para el reto. Y tan optimista se mostró que hasta se atrevió a hablar de una goleada sin paliativos. “Pensando que ellos pueden marcar un gol, nuestro objetivo es marcar cinco goles” proclamó.

Atacar es la palabra. “Atacar, atacar y atacar… Y cuando haya un momento de relajación… Seguir atacando” trasladó en un mensaje inequívoco y claro como pocas veces se le ha visto. “Si cae el 1-0, el 2-0 lo marcará el público y el 3-0 caerá solo” se atrevió a pronosticar Luis Enrique.

“Hay que generar que nuestra gente bote, que el aficionado esté con nosotros en todo momento desde antes de comenzar el partido, como pasó con el PSG” incidió el mister, recordando que este equipo ya demostró que “es capaz de marcar tres goles en cinco minutos”.