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Champions League, capítulo III: confirmaciones, resurrecciones y hundimientos

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Moisés Llorens: Barcelona gana en un 'partido triste y aburrido' (1:57)

Moisés con el reporte de lo sucedido en el Camp Nou en la Champions League. (1:57)

Alcanzado el Ecuador de la fase de grupos, la mitad de la liguilla, quedó claro que Bayern y Manchester City van tan en serio como a trompicones el PSG, que el Liverpool es capaz de arrasar y asustarse en cuestión de minutos, que al Real Madrid nunca, nunca, se le puede dar por muerto, como tampoco al Manchester United, capaz de resurgir de su desastre, o al Barcelona, agarrado a la esperanza contra el conformismo, a pesar de su discreto juego.

Pero si un equipo mereció todos los honores ese fue el Ajax. El Borussia Dortmund, que no era goleado en Champions desde febrero de 2019 (3-0 a manos del Tottenham), sufrió un auténtico varapalo en el Johan Cruyff Arena, donde el joven y talentoso equipo de Erik Ten Hag sumó su tercera victoria en el torneo destrozándole por un incontestable 4-0 para confirmar su sueño de superar la fase de grupos después de dos temporadas decepcionantes.

Para decepción la del Milan, que ha convertido su regreso a la máxima competición tras siete años de ausencia en una pesadilla. Derrotado en Portugal acumula tres derrotas en tres jornadas y confiar en alcanzar los octavos de final es poco menos que una utopía.

GRUPO A. Aplastamiento. El Brujas frenó al PSG, asaltó Leipzig... Y sucumbió al atropello de un Manchester City poco menos que imperial, que le aplastó sin miramientos con una goleada que dio la sensación que, incluso, pudo ser mayor. Si el equipo de Guardiola debía probar su papel de candidato, lo hizo sobradamente en Bélgica al tiempo que en París se demostró que el PSG es una colección de cracks en busca de equipo. Decide por individualidades y sufre en su colectivo, poco compenetrado y que volvió a padecer para superar a un Leipzig respondón que acabó cediendo por un chispazo entre Mbappé y Messi primero y el penalti transformado después por el argentino, dispuesto, a lo visto, a sudar sangre si es necesario para disfrutar de la gloria europea.

GRUPO B. Expulsión. El Atlético, bajo el liderazgo de Antoine Griezmann, hizo lo más difícil igualando el inicial y tempranero 0-2 del Liverpool en el Metropolitano. Pasó de arrodillado a dominador el equipo de Simeone... Hasta que el francés, bigoleador, fue expulsado al comenzar la segunda mitad y su equipo se resintió. Un penalti inocente de Hermoso dio la ventaja final a los reds, a quienes el árbitro perdonó un penalti, señalado inicialmente y erroneamente consultado en el VAR. Al golpe del Liverpool acompañó la victoria del Porto sobre el Milan, con golazo de Luis Díaz, para dejar a los italianos al borde del KO en el ecuador de la fase de grupos.

GRUPO C. Maravilla. Sebastien Haller. Apunten su nombre. Llegado al Ajax en silencio tras un paso decepcionante por el West Ham, el espigado delantero marfileño se ha convertido en la punta de lanza de un Ajax soberbio y que destrozó al Borussia Dortmund con juego y goles. Haller, que ya suma seis en el torneo, marcó, claro, y regaló dos asistencias para relanzar las ilusiones del cuadro de Amsterdam, líder indiscutible de un grupo del que ya empieza a despedirse el Besiktas, goleado en Estambul por el Sporting de Portugal.

GRUPO D. Resurrección. No hay mejor medicina que los goles para vencer a la depresión y el Real Madrid cumplió el dicho con creces en Kiev, donde pasó por encima de un Shakhtar que comenzó a hundirse con el autogol de Krivtsov en la primera mitad y se entregó a partir del 0-2 logrado por Vinicius, estrella destacada en la goleada merengue, con una tercera diana soberbia cuando el equipo de Ancelotti ya era dueño absoluto, y único, del partido. Al triunfo madridista en Ucrania acompañó el trabajado del Inter en San Siro frente al sorprendente Sheriff, que llegó a empatar con un golazo de Thill antes de que Vidal y De Vrij dieran la victoria al cuadro italiano.

GRUPO E. Supervivencia. Ganar a cualquier precio era el objetivo real de un Barcelona venido a menos y que tras perder, goleado, sus dos primeros partidos necesitaba sumar los tres puntos ante el Dynamo. Lo consiguió... Y gracias. Tan entregado como descompuesto, le costó un mundo y se bastó con el gol de Piqué para respirar antes de que en Lisboa el Bayern se desmelenase en la segunda mitad ante un Benfica que le tuteó, que se estrelló ante Neuer, que se salvó de dos goles anulados a los alemanes... Hasta que Sané abrió la lata con un magnífico tiro libre y abrió la puerta a la goleada, implacable, final.

GRUPO F. Remontada. Ganaba por 0-2 el Atalanta en Old Trafford y dominaba casi a placer a un Manchester United hundido en apenas media hora... Pero los diablos rojos, contra toda esperanza, consiguieron una remontada épica en la segunda mitad, consumada con un cabezazo estelar de Cristiano Ronaldo, siempre en el lugar oportuno y casi siempre con el gatillo, la cabeza, a punto. Su victoria le catapultó al primer puesto de grupo gracias a la victoria, sufrida a pesar del resultado final, del Villarreal en Suiza, donde el Young Boys no pudo sobreponerse a los dos rápidos goles de Yeremi Pino y Gerard Moreno y acabó cediendo por el gol de última hora de Moreno que fue la previa a la goleada final.

GRUPO G. Impotencia. Quiso pero no pudo el Sevilla en Francia, dominando con solvencia al Lille, pero desacertado en el remate para tener que conformarse con un empate que le supo a gloria al Salzburgo, sorprendente líder después de imponerse al Wolfsburgo para destacarse al frente del grupo, aprovechando esas tres igualadas consecutivas del Sevilla que dejan muy en duda su futuro en el torneo.

GRUPO H. Golpe. Un gol de Kulusevski cerca del final le significó un triunfo sonado a la Juventus en San Petersburgo, confirmándola en el liderato de un grupo en el que le persigue el Chelsea, que en Stamford Bridge pasó por encima de un Malmoe dominado de principio a fin, arrodillado con una goleada en la que tuvo que ver tanto los dos penaltis transformados por Jorginho como su propia inocencia. Las lesiones de Lukaku y Werner fueron la peor noticia para el campeón, que puso sobre la mesa sus aspiraciones en la competición.