Rafael Borré jugó su primer partido como inicialista con la Selección Colombia. Estuvo los 90 minutos frente a Ecuador en la Copa América en una tarea más voluntariosa y sin protagonismo en el área.
El tono del debut en el torneo continental hizo invisible su trabajo de esfuerzo y de lucha. Ecuador apeló a su juego físico para atropellar, confundir y arrastrar a Colombia a defender la victoria 1-0 muy cerca de David Ospina.
En ese entorno se disputó el compromiso para Borré, acostumbrado con River Plate a chocar con los centrales, a sacarlos a los costados y encontrar su mejor perfil en el área. Ese compromiso solidario lo sostiene como titular en la exigencia de Marcelo Gallardo.
En su primer partido como titular en la Selección hizo lo mismo, pero mucho más lejos del arco, pues el equipo esperó en el medio campo para presionar. En esa zona el barranquillero desplegó su energía para contener la salida ecuatoriana y de paso conectar con los volantes ofensivos.
Ese degaste físico ayudó en el plan colectivo al que recurrió Rueda para administrar la ventaja. Lució más como un soldado de esa causa que como un delantero desequilibrante.
No tuvo remates a la portería de Pedro Ortiz pero sí el aire suficiente para respaldar a William Tesillo en marca por la izquierda en los minutos finales. Incansable, aceptó esa misión ingrata pero valiosa.
El ingreso de Duván Zapata en los últimos diez minutos le dio un respiro en esos duelos con los defensores para jugar más atrás, aunque con la misma responsabilidad.
El DT valoró su partido, fundamental en este debut apurado por Copa América.
"Se dio la oportunidad a varios hombres y considero que cumplieron con dignidad y entrega. Uno siempre quiere más, pero fue muy valioso el compromiso del equipo y lo que han asimilado de conceptos. Debemos seguir mejorando y exigiéndonos. Es un gran paso en este grupo tan difícil", concluyó Rueda.