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Cuando esos Don Nadie te tratan como un Don Nadie

LOS ÁNGELES -- México perdió todo: el partido, la dignidad, jugadores como la grave lesión de Néstor Araujo, en el amistoso con marcados tintes bélicos, ante Croacia, 1-0.

Ojo: lo único que nunca perdió el Tri de Juan Carlos Osorio fue el orden, la inteligencia, el funcionamiento, la solidez colectiva... no la perdió porque nunca la tuvo.

La derrota se agrava por la cruda realidad de México: no mostró idea, ni lineamiento, ni al menos un guiño por parte de esas exhaustivas jornadas de entrenamiento y charla que dicen tener en el Tri.

Si tanto trabaja, en su laboratorio sólo va depurando un engendro Frankensteiniano de misérrimo futbol y de apenas algunos chispazos inoidviduales.

Y se agrava más, porque Juan Carlos Osorio se indignó por los seis jugadores liberados por Croacia, y que fue interpretado, con extrema altanería, como un desaire por parte de los europeos.

Y así, los croatas que ninguneó Osorio, terminaron por ningunearlo a él y a su equipo en la cancha. A medio gas, Croacia fue siempre mejor y el 1-0 es tan escueto como mentiroso.

Y así, también, esos, los Don Nadies que provocaron el berrinche de Osorio, terminaron haciéndolo ver a él como un Don Nadie y a su propios equipo, como otro Don Nadie.

Más allá de los lloriqueos posterior al juego, porque Islandia primero, y ahora Croacia, cruzaron la frontera dramática de la dureza a la rudeza, olvidan que ya en el Mundial, habrá aún menos contemplaciones.

Insisto: Croacia hizo uno, pero pudieron ser muchos más goles, mientras que México, nuevamente, respondió a impulsos individuales, mientras que jugadores como Rodolfo Pizarro y Burrito Hernández se enteraron que vivirán a plenitud el Mundial de Rusia gracias a la tecnología que les hará sentir en su casa, como si estuvieran en el estadio mismo.

Lamentable lo de Néstor Araujo. Los riesgos de una cancha montada al vapor, que significa siempre una emboscada. Lesión en los ligamentos de la rodilla izquierda. Al cierre, la gravedad oscilaba entre el optimismo de un mes y el pesimismo de seis meses.

¿Y ahora? Andrés Guardado subió este martes a redes sociales un discurso que él mismo y sus compañeros se encargaron de desmentirlo. El verso del jugador se vino abajo en la cancha ante Croacia.

Si tan enamorados están, especialmente Andrés, de su entrenador Osorio, ante Croacia habría sido una oportunidad magnífica para escribirlo con letra en sangre. Nada, lo garabatearon con saliva, ni siquiera con sudor.

Por lo pronto, a la selección mexicana se le agota el tiempo. Esta fecha FIFA no dejó espacio ni para un elogio, porque, insistamos, ante Islandia, fueron goles en condiciones accidentadas.

En la devaluación de futbolistas, Miguel Layún, el sol entre los icebergs islandeses, terminó siendo el chivo expiatorio, al dar tremenda, torpe y tonta patada para generar el penalti que marcaría Rakitic. A Layún le perdonaron la expulsión.