Junior de Barranquilla se clasificó a la final de la Conmebol Sudamericana luego de dejar en el camino a Independiente Santa Fe al vencerlo con un marcador global de 3-0. Sobre este importante paso, Julio Comesaña, técnico del club ‘Tiburón’, comentó que ahora hay que apuntar a la recuperación y que la parte anímica debe estar muy fuerte.
“Para mí es un premio a la paciencia pero no es esperar a que las cosas ocurran. Eso es lo que yo he pensado todo este tiempo (…) El sufrimiento me enseña y esto en algún momento se iba a producir en mi vida. En la planificación de los primeros 45 minutos teníamos un ahorro de dos goles, pero tocó decirles que pensáramos como si tuviéramos un solo gol de ventaja”, analizó el estratega.
Sobre su rival de turno, comentó que con presión y tirando centros, le dio la misma respuesta. Además de tratar de jugar el partido en campo de ellos: “Pudimos resolver con el penal, no bajamos la guardia (…) Ni jugando toda la noche nos hacían gol”, aseguró.
Junior terminó con dos jugadores menos en el campo de juego: Teófilo Gutiérrez y Gabriel Fuentes vieron la tarjeta roja y se perderán el primer partido de la final. Comensaña explicó las dos situaciones.
“Lo de Teófilo no vi un codazo. Lo de Fuentes fue una inocentada. Tiene un carácter fuerte y va a aprender con el tiempo. Con estos árbitros no estamos acostumbrados a jugar. Hay que tener cuidado con ellos”, dijo, agregando que el club tiene las herramientas para apelar la roja del delantero.
El técnico se refirió a uno de los jugadores que ha venido sumando minutos en los últimos partidos, como lo es el portero José Luis chunga, de quien comentó que le parece normal que tuviera que reemplazar a Sebastián Viera (quien se encuentra recuperándose de una lesión).
“En mis diferentes etapas me han pedido a José Luis de titular, tengamos calma. No tengo preocupaciones con él, el arquero vive más que nadie el acierto y error. Duermo tranquilo”, comentó.
Finalmente, Julio Avelino manifestó que no hay una fórmula para el momento que vive el equipo en este instante, pues en las próximas semanas disputará las finales de Liga y de Sudamericana.
“Los años y las experiencias me han permitido desarrollar y crecer más como entrenador. Un equipo de fútbol para el entrenador es reconocer los errores y virtudes de los jugadores. Mi perseverancia y carácter siempre me ha ayudado a mejorar cuando muchos me daban por quemado. Tengo 57 años en el fútbol, jugando y dirigiendo. Es mucho tiempo para no aprender. Falta para rematar algo que todos queremos”, sentenció.