La calma reina al interior de Junior de Barranquilla. Desde territorio brasileño, donde este miércoles disputarán la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Paranaense, los tiburones no ocultan la motivación en hacer historia.
Marlon Piedrahita, quien se reportó en el marcador en momentos claves, aseguró que la mentalidad está enfocada en trabajar por lograr un resultado favorable y que el triunfalismo no juegue en su contra.
"Sabemos lo que nos estamos jugando, el partido más importante en la historia del club y de nuestras carreras, así que hay que dar lo mejor. Con la fe en Dios y en el trabajo que nos vamos a llevar el título", dijo el deportista a los medios de comunicación.
El lateral no mostró ambición alguna de reportarse en el marcador, puesto que el único objetivo que tienen como equipo es poder alzar la copa: "En la final hay que ganar, con un gol mío, con uno de Teo o con uno de Viera. A mí no me importa si marco o no, yo lo que quiero es levantar la Copa".
Por su parte, Jarlan Barrera indicó que en el caso de que se presente un penal, será quien se encargue de pararse en el punto blanco para cobrar: "Me toca a mí", aseguró con vehemencia.
El samario confía en que sacarán un resultado favorable en la Arena da Baixada, donde la hinchada jugará en contra.
"Nosotros ya hemos manejado esas presiones, como cuando jugamos contra Cerro Porteño en ‘La Olla’ o cuando visitamos al Flamengo en el mítico Maracaná. Ojalá esto que vamos a vivir el miércoles también lo sepamos manejar para poder conseguir el resultado", agregó.
A su turno, el arquero Sebastián Viera aseveró que están muy concentrados en hacer bien su trabajo, al punto que la presión de los hinchas no significará un impedimento para ellos: "A nosotros eso nos da igual, sabemos que debemos rendir en la cancha. Cuando tenemos la gente al lado, a mí me gusta más. Por eso no hay problema".
El portero, además, confía en que no deberán llegar hasta la definición desde el punto penal para conoce