ORLANDO – La falta de definición del Real Madrid ya parece una enfermedad crónica, que tal vez se puede aliviar con una llamada a Kylian Mbappé.
El propio director técnico Carlo Ancelotti advirtió un día antes de enfrentar a la Juventus que estaba satisfecho porque creaban oportunidades, pero preocupado porque carecían de definición en la última jugada.
Así sucedió de nuevo este miércoles en la derrota por 3-1 frente a la Juventus. Tardaron 38 minutos en marcar por vez primera, cuando además ya perdían por 2-0.
Esa combinación que mostraron durante tres de los cuatro partidos de su pretemporada por Estados Unidos es más que peligrosa para un equipo que de nueva cuenta empezará temporadas europeas entre los favoritos para ganarlo todo.
Cuando el Madrid empezó a tener chispasos, Moise Kean ya les había anotado el primero, al minuto inaugural del partido, y Tim Weah, el segundo, al minuto 22.
Weah, quien marcó su primer gol desde que firmó con la Juventus, apenas días antes de empezar el Soccer Champions Tour, y Weston McKennie fueron los dos seleccionados estadounidenses que se lucieron frente a sus compatriotas como titulares ante el Real Madrid.
Vinícius aprovechó un pase desde atrás de media cancha de Toni Kroos, para desbordar el último tercio de cancha, definir perfecto a izquierda del portero de los italianos para el 2-1 y romper casi 140 minutos sin gol del Real Madrid desde el partido contra el Barcelona.
A partir de ahí, el Madrid era cada vez más peligroso, pero con sus ya recurrentes problemas de definición.
En la segunda parte y ya con cualquier cantidad de cambios de ambos equipos, el Madrid siguió igual, con dominio, diversas oportunidades frente al marco y sin gol.
Ya en el minuto 94, la Juventus terminó su exhibición sobre el Real Madrid, con el gol definitivo, en los botines de Dusan Vlahovic.
Al terminar el partido, ambos equipos se fueron del estadio directo al aeropuerto para viajar en vuelo privado de regreso a sus casas, igual que los 63,503 aficionados que llenaron el Camping World Stadium de Orlando, como sucedió en todos los cuatro lugares en los que se presentó el Real Madrid en esta gira de verano.