BUENOS AIRES -- Real Madrid asaltó el Camp Nou contra pronóstico la noche en que el barcelonismo rindió su último homenaje al legendario Johan Cruyff, fallecido el jueves 24 de marzo, y armó un lío bárbaro. Dejó herido en su amor propio al calificado por la crítica como el mejor equipo del planeta en un momento clave de la temporada.
FC Barcelona ganaba el superclásico español con un gol de cabeza de Gerard Piqué a los 56’. Pero se deshilachó en la última media hora de partido, y los blancos lo acostaron con golazos de Karim Benzema (62’) y Cristiano Ronaldo (85’). Este último, dos minutos después de que fuera expulsado Sergio Ramos tras recibir la segunda tarjeta amarilla.
Ver al Barça descompuesto, descolorido y torturado como esos muñecos que los niños inquietos destripan para ver qué tienen dentro, no es normal. Pero como últimamente sucede de a ratos, ya no sorprende. Frente a Villarreal, el 20 de marzo en El Madrigal (2-2), FC Barcelona ganaba 0-2, se le enredó la madeja y acabó pidiendo la hora.
Pero Real Madrid, que durante casi una hora se dedicó exclusivamente a controlar los espacios, aguantar la posición y a especular, no perdonó sus desatenciones. Acabó arrollándolo en un final imprevisto. Y es que, si la MSN (Messi, Suárez, Neymar) mete miedo cuando está onfire, la BBC (Bale, Benzema, Cristiano) hace lo propio cuando huele sangre.
La sospecha se convirtió en evidencia. Cuando Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar Junior no consiguen gravitar en el juego, el Barça muere con las botas puestas. Los tres venían de tener grandes actuaciones con sus selecciones durante la extenuante doble jornada de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
El llamado virus FIFA erosionó su caudal de energía. Mientras que el Real Madrid, acaso en la mejor medida extradeportiva tomada por el club desde que se iniciara la temporada 2015-16, evitó que Gareth Bale (recién recuperado de una lesión muscular) y Karim Benzema se marcharan con sus respectivas selecciones.
Con Cristiano Ronaldo hubiera querido hacerlo, pero CR7 nunca se quiere quedar al margen de ningún compromiso. En el segundo tiempo, el desarrollo del juego reflejó mayor frescura y mejor tono físico en las huestes merengues que en las culés.
Para las polémicas de café quedan el remate pifiado por Luis Suárez a los 9 minutos con todo el arco libre para marcar el 1-0; el penal cometido por Sergio Ramos a Lionel Messi a los 24’; los paradones de Keylor Navas a los 20’ frente a Rakitic y a los 54’ ante Messi; el gol mal anulado a Gareth Bale a los 81’ por una supuesta falta sobre Jordi Alba que no existió, y algunas acciones más de mérito como el remate al travesaño de Cristiano Ronaldo justo un minuto después, a los 82’.
La síntesis es que si bien FC Barcelona tuvo la pelota, Real Madrid estuvo más acertado en las dos áreas. La victoria le sirve al equipo blanco para darse un ansiado baño de autoestima en una temporada oscura en la que fía todos sus esfuerzos a conseguir La Undécima. Su Copa de Europa número 11.
Le corta una racha de 39 partidos invicto al Barça, y Zinedine Zidane se ha convertido en el primer entrenador madridista desde 2007, que consigue saldar con victoria su debut en los clásicos. El último en lograrlo había sido el alemán Bernd Schuster, exugador, paradójicamente, de ambos equipos. Si bien es muy difícil que el partido marque un antes y un después en la Liga, debido a que Barcelona le lleva 7 puntos de ventaja a Real Madrid a falta de 7 fechas para el final del campeonato (76-69), el batacazo le da alas a los de Zidane para ir a por la UEFA Champions League, competición en la que visitarán al Wolfsburgo alemán este miércoles 6 de abril.
Para los de Luis Enrique, en cambio, la derrota es un severo llamado de atención. La infringe el mayor adversario, que llegaba de punto y terminó siendo banca; y muestra a las claras cuan complicado será para los azulgrana vencer al Atlético de Madrid este martes 5 de abril en el Camp Nou, en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
El Atlético de Diego Pablo Simeone se enorgullece de tener la mejor defensa de Europa. Real Madrid asestó un duro golpe a Barcelona jugando con el estilo del conjunto colchonero, y que le haya dado resultado la apuesta, le indica al ‘Cholo’ Simeone y a sus dirigidos que para meter en problemas a los blaugrana no deben apartarse de su libreto favorito.
Trinchera, firmeza, solidez y contragolpe. Por otra parte, la derrota de Barcelona frente a Real Madrid en el clásico, también acercó a los rojiblancos al líder de La Liga. Ahora se encuentran a 6 puntos (76-70) y les espera un calendario relativamente accesible en estas últimas jornadas, que mantiene viva su esperanza de consagrarse: Espanyol (V), Granada (L), Athletic (V), Málaga (L), Rayo Vallecano (L), Levante (V) y Celta de Vigo (L).
La sensación de que lo ocurrido en el clásico puede verse reflejado en los partidos de FC Barcelona, Atlético y Real Madrid esta semana, es honesta y tiene lógica. El martes observaremos si para los culés fue tropezón o caída en toda regla y si para los atléticos la goleada (5-1) a Betis trajo la motivación necesaria para echar nuevamente a Barcelona de Europa.
El miércoles será el momento de corroborar si de verdad los blancos están de regreso, preparados y listos para reconquistar la orejona.