MADRID -- Primera misión: ganar en Anoeta para evitar otro ‘septiembre’ cuesta arriba. En lo que va de la década, el primer mes de competición ha sido un calvario para el Real Madrid, frecuentemente aquejado por el ‘virus FIFA’, dada la gran cantidad de seleccionados nacionales con los que habitualmente cuenta, una media de 15 jugadores. Incluso en su última temporada como campeón, 2011-2012, no logró pasar de tres victorias consecutivas mientras en la campaña 2009-2010, la primera con Cristiano Ronaldo a bordo, sufrió su primera derrota tan temprano como en la jornada tres.
Esta vez el problema llega desde temprano. Tendrá que meterse en territorio minado con seis bajas, cinco de ellas en el teórico equipo titular, Keylor Navas, Karim Benzema, Cristiano Ronaldo, Pepe, Fabio Coentrao, todos ellos lesionados, y Luka Modric, sancionado.
Zidane vio venir el problema – Eurocopa mediante – desde julio y se ha dedicado a preparar al equipo alterno con el que tendrá que hacer frente no sólo a esta primera semana crucial de la campaña, ya que la inmensa mayoría de los ausentes no tiene fecha de vuelta antes del 10 de septiembre, pasada la fecha de competición internacional.
Hasta entonces el Madrid deberá arreglárselas con un equipo conformado por Kiko Casilla, Dani Carvajal, Sergio Ramos, Varane, Marcelo, Kroos, Casemiro, James, Marco Asensio (o Lucas Vázquez) Álvaro Morata y Gareth Bale, quien a falta del resto de la ‘BBC’ irremediablemente cargará con el peso del ataque.
Es un equipo al que sin Karim Benzema y Cristiano Ronaldo le hace falta el 56% de su potencial goleador, pero que por otro lado está plagado de jugadores que necesitan asentarse.
Desde James, criticado hasta la saciedad en España tras una temporada irregular, pero quien ha afirmado que busca quedarse en Madrid para triunfar como titular y no sólo de banca de lujo, pasando por el ‘novato’ Marco Asensio, después de una prometedora campaña con el Espanyol en la que marcó cuatro goles y dio siete asistencias en 34 partidos, hasta Álvaro Morta, quien volvió a casa revalorizado tras dos años en la Juventus pese a sus discretos números, 12 goles y 12 asistencias en 47 partidos en su última campaña.
Un equipo que, sobre todo, tendrá una gran responsabilidad sobre sus hombros. La de encaminar al Real Madrid para poner fin a su sequía liguera. Y es que ya son cuatro años sin ganar la Liga, desde 2012; su peor racha en más de 20 años. Y en al menos tres de esos cuatro años de sequía, los tropezones en las primeras jornadas han resultado determinantes.
El año pasado arrancó con un deslucido empate 0-0 ante el Sporting de Gijón, la Liga se dio prácticamente por perdida desde Noviembre y la crisis llegó a tal punto que por primera vez en más de una década, hubo cambio de entrenador en pleno mes de enero.
Un año antes, la temporada se vio empañada por dos derrotas consecutivas en las jornadas dos y tres, precisamente ante la Real Sociedad (y sin Cristiano) en Anoeta, y ante el Atlético, que impidieron que el Real Madrid compitiera con el gigante Barcelona; en 2013-2014, la liga fue tan competitiva que pese a un arranque prometedor, un empate en la cuarta fecha puso al Madrid en desventaja con respecto al eventual campeón Atlético de Madrid y el Barcelona.
Fue tal la exigencia del campeonato, que pese a acumular 27 victorias, seis empates y solo cinco derrotas, el cuadro merengue no pudo pasar de la tercera posición.
Fue una amarga campaña que, como lo haría dos años más tarde, sólo se salvó con la conquista de la Champions League. El final resultó tan decepcionante como el de la temporada 2012-13, la última con José Mourinho al mando, pues aunque hiló seis jornadas invicto, el mejor comienzo liguero de los últimos seis años, jamás logró llegar a la cima.
Real Madrid no se puede permitir otra cosa que no sea una victoria en Anoeta, más allá de la presión que recaerá sobre Zidane, que pese a haber conquistado la Champions sigue siendo visto como un técnico novato pues aún no ha cumplido ni un año dirigiendo en Primera, Zidane entiende bien las prioridades y ha admitido abiertamente que “el objetivo principal (de esta temporada) es ganar la Liga”, aunque ha matizado que esto se debe a que “es a competición más difícil porque se desarrolla en muchas jornadas y tenemos que ser más constantes”.