<
>

Molestia en Barcelona por el perdón del TAS al Real Madrid

BARCELONA -- Como un guiño del destino, como una casualidad manifiesta, la rueda de prensa que ofreció Josep María Bartomeu resumiendo el año que acaba coincidió con el anuncio del TAS, reduciendo la sanción al Real Madrid para que pueda acudir al mercado de fichajes en el verano de 2017.

Al presidente del Barcelona dio la sensación que la noticia no le cogía por sorpresa, por más que quiso dar a entender lo contrario, asegurando que no sabía absolutamente nada del asunto. "Lo he leído hoy en algunos medios, pero no tengo confirmación ni por pate del TAS ni de otras vías", se escurrió de entrada Bartomeu, a la vez que en el ambiente crecía ya una sensación mezclada de extrañeza y enfado por la diferencia de trato recibida.

"Hablaremos con el Madrid y con sus abogados, que eran los mismos que los nuestros, para saber si existían diferencias en los casos", explicó Bartomeu, a la vez que entre los directivos presentes en la comparecencia del presidente crecía una manifiesta incomodidad.

El Barcelona tiene previsto estudiar a fondo la resolución del TAS antes de hacer alguna valoración oficial, pero una fuente del club azulgrana trasladó la desazón e incomprensión que de entrada existe en la entidad por la diferencia de trato respecto al Real Madrid.

Mientras, en el entorno del Barça, las reacciones fueron mucho más furibundas y los medios de comunicación catalanes no dudaron en calificar el asunto como un escándalo.

Así, el diario Mundo Deportivo tituló con un claro "La decisión del TAS sobre el Madrid, un agravio comparativo con el Barça", mientras en Sport la reacción era aún más incisiva: "Escándalo; el Real Madrid podrá fichar en verano de 2017".

En las redes sociales la sentencia provocó toda clase de reacciones contrarias, poniéndose especial énfasis en esa diferencia de criterio respecto a la sanción que no se levantó al Barcelona.

Desde el club puede esperarse a tener en su poder los argumentos que haya tenido el TAS para reducir la pena a Madrid, pero el agravio comparativo, de entrada, ha provocado un gran enfado en Barcelona.